Capítulo 4

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Billy se despertó confundido de ese rarísimo sueño. Había soñado antes con cosas sucias y pervertidas, pero nunca algo de esa categoría. Se quitó de encima las cobijas y se dio cuenta de que su miembro estaba terriblemente excitado.

-Madre mía... ¡Qué desastre! -susurró casi en pánico al ver que su ropa para dormir y sus sábanas estaban empapadas de fluidos.

En el acto se puso de pie y empezó a retirar toda la evidencia de ese perverso sueño. Se sintió avergonzado de soñar algo tan retorcido y de involucrar a Spencer en ello... Pero se sintió taaaaan bien. Esas deliciosas palpitaciones que venían de él, los estremecimientos que le causaba a su primo, la forma tan sensual y sofocada en la que decía su nombre... Incluso podía apostar a que realmente estaba aspirando el dulce aroma de su espalda... Y esa boca tan fantástica... No. No estaba bien. Fantasear con algo tan voluptuoso era depravado incluso para él. ¿Qué clase de enfermo sueña con tirarse a su primo recién llegado después de casi diez años de no verse? Se daba asco como persona. Se sentía sucio y culpable... Aunque para ser honesto consigo mismo, había sido una fantasía bastante agradable. Tan realista y detallada... Ni siquiera las modelos más exquisitas del mundo habían logrado protagonizar esa clase de ilusiones en él.

Lo que le asustaba respecto al sueño era la relación fraternal y sanguínea con Spencer, no el hecho de que ambos fuesen hombres.

Habiéndose calmado entró a la regadera y dejó que el agua fría mojara su hermosa anatomía. Mojó sus espesos mechones negros y aventó su melena para atrás cerrando los ojos y apoyándose de la pared. Abrió apenas los ojos y al verse completamente desnudo bajo la regadera se acordó de la última parte de su sueño, en donde proponía que se bañaran juntos. Al momento intentó deshacerse de esos recuerdos, pero luego las imágenes de su cuerpo acariciado por Spencer se hicieron presentes. En lugar de ver las gotas de agua resbalar por su atlético torso veía besos pintados en rojo fuego. Veía a Spencer chupando y lamiendo su miembro con una maravillosa expresión de deseo.

Cerró los ojos y rogó por librarse de esos pensamientos libidinosos, pero fue en vano, pues mientras menos quería verlos estos aumentaban su realismo.

Desesperado cerró la llave del agua y salió en toalla a buscar su móvil para reproducir una lista de música que le ayudase a permanecer distraído.

Regresó a la regadera, esta vez con la música sonando. Las primeras dos canciones incluso lo hicieron cantar. Ya ni siquiera se acordaba de porqué había buscado la música, pero el intenso recuerdo volvió cuando escuchó los primeros acordes de "Love, Sex & Magic".

«Obviamente no» pensó el chico sacando la mano, buscando cambiar la melodía, y lo consiguió. Ahora el teléfono reproducía "Dirty".

«No... Ni siquiera sé porqué tengo esa canción en el teléfono». Trató una vez más, pero con la punta de los dedos hizo caer el teléfono de la repisa a la alfombra frente al tocador. Por dos segundos hubo silencio y Billy pensó que podría estar tranquilo, que si algo se le había roto al celular bien podría mandar a repararlo o comprar otro igual. Eso lo mantuvo distraído hasta que el aparato infernal, tirado en el suelo, comenzó a tocar "In The Closet".

-¡Maldita sea! ¡Tiene que ser un jodido chiste! -gritó iracundo, determinado a finalizar su aseo lo más pronto posible, con o sin apoyo musical.

Apenas habían dado las siete y cuarto cuando salió del baño. Era demasiado temprano. Apartó la ropa que usaría más tarde; mientras se vistió con una camiseta cualquiera y unos pantalones negros tan sueltos que lo hacían ver más bajo y le quitaban lo espectacular a sus piernas. Moldeó su cabello con peine y secador. Se puso sus Converse negros de la suerte.

Ocupó un rato en tender su cama; cuando finalizó se recostó en ella a ver una película. A eso de las nueve bajó a la cocina y encontró a su asistente coordinando toda la actividad de esa mañana.

Documentando Nuestro Amor ...~Ectofeature~... [Yaoi Hard] ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora