Billy estaba en el cuarto de juegos, parado frente al ventanal que daba hacia la piscina, en la parte de atrás de su casa. La cortina estaba abierta, dejando entrar la luz de un hermoso día, pero él se estaba recargando en la pared, enredando una mano en la cortina y sosteniendo el celular con la otra. Asentía ocasionalmente con la cabeza y miraba al suelo, intentando ver ahí proyectadas sus ideas como en la pantalla de un cine; se mordía los labios y, cuando hablaba, lo hacía en voz muy baja, casi como si contara un secreto.
Llevaba ya un buen rato en el teléfono, hablando con el señor Scott, su abogado desde hacía algún tiempo atrás. Desde el día en que Spencer había grabado unas tomas en la sesión fotográfica con Astor, el buen abogado se había dado a la dura tarea de buscar una forma en la que la casa productora de Billy no usase el documental para seguir explotando al pobre chico. Pero, como era de esperarse, las cosas no eran tan fáciles.
—Entonces no podrá usar mi música en el proyecto, ¿correcto? —concluyó Billy, dejando caer los hombros.
—Al menos no la que ya le pertenece a YT Entertainment —respondió el caballero del otro lado de la línea—. En teoría, como eres artista exclusivo de la compañía, no puede usar material audiovisual tuyo que haya sido trabajado en conjunto con el equipo y los estudios, incluyendo algún anexo.
—Pero… —dijo Billy después de una pausa larga, esperando que hubiera algo más que decir del asunto. Billy era terco y necio, lo que a veces lo volvía un poco infantil, y no estaba dispuesto a rendirse así de fácil.
—Pero —prosiguió el señor Scott con una sonrisa condescendiente que podía escucharse—, puede que si ya hubieras escrito algunas canciones y tuvieras música desde antes de haber firmado tu contrato como solista, y que esa música nunca se la hubieras dado a la disquera, esa sea la que pueda usar Wright en el proyecto.
Billy entendió la indirecta perfectamente: si Spencer no podía usar lo que él ya tenía grabado, haría canciones nuevas solo para él, no importando que no pudiera tomar crédito como autor de ese material. Así el trabajo del aspirante a cineasta se vería mucho mejor: tomas de primera, material exclusivo del backstage, entrevistas especiales y música original. Sí, era una buena idea… No, era una excelente idea, la mejor que hubiera tenido en toda su vida. Era un genio, y seguro que a Spencer también le haría muy feliz. Pero debía planearlo todo bien, y ser discreto con los demos que haría para Spencer, no podía permitirse ni una torpeza, ni el menor error.
El joven cantante escuchó atento todas las indicaciones del señor Scott, y una vez que terminó la llamada se dispuso a ir al cuarto de Spencer a darle las buenas noticias… ¿Cuáles buenas noticias? Pensando mejor las cosas, tal vez Spencer podría decepcionarse o hasta molestarse. Llevaba más o menos dos meses grabando y editando, y enterarse de que no podría ocupar ni la mitad de lo que ya tenía avanzado… ¿Cómo se lo iba a decir?
Estaba realmente preocupado. Pero aún así debía hablarle de frente y ser honesto; después de todo era mejor corregir solo dos meses de edición que seis. Cuanto antes le diera la noticia, mejor.
Billy inhaló profundamente y tocó la puerta de Spencer, y entró ya con el permiso del chico. Ni siquiera se le había ocurrido qué decir o por dónde empezar, así que se frotó la cara con un poco de desesperación y se sentó en la cama, colgando los hombros hacia el frente, y escurriendo los brazos hacia el suelo. Se quedó ahí, un momento, viendo a Spencer, de espaldas a él, agazapado sobre la computadora, como si no pudiera ver u oír nada más. Pensó que se veía tierno, cada tanto arrugaba la nariz y cerraba a medias los ojos, como pensando. Era lindo verlo trabajar, verlo en su pequeña burbuja. Spencer era muy apasionado por pocas cosas, y verlo desvivirse era un regalo. A Billy no le duró mucho el gusto de contemplar al hermoso castaño en su labor; este último dió un respingo y se giró apenas sobre el hombro con un gesto parecido a una sonrisa en miniatura. Billy sintió que se le secaba la boca, y con la lengua anudada hasta la úvula no pudo decir mucho, pero se las ingenió como pudo para responder la pregunta que Spencer todavía no hacía.
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Documentando Nuestro Amor ...~Ectofeature~... [Yaoi Hard] ♥
FanfikceBilly Joe Cobra es un cantante de veinte años de edad que recibe en su mansión a su primo Spencer Wright desde Florida. Billy ha vivido atormentado los últimos meses de su vida por terribles pesadillas que deberá aprender a usar a su favor para prot...