Otro problema más.

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Me tire a los brazos de mi madre como una loca. Últimamente no había estado muy bien con ella que se diga, por que  según acabe segundo de bachillerato me fui a hacer los exámenes de selectividad a Barcelona y la verdad que me había pasado mas de dos mese allí y "había" echo mi vida allí y no tenía ninguna gana de volver, pero mi madre me saco de mi mundo para volver a Madrid.

-Te echaba tanto de menos -dije entre lagrimas-

-¿Que ha pasado Paula? -me miró confundida-

Habían sido unos días bastantes confusos, Jareth, ahora la señora falls, creo que demasiados sentimientos en muy pocos días.

-Sentémonos, hay mucho que hablar-dije casi sin voz-

Estubimos todo el dia hablando sobre lo que había pasado, empecé desde Barcelona y acabe desde la abuela. 

Pero a pesar de todo lo que le había contado notaba a mi madre un poco distante, quizás todo todo no se lo había contado, como le contaría a mi madre que estuve en el borde de un coma etilico y que un desconocido me había salvado la vida. Era imposible, así que hubo detalles que me calle, por puro respeto.

 Tampoco podía dejar de pensar en todo lo que había pasado con Jareth. Me estaba confundiendo respecto a lo que sentía por el. Le había dicho que le quería y el tan solo me había echado de casa sin responder a lo que yo le había dicho ¿Quizás el no sintiese lo mismo?

No podía evitarlo pero cuanto mas hablaba más sentía que mi mundo se iba desmoronando por momentos. 

No podía estar sin Jareth.

Pero el no, el no estaba para nadie.

Dios, que mal. Joder.

-Paula, yo también tengo que contarte unas cosas, creo que ya es hora, tienes 19 años y creo que vas a entenderme. Yo me separe hace varios años de tu padre, porque nunca nos entendimos, el quería unas cosas y yo quería otras, siempre pensé en tu bien. 

Asentí.

-Estoy saliendo desde hace algunos meses con un chico maravilloso..-murmuró-

-¿Que?-dije saltando de la cama-

-Paula, por favor -dijo con tristeza en sus ojos-

-Ei no mama, estoy muy contenta por ti de verdad, aun eres joven y por mucho que yo no quisiese sabía que este día tarde o temprano llegaría-dije esperanza-

Mi madre empezó a llorar de emoción, creo que no se esperaba para nada esta reacción en mi. Mi madre y yo siempre habíamos sido unas solitarias, mi madre salía con sus amigas y yo con las mías. Nunca había entrado a casa alguien que no fuese familiar. Osea chico. Chico familiar.

Realmente me alegraba por ella, se lo merecía. Cuando se separo de mi padre, ella supo sacarme adelante sola y es de una cosa de las que estoy muy orgullosa, aunque a pesar de que sea la madre mas pesada del mundo, la quiero con locura.

-Y bien, cuéntame ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿Es de aquí de Madrid? -preguntaba ansiosa-

-Se llama Carlos, si es de aquí de Madrid pero vive a las afueras. Tiene un hijo de tu edad creo, quizás algo mayor-La veía tan contenta que descuide sus palabras y salí de la conversación-

-Algún día si te apetece podemos quedar para comer los cuatro, si te apetece-dijo emocionada-

-Claro que si mama, claro, tendré que conocer a mi padrastro ¿no?

Sonrío.

Solo mi móvil.

Tenemos que hablar de muchas cosas usted y yo señorita. Cuando quieras quedamos y me explicas quien era el chico misterioso de anoche y por que no paraba de besarte, ah y tambien por que le dio un puñetazo a Dylan. Llamame. Te quiero.

Cuando levante la vista vi que mi madre se había acurrucado en mi cama y se había quedado dormida con una sonrisa de oreja a oreja. Se la veía tan feliz.

Me acurruque con ella y me dormí. 



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