Querido diario...

Primer día de universidad.

-¡Despierta ya dormilona! -Me gritó Jareth tirándome una almohada a la cara-

No le hice ni caso, me di media vuelta y intente volver a dormirme.

Jareth volvió a gritar.

Pero seguía sin hacerle caso ninguno.

No tenía ninguna gana de ir a la universidad, así que volví a ignorarle.

-¿Te despiertas hermanita? -dijo poniéndose encima mio, dejándome totalmente inmovilizada-

-Esta bien, me levantare

Le agarre de la nuca y le bese.

-Esto si que son unos buenos días en condiciones -murmure-

Jareth soltó una de sus risas que tanto me encantaban de el.

-Tienes el desayuno en la mesa bicho-soltó-

Me levante de mala gana y fui hasta la cocina, donde pus contemplar mi desayuno favorito. Mis queridas tostadas.

Corrí en busca de Jareth.

-¿Por qué siempre que hay algún evento especial me haces mi desayuno favorito? -dije avalanzandome sobre el-

-Porque hoy es tu primer día de universidad,tienes que ir con las pilas muy cargadas-sonrió- Vete, o se te va a enfriar

Dios, podría alimentarme de estas tostadas el resto de mi vida. Estaban tan pero tan ricas. La abuela nunca quiso decirme que llevaban, muchas veces intente imitar aquellos deciciosos manjares, pero nunca me salieron bien. 

-¿Quieres que te lleve a clase? -Murmuro mientras se pasaba la camiseta por los hombros-

-Lo que tu quieres es que luzca de novio -dije enfuscada-

-Sera de Hermanastro cariño -me beso-

Es verdad, nadie de la universidad podía enterarse que yo estaba saliendo con Jareth o las cosas en casa se pondrían bastante feas, en mas de una ocasión mama me había preguntado si yo sentía algo por el, pero como era obvio nunca le reconocería que lo sentía, sino que era mi novio.

-Vale, no tardo en vestirme y nos vamos -le di un beso y me fui corriendo a la habitación-

En mi poco apreciado Madrid a pesar de ser septiembre aun hacía mucho calor. Me puse en vestido de flores y unas sandalias. Tampoco es que me maquillase como una puerta, pero tenía que dar buena impresión así que me maquille un poquito.

-Estas guapísima mi vida -me dijo Jareth mientras cogía las llaves de la moto- ¿Vamos?

Sonreí.

No tardamos ni 15 minutos en llegar a aquel infierno. Estaba todo lleno de gente, por aquí y por allá.

Podía sentir como mis piernas temblaban ante aquel lugar.

Mis nervios estaban a flor de piel.

El día tan soñado durante toda mi vida había llegado, por fin estaba en la universidad.

-¿Qué patosa, nerviosa? -Añadió-

Me limite a mirarle y sonreír.

Eran las nueve aun cuando toco el timbre, espere a que casi todo el mundo entrase para darle un beso a Jareth.

-Te veo luego -murmuro mientras me alejaba-

Me gire para sonreírle pero cuando me di la vuelta pude oír como la moto aceleraba.

Dios como me gustaba. 

Entre a aquel edificio donde la gente corría de un lado para otro.

Pude admirara a lo lejos a Alise, pero no pude distinguirla bien entre toda la multitud. Pero al que si pude diferenciar entre toda esa gente fue a Dylan, estaba rodeado de chicas.

-¿Qué Paula preparada? 

-Dios kevin joder, que susto me has dado tío-dije dándole un codazo-

Sonrió.

-Creo que llegas tarde -murmuro-

Mierda, es verdad.

Salí en busca de mi aula de ciencias, creo que era la ciento treinta, pero aun así saque el móvil para mirarlo. En efecto. Corrí en su busca. Pero ara mi mala suerte, la gente ya había entrado.

Que vergüenza joder.

Abrí la puerta y todos las personas me observaron como si fuese un tipo de bicho raro.

Me costo analizar que esto era muy diferente a como me lo había imaginado, bueno como todo el mundo se lo imagina.

Me senté en una de las sillas del fondo para que nadie se diese cuenta de mi existencia.

-¿Y usted señorita es? -me dijo el profesor-

Todos volvieron a girarse para observarme, esto no podía ir peor.

-Y...yo soy Paula, Paula García -Pude notar como una fuerte punzada me traspasaba-

-Muy bien señorita García, su primer día y ya esta usted llegando tarde, es usted muy puntual por lo que veo -dijo descaradamente-

No dije nada, mi garganta estaba seca.

Dios, esto era peor de lo que pensaba.

Me deje llevar hasta que llego la hora de descanso, por fin podía hablar con mis queridos amigos.

No tarde mas de dos minutos en dejar mis libros en la taquilla y salir huyendo de aquella jauría.

¿Se puede saber donde estas? Te estamos esperando fuera -kevin-

¿Que tal le va el primer día de universidad a mi hermanita? Bua Paula, esto es una mierda, te echo mas de menos de lo que pensé que iba a echarte de menos, que me he sentado en tu cama y se me ha echo tan raro no tener aquí a la patosa de turno -Jareth-

Salí y me encontré como habíamos quedado Dylan, Kevin, Jaira y yo.

-Dios esto es un infierno -refunfuñe-

-Va Paula, no seas tan tiquis miquis, te acostumbraras -me tranquilizo Dylan-

-Parece mentira que no conozcáis a Paula, todo el día refunfuñando por todo -se rió Kevin-

Volví a refunfuñar.

Cuando quise darme cuenta era ultima hora y gracias a dios ya me marchaba a casa.

Tocó el timbre y todos salieron corriendo, todos menos yo.

Al cerrar la taquilla, note como vibraba mi móvil pero no le dí ningún tipo de importancia.

Me puse camino a mi taquilla cuando tropecé con alguien.

-Perdón yo..

-¿Se puede saber de que vas?

Alce la vista y me encontré con unos ojos verdes.

-Yo te conozco ¿estas en mi clase de químicas no? ¿Eres Paula García?

Asentí.

-Yo soy Kalet, encantado -estrechó la mano-

Dios.

-Nos vemos, tengo prisa -dije huyendo-

Salí de aquel infierno y me encontré con Jareth, esperandome. 

Era lo mejor del día.

Me dirigí hacía el, cuando unas golfas se acercaron a el. Frene en seco.

Mi cara cambió totalmente.

-Hola ¿Nos vamos? -dije sería-

-Pues ya nos veremos guapo -le dijo

Suspire.

-Adiós "hermanita" -murmuro otra golfa-

Mire a Jareth con recelo.

-Vamos anda -Le dí un beso-

-Ya, pero he tenido un día de mierda y lo necesitaba -le sonreí-

-¿Tan mal a ido? -suspiro-

-Arranca -te quiero, susurre en su oído-