Querido diario...

¿Qué esta pasando?

Nada es como yo imaginaba pero nada, solo hay trabajos y mas trabajos.

Odio con locura la universidad.

-Venga, levanta -la voz de mama me saco de mis sueños-

-Creo que no me encuentro bien -mentí-

-Vamos Paula, no me seas vaga -dijo mientras abría las cortinas de mi cuarto-

-¿Donde esta Jareth? -pregunte sin rodeo ninguno-

-Ha ido con Carlos a arreglar unos papeles, levantate o llegaras tarde -volvió a refunfuñar-

Me levante con muy pocas ganas. Era mas tarde de lo que pensaba.

Me puse lo primero que pille en el armario y salí huyendo de mi cuarto.

-Te esperare para comer, los chicos no creo que vengan -gritó desde mi cuarto-

Cogí mi batido y me puse de camino a la parada del bus.

Necesitaba hablar con Jareth.

Buenos días amor

Buenos dias

¿Que te pasa?

Nada ¿Porque?

No se, estas demasiado borde

Tengo que hacer cosas, luego te llamo, te quiero

¿Pero que le estaba pasando? Dios mio, no entendía nada.

Llegé justo al tocar la campana para entrar, eche el ultimo vistazo, en busca de mi salvador, pero no estaba.

-Buenos días pequeña -dijo Dylan-

-Buenos días, al parecer no soy la única que llega justa -dije irónica-

-¿Que tienes?

-Naturales ¿tu?

-Arte, pero no tengo problema en llegar tarde -empezó a reír a carcajadas-

Entramos, no había casi nadie.

Tarde otra vez.

-Espera Paula

Me gire tan bruscamente que me odie por tropezar con mis propios pies.

-¿Estas bien?

-Si..yo solo..no te esperaba -no pude contener mi risa al pensar lo tonta que podía llegar a aperecer en ese momento-

Me tendió la mano para poder levantarme pero mis pies volvieron a ser medio tontos y volví a caer, pero esta vez no lo hice sola. Kaled cayo conmigo.

-Perdón yo.. -me puse en pie como una moto-

-Esta bien, no pasa nada -se disculpo-No hay clase de naturales hoy, la profesora esta mala, tampoco cree que vendrá en toda la semana-

Bien.

-Genial, supongo ¿entonces que haces tu por aquí?

Suspire.

-Quería pasar por la biblioteca a terminar unos trabajos -comenzó- ¿vienes?

Sentí como mis pómulos se ponían rojos como un tomate, el sonrío.

-Esta bien, vamos.

El día se me paso como un rayo, la verdad que no me esperaba que se pasase tan rápido. No había tenido noticias de Jareth en todo el día.