Un nuevo integrante.

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Me levante con mucha, que decir, muchisima energía.

Ya no me dolía el tobillo tanto, el masaje que me había dado calmo el dolor bastante. 

  Fui al salón y me encontré con Jareth durmiendo como un tronco, así que me metí a la ducha intentando hacer el menos ruido posible. Estuve como medía hora metida en la ducha. Me preparé y fui a despertar a Jareth.

Me senté al borde del sofá y me quede observando a Jareth como dormía. Parecía hasta bueno. Tenía una cara de angelito. 

-Bicho despierta, que es casi la hora de comer-le moví suavemente-

Se dio la vuelta y con una fuerza increíble me cogió por la cintura y me tumbo contra el. No sabía ni como pero estaba pegada a el como una lapa y mis ideas de despertar a aquel individuo se habían esfumado. Solo se que estaba pegada a el, sin poder moverme.

-¡Jareth despierta! -grité-

Tan solo obtenía murmullos, pero seguía durmiendo como un tronco. Así que aunque suene bastante irónico decidí chuparle la cara.

-¿Pero que haces loca? -dijo soltandome-

-Es que no sabía como despertarte y como me tenias aprisionada, tampoco podía hacer mucho -dije- Te dejo dormir en mi casa y me vienes con estos humos, conseguirás que te odie mas.

Me puse en pie y acto seguido el. 

-¿Quieres desayunar? -murmuré-

-No gracias, no quiero ser una carga mas. -susurro-

-Tengo café echo ¿te apetece?

-No. -refunfuño-

Menudo idiota.

-Si necesitas algo, estaré en la cocina -dije poniendo los ojos en blanco-

Llegué a la cocina y me eche café. Tenía que estar mas despierta que nunca. Di el primer sorbo mientras me encendía el primer cigarro de la mañana.

-Anda si la patosa fuma, que malota -dijo divertido-

-¿Ya vuelves a ser el mismo de siempre no? -bromeé-

Jareth se acerco a mi y puso sus manos en mi cintura, mientras escondía su cabeza en mi pelo aun mojado.

-Este cigarro es para mi -dijo-

Puse los ojos en blanco y me encendí otro.

Pasamos toda la mañana sin hacer nada, bueno en realidad, el intentaba meterse conmigo pero yo no le hacía ni caso, estaba un poco acostumbrada.

-Esta tarde tengo que hacer unas cosas así que me temo que te abandonare -continué- volveré tarde.

¿Que hacía dándole explicaciones aun Jareth? Ni que fuese mi madre.

Mire el móvil y eran casi las cinco, mierda.

Llegaba tarde, joder.

-Jareth, tengo que ir al aeropuerto, bueno debería estar ya ¿Te importaría llevarme? 

Sonrío

-Por favor..

-Coge tus cosas, nos vamos -dijo son su sonrisa picara-

Llegamos casi diez minutos tarde, gracias a dios todavía los pasajeros no habían salido. Estaba salvada.

-Gracias bicho, te debo una -dije guiñandole el ojo-

-Dame tu mano-dijo-

Le di mi mano y me apunto su numero, me guiño un ojo y se fue.

Me quede mirando a la nada, bastante confundida. Estaba siendo todo bastante confuso.

Me acerque a la cristalera para ver como subía Kevin. Pero hubo algo que me sorprendió. No venía solio.

Un chico alto, moreno y de ojos marrones como yo le acompañaba. Era guapisimo. ¿Lo habría conocido en Londres? 

Cada vez que se acercaba mas y mas, sentía como mi corazón se iba acelerando.

Kevin corrió a mi encuentro subiendo las escaleras.

¡Mi mejor amigo había venido desde Londres para verme!

Nos abrazamos durante más de un cinco minutos, balanceando nuestros cuerpos de un lado a otro, riéndonos de forma histérica y propinándonos besos sonoros en las mejillas. Al ver que mis pies casi no se movían casi del suelo, reparó en el vendaje de mi tobillo.

Yo me fijé en su piel bronceada, en su pelo rubio matizado por el sol y su ropa de estudiante pijo.

-¡Estas impresionante Kevin!

-Lo mismo te digo cariño -contesto contento-

-¿Quien es tu amigo? ¿Es ingles?

-¿Tiene pinta de ingles chica? -se rió-

Llevaba una chaqueta de cuero, totalmente diferente a mi mejor amigo. 

Me quede mirando a aquel chico fijamente.

-Lo sé, soy muy guapo. -dijo con voz picara-

-y muy egocéntrico... susurre accidentalmente

-Soy Dylan

-Paula, encantada

No me bastaba con uno, que tendría que soportar a dos imbéciles. 

Que suerte.

Nos fuimos los tres a casa de Kevin y mientras deshacía Dylan la maleta, interrogue a mi mejor amigo sobre Dylan.

Dylan era de Madrid aunque se había criado en Londres. Se había vuelto a Madrid a probar suerte ya que en Londres no es que se le diera muy bien, prefería estar de fiesta por ahí. su aspecto lo demostraba. Sus padres lo habían echado de casa porque pensaban que jamas triunfaría como actor, que era un sueño inalcanzable. 

Ah eso si, con una larga pero larga lista de chicas locas por sus huesos.

Creído.

Abrí el móvil y escribí un mensaje a Jareth.

"Te echo de menos bicho"

¿Que hacia escribiendo eso? ¡Estaba loca o que!

Terminamos de deshacer las maletas y nos fuimos de fiesta. 

Era algo raro, pero creo que echaba de menos a Jareth.


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