Capítulo 37:

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Narra Ally:

Tenía un rato en aquel café donde había quedado de verme con Lauren y Normani para charlar un rato y tratar algunos de los asuntos legales de la adopción de Lisandro. Fue una lástima saber que la de piel oscura había tenido un compromiso laboral y no había podido venir a causa de eso.

Es algo frustrante no poder hacer coincidir las agendas con las personas queridas, entre más avanza el tiempo hay más responsabilidades, trabajo, etc., que no nos permiten ver a esos seres especiales tanto como quisiéramos.

- Bien, solo falta que apruebes los test psicológicos y podemos seguir con el proceso – le dije a Lauren guardando en mi maletín las pruebas médicas que se había hecho. Uno de los mucho requisitos para los trámites de adopción.

- Nunca creí que fuera tanto papeleo – se quejó con un puchero mientras bebía de su limonada, parecía una pequeña niña.

Entre nosotras no teníamos que aparentar que éramos mujeres maduras y fuertes, simplemente éramos esas dos niñas asustadizas de 6 que iban juntas a la iglesia por los domingos.

- El papeleo vale la pena – la reprendí – tendrás a un hermoso niño contigo.

- Lo sé – contesto muy convencida. Le sonreí. A mi parecer siempre era la mejor decisión adoptar a un pequeño. Sobre todo una persona tan buena y amorosa como Lauren.

El mesero llegó con nuestra orden, una ensalada con pechuga de pollo para la fotografa y una corte de carne para mí. La ojiverde solía cuidar mucho su figura, pues tendía a subir de peso con facilidad.

- Bueno ¿Y qué ha pasado con Camila? creo que esa carita triste que tienes tiene algo que ver con ella – supuse que el poco animo de mi amiga de la infancia se debía a algo relacionado con su ex novia.

Estaba al tanto de toda la situación entre ellas. Lauren me había contado sobre lo mal que actuó cuando la volvió a ver, razón por la cual tuve que hablar muy seriamente, no es bueno tener esos sentimientos malos en el interior, no me agradó la forma en que había actuado, afortunadamente se había arrepentido y más gana quien perdona que quien no olvida.

Camila nunca había sido mi amiga, solo la conocía por la ojiverde

Estuvimos en el mismo instituto, y siempre me pareció la típica chica popular que gozaba de buena posición social, cuando comenzó su relación con Lauren, la morena hizo algunas cosas malas que no me agradaron, y la manera en que terminaron después de casi 3 años de relación definitivamente me hacía no tener los mejores sentimientos hacia ella, pues había lastimado mucho a mi Lauren. Que aunque ya era una mujer yo la seguía viendo como la niña que no dejaban montar en bicicleta por temor a que se lastimara.

Cuando la fotógrafa me contó acerca del último altercado que tuvieron por los planes de adoptar a Lisandro decidí investigar un poco, me topé con la sorpresa de que ella era uno de los dos solicitantes para adoptar al pequeño, gesto que me parecía muy dulce y tierno de su parte, desgraciadamente tenía varios informes negativos sobre su estabilidad emocional, había cancelado un matrimonio, estuvo en el hospital y sus estados financieros no eran iguales que cuando comenzó el proceso.

Todo eso hacía imposible que los comisionados aprobaran sus trámites de adopción y en eso ni siquiera yo podía intervenir. La vida de una personita es muy importante y por algo está el proceso legal que se encarga de asegurar la integridad moral y física de los pequeños.

- Tengo una semana sin hablar con ella, no la busqué y parece no importarle...

- Oww Lo, tal vez es lo mejor ¿No crees? – ambas se habían hecho mucho daño, y según lo que me contó Camila continuaba sin confiar en ella. O al menos eso parecia con las acusaciones acerca de si las intenciones de adoptar a Lisandro eran para perjudicarla.

- Tal vez... ella nunca quiso regresar conmigo hace 4 años ¿Por qué habría de hacerlo ahora? Tal vez tuve razón Ally y solo quería tener una aventura antes de casarse... ahora que sus planes se arruinaron tal vez ya no le parece interesante o divertido hacerlo – Lauren parecía realmente triste. Me dolía verla así.

- Lauren... yo no te iba a decir esto, porque mi ética de trabajo lo impide, pero tal vez te ayude a explicar su actitud... - le dije aun contemplando si era la mejor decisión decirle la información que tenia.

- ¿Decirme que? ¿Qué pasa? – preguntó con una obvia confusión.

- ¿Recuerdas que te dije que había dos casos queriendo adoptar a Lisandro – ella asintió lentamente – bueno, Camila es una... - guardé silencio, esperando alguna reacción de su parte.

- Mierda... - susurró llevándose las manos al rostro – por eso me dijo todas esas cosas – al parecer la ojiverde estaba enlazando todos los detalles.

- Pero no creo que eso haya sido justo Lo, ella debió ser más considerada y no atacarte así ¿Por qué no le pareció más fácil contártelo?

- Porque no estaba planeando hacer eso a mi lado, porque no quiere hacer ese tipo de cosas conmigo ¿O tu qué crees? – dijo con un tono sarcástico, evidentemente dolida.

Realmente no lo había pensado así, pero las palabras de Lauren parecían tener sentido. Si Camila quisiera estar con ella lo más normal es que le hubiera comentado acerca de la adopción cuando volvieron a encontrarse. Aún más sospechoso era que no le dijera nada cuando Lauren le dijo sus intenciones con Lisandro...

- Pudo haberse alegrado de saber eso... - admití.

- Pero no lo hizo, al contrario, casi explotó y me acuso de continuar arruinando su vida – comentó con una mueca triste, me di cuenta que ni siquiera había tocado su comida – Tal vez deba dejar que lo adopte ¿no?

- Ella no podrá hacerlo, tiene varias inconsistencias en sus informes y eso es algo que no puede pasarse por alto... - le expliqué.

- ¿Entonces que se supone debo hacer? – mi amiga miraba por la ventana hacia la calle, no puedo ni imaginar todos los pensamientos que cruzaban su cabeza.

Desde que conoció a Camila se enamoró. La quiso a la distancia hasta que finalmente logro estar a su lado. Pasó muchos problemas por estar con ella, aun cuando la morena le fue infiel ella seguía amándola, y esos sentimientos aun hoy seguían ahí, lo podía notar. No debía sentirse nada bien pensar que la persona que has amado tanto no quiere estar a tu lado.

- La decisión que tomes respecto a Camila debe ser independiente de Lisandro, él es el menos culpable de todo – le dije de forma sincera. Lo último que quería era afectar a uno de los niños.

- Tienes razón... - aceptó.

- Laur, trata de no inundarte de pensamientos. Si ella realmente quiere a Lisandro se acercara a ti para hablar al respecto... tal vez fue el impacto de la noticia, como tú lo dijiste ella está afectada por muchas cosas en este momento – dije tratando de comprender lo que posiblemente podría estar pasando por la cabeza de Camila.

- No lo sé Ally... ella es tan complicada, siempre está de arriba abajo, como una montaña rusa, nunca he terminado de entenderla – comentó con tono desesperado – y yo siempre he estado detrás de ella ¿Sabes cuánto me he esforzado en estos años por no dejarme amedrentar? ¿Por sobresalir? ¿Por no volver a ser esa niña ingenua? – dijo, y aunque lo expresaba en voz alta, sabía que esas palabras eran más para ella que para mí – y ella llega y desaparece todo. Vuelvo a ser esa chica que se muere por ella, por su atención...

- No te castigues Lauren... deja que las cosas pasen... distráete un poco – sugerí sin saber bien cuál era la respuesta a sus preguntas – tal vez puedas acompañarme, hoy iré a una de las zonas más pobres del estado para evaluar la situación de algunos niños. Podemos llevar algunos juguetes, hacer cosas lindas siempre ayuda a sentirse mejor...

- Gracias Ally... supongo que Lisandro puede ir con nosotras ¿no? – Asentí con una sonrisa – tal vez sea buena idea.

Continuamos nuestra comida sin seguir tocando el tema. Ella lo traba de evitar y yo no iba a traerle más tristeza...


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Venganza: Te Odio... Te Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora