Capítulo 62 (Final)

46.2K 2.7K 2.4K
                                    

Narrador:

Lauren despertó al día siguiente cerca de medio día, la sonrisa que dibujaba su rostro se había esfumado al darse cuenta de que el otro lado de la cama estaba vacío.

- ¿Camila? – preguntó para asegurarse de que no estuviera dándose una ducha matutina. Nadie respondió. Su pecho sentía un cosquilleo, su corazón latía de manera extraña, estaba teniendo un presentimiento, pero no sabía si era bueno o malo.

Con pereza se levantó de la cama, esperaba encontrar a la morena desayunando con Lisandro, apenas y se colocó una bata para cubrir su cuerpo desnudo bajó de inmediato a la primera planta.

- Buenos días ma' – la saludó el pequeño Lisandro apenas entró a la cocina.

- Buenos días mi amor – se acercó para besar sus mejillas con cariño - ¿Dónde está Camila? – preguntó al darse cuenta que no estaba por ningún lado, el pequeño solo se encogió de hombros y siguió comiendo su cereal.

- Hola mija – su madre la saludó – Camila salió temprano, dijo que quería ver algunas cosas en su antigua casa – le explicó Clara.

- No me comentó nada – dijo extrañada la ojiverde.

- Porque estabas dormida – respondió con obviedad el pequeño, ganando que la ojiverde rodara los ojos, él sonrió ante el gesto – oye ma' ayer la abuela Clara me dijo que me llevarías a comprar un libro – dijo el pequeño con brillo en los ojos.

- Si mija, anoche estaba leyéndole un cuento y tiene segunda parte, quiero que lo lleves a comprarlo, después iremos a comer con mis amigas para que vean a mi hermoso nieto, así que arréglate bien y también a este niño tan guapo – habló clara apretando las mejillas sonrojadas de Lisandro.

- Esta bien... pero primero voy a llamar a Camila – avisó la fotógrafa saliendo en busca de su celular. No le gustaba nada que la morena no le hubiese dicho nada de sus planes.

Un timbre... dos timbres... tres... cuatro... nada. Una nueva llamada: un timbre... dos timbres... tres... cuatro... nada.

Camila no atendía el teléfono y eso solo la preocupaba.

- ¿Qué pasa mija? – preguntó Clara al ver la expresión de la ojiverde.

- Ella no contesta – expresó con tono de preocupación.

- No te preocupes, ella dijo que vendría más tarde y que estaría ocupada con algunos muebles... o algo así – divagó su madre.

- Esta bien... - aceptó no muy confiada, pero más aliviada de saber que Camila había avisado la situación - ¿terminaste de desayunar? Vamos a darte un baño para la comida de la abuelita – dijo con ternura mirando a su madre que había adoptado ese papel a la perfección.

- Y por mi libro – aclaró el pequeño con énfasis.

- Y por tu libro... anda ¡Vamos! – trató de poner entusiasmo a su voz para levantar de la silla al pequeño y dirigirse al cuarto de baño para que tomara una ducha.

Lisandro le había pedido usar su ropa "especial", que consistía en un pequeño pantalón de vestir con corte recto y una camisa hecha a su medida que Camila había encargado con un diseñador, sus zapatos nuevos e incluso había traído consigo un perfume para estar perfecto. En otras circunstancias Lauren hubiera notado que algo andaba raro, pero su mente divagando acerca de lo que estaría haciendo Camila hacía que no prestara demasiada atención.

Venganza: Te Odio... Te Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora