79.- Her---¿Qué?

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Jadeaba, sudaba, apenas y podía respirar. Ni hablar de lo incómodo que era correr en licras, malla de red y una herida seria en el abdomen. No quedaba mucho para alcanzarles, ¿a quiénes?, lo averiguaría una vez les encontrara. Esquivé un par de ramas y me vi en la necesidad de recogerme el cabello mientras corría. No tenía ni un segundo para desperdiciar en un momento como ahora.

Tropecé con una rama y estuve a nada de irme de boca, sin embargo me detuvo un brazo, un fuerte y rápido que evitó que cayera. Su piel era de un tono prácticamente igual a la mía. Levanté la mirada y tardé un par de segundo en tratar de identificar si era hombre o... No importa. 

— ¡Niña! ¿Qué crees que haces corriendo por ahí con una herida así? ¿uhm? ¿No sabes que estos rumbos son peligros---?— Vale, sí, es hombre.

 — ¡Lamento ucho interrumpir tui discurso típico de adulto "responsable" pero los  necesito. ¡Ya! ¡Vengan  , síganme no hay tiempo que perder!— casi grité y les tomé a ambos por la muñeca haciendo que me siguieran de vuelta al campo.

— Mocosos... —espetó en voz baja el segundo de ellos y de muy mala gana, por cierto.

— Escucha niña--- 

— No me digas niña, soy ____ —Le inturrumpí de nuevo.

— Está abien, ____, No puedes seguir corriendo así, te estás desangrando y no quiero ser sospechoso de ninguna muerte, hm— pude escuchar al otro burlarse suavemente —, Así que tú me guías yo te llevo, hm. 

Luego de eso y sin darme tiempo a responder, me tomó con un brazo, y empezó a avanzar sobre los árboles. No tenía nada de qué quejare, excepto que me estaba cargando un chico que apenas y conocía que estaba en un area ilegal y misteriosa en las afueras de Konoha junto con otro chico pelirrojo que no parecía precisamente muy humano y ugh.. que asco, tenía bocas en las manos.

— Pero qué escándalo... ¿Es allá? ¿Uhm? — dijo tras un silvido avanzando precisamente hacia donde era.

— Sí es all---

— ¿Pero de donde sale tanta arena? Hm. ¿Danna, te suena esa catidad de arena a alguien? — Preguntó con cierto tono alegre y divertido y... ¡No jodas! ¡¿eso es una cámara robótica en vez de ojo?! Okay ____, cálmate.

— ¡Sólo  apúrate! — le pedí un poco desesperada. "Que no sea demasiado tarde, por favor, que no sea muy tarde".

Cuando llegamos sólo había un bosque  de ¿huesos?  y estaban flotando en una especie de nube de arena; era ahora el momento perfecto para preguntarse: ¿Pero qué diablos pasó mientras no estaba? El rubio me soltó e hizo un par de cosas con la maldita cámara en su ojo que tan mal rollo daba. En serio, me da mala yuyu... MUY mala yuyu.

— Pues parece que todos están bien, hm. Pero que noticia más aburriba para nosotros ¿no lo crees? — preguntó con ése mismo tono que había usado la vez anterior. Algo orgulloso, algo juguetón.

— Entonces vámonos Deidara, no tenemos nada que hacer aquí— dijo con un tono tan serio y frío que no le iba a su edad de ninguna manera. La vista fija en la escena que tenía en frente, no movía un sólo músculo, ni siquiera parpadeaba, lo cual era un poco... ¿tétrico? Sí, tétrico.

Moví mi mano en frente de él para tratar de sacarlo del trance, pero al notar que la misión fallaba, retiré la mano y seguí su mirada y noté que miraba a la chica pelirroja que encontraba bastante cansada.

Sentí un jalón a la coleta y un "hasta pronto" de parte del rubio, pero antes de que pudiera siquiera asestarle un golpe por haber tocado MI PRECIADO CABELLO, ya había desaparecido, y fue entoces cuando noté algo raro en su vestimenta... Nubes rojas, túnica negra... ¡Akatsuki!

Sombras de arena (Gaara y tu) •Libro 1•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora