Capitulo treinta y cuatro "¿Nathathiel está enamorado?"

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Salgo de casa por eso de las diez treinta de la mañana, este sábado es sencillamente precioso. Me apresuro lo más que puedo para llegar lo antes posible al lado oeste de la ciudad. Durante todo el trayecto en metro no puedo evitar tener el presentimiento que algo malo pasará cuando llegue a esa cafetería tan lujosa y pida aplicar para el empleo de medio tiempo.
Sacudo la cabeza intentando disipar todos esos pensamientos.
"Tienes que ser positiva, tienes que ser positiva" me repetía mentalmente mientras cerraba mis ojos con fuerza y me intenta convencer que todo saldría bien.

Nuevamente estaba frente a esa lujosa cafetería del lado oeste de la ciudad. Mi pulso latía como un loco ¿Qué iba a pensar Nathaniel sí me veía ahí? Ya sabía lo que él supondría y todo el plan de su madre se vería frustrado por eso. Porque sé que él haría que no me contrataran... estaba segura de eso.
Una vez que estuve adentro del establecimiento intenté buscarlo con la mirada pero él no estaba ahí. Y un sentimiento de alivio me inundó. Entonces decidí dirigirme a uno de los meseros más próximos que estaban de mi y por casualidad era el mismo que nos atendió la última vez antes de irnos. Él me sonrió de una manera cordial pero algo robótica y  justo en ese momento me pregunté sí me recordaría.
Minutos después me iban dirigiendo a la oficina del gerente. Mientras seguía al joven que subía las escaleras adelante, mi pulso volvió a acelerase y podía sentir como mi corazón estaba a punto de salírseme del pecho y las palmas de mis manos estaban lo suficientemente húmedas como para delatar lo nerviosa que me encontraba en ese preciso momento.
"Puedes esperar aquí y el gerente saldrá en un segundo" comentó al tiempo que me dejaba en una pequeña sala de espera en la segunda planta.
Me senté en uno de los sillones color marrón que se encontraban en ese lugar tan pasivo en donde lo único que se escuchaba eran los latidos de mi corazón desbocado.

*********

Mientras veía la ciudad pasar como un rayo frente a mis ojos por la velocidad del metro,  mi mente no podía dejar de recriminarme lo que sucedió en la cafetería. Estaba tan absorta en mis pensamientos que no alcancé a escuchar el sonido de la perilla girar. Y sí lo hubiera hecho no me habría sorprendido demasiado lo que sucedió después.
Murmullos a distancia desde mi espalda comenzaron a sonar una vez que mi mente me liberó de la tormenta que eran mis pensamientos. Me puse en pie de un salto mirando hacia en frente y cuando giré mi rostro, la sonrisa desapareció instantáneamente de mi rostro. Sabía que había perdido.
En el umbral de la puerta junto a un hombre de mediana edad, delgado y con una sonrisa de satisfacción en el rostro estaba de espaldas esa melena negra ondulada que tantas veces había visto. Ella giró su rostro hacia mi una vez que el gerente volvió a entrar a su oficina. Me dedicó una mirada y sonrisa de satisfacción al mismo que caminaba hacia mí.
"Supongo que vienes para aplicar para el empleo..." comentó una vez que estuvo a centímetros de mi "Pero perdiste tu tiempo..." el fantasma del triunfo apareció en la sonrisa que mantenía en su rostro "¿Sabes por qué?" Se acercó a mi oído y susurró "Porque yo siempre gano. ¿Sabes por qué supe como conseguir el empleo?" Esperó unos cuantos segundos antes de volver articular una mínima palabra "Porque Nathaniel me lo dijo... Él me dio consejos de como convencer al gerente porque a él le encantaría tenerme cerca".
Se alejó de mi con una sonrisa triunfante en el rostro.
Limpio las lágrimas que están viajando por mis mejillas, mientras me aferro a lo que pudo haber sido. Quiero decirme a mí misma que es mejor así, que es es mejor que nunca haya podido aplicar para ese empleo por lo torpe que soy y también por el hecho de que sí Nathaniel le comentó a Meredith en donde estaba trabajando medio turno y le dio consejos de cómo conseguirlo es porque algo está pasando entre los dos. Y no quiero interferir. Quiero que él encuentre a su media naranja... Quien lo haga feliz.
El lunes por la mañana mientras esperábamos que el profesor del tercer bloque llegara Jenna, Savannah y yo platicábamos sobre lo mismo que ha reinado nuestras conversaciones desde el instituto "Nathaniel Ianson". Y mientras lo hacíamos mi mente no podía dejar de darle vueltas a lo que sucedió con Norah cuando llegué a casa después de haber "aplicado" para el empleo. Obviamente no le conté todo lo que sucedió porque sería muy vergonzoso; aunque no tuve que hacerlo ya que lo adivinó casi al instante de ver mi cara.
"No conseguiste el empleo, ¿verdad?" Su cara era seria y llena de dolor. Mientras le respondía negando con la cabeza ella dejó de cortar los vegetales para la cena, tomó su bolso y de ahí sacó una foto de Meredith. "Es ella, ¿no?" Me miró y después a la foto. Realmente me sentía mal porque sabía que no había comparación entre ella y yo"Sí la miras bien no es tan hermosa". Mis ojos se quedaron como platos ¿realmente estaba escuchado a la madre de Nathaniel decir que Meredith Griffin no era tan bonita? "Ya sé que es inteligente, atlética y se ve bien. Pero ella no es para nada el tipo de Nathaniel, eres tú".

"¡Kim!" Las dos gritaron mi nombre.
Dejé los recuerdos a un lado y sonreí apenada.
"Perdón, ¿qué me decían?".
Ambas se miraron en confidencia y al instante supieron que algo no andaba bien conmigo.
"¿Qué es lo que sucede?" Preguntó Savannah con delicadeza.
"Nada" mentí "Sólo se me vino a la mente algo... Pero ¿En que estábamos?"
"En Nathaniel" comentó Jenna.
"A mi me sigue pareciendo muy extraño que Nathaniel de la noche a la mañana haya dejado su casa y que nadie sepa en donde es que está trabajando. Bueno ahora excepto su madre y Kim".
Negué con la cabeza mientras bajaba la mirada.
"Había alguien más que sabía en donde él trabaja y el mismo se lo dijo".
Las expresiones de sus caras eran de asombro mientras.
"¿Quien más?" Preguntaron a unisonido.
"Meredith Griffin".
Ambas se miraron boquiabiertas mientras tragaban saliva con dificultad.
"¿Meredith?¿Estás segura de lo que estás diciendo?" Habló Jenna.
Asentí lentamente.
"Pues para mi tiene mucho sentido. O sea como alguien tan centrado como Nathaniel de la noche a la mañana deja su reconfortante hogar para probar suerte solo. Yo creo que algo debió haber pasado; algo muy grande que lo haya hecho cambiar... Tal vez se enamoró"
"Savannah, por favor. Nathaniel nunca a demostrado tener interés por las chicas y ahora tú quieres que pretendamos pensar que él está enamorado" una risa amarga salió del fondo d su garganta "¿De quien? ¿De Meredith? Jajajaja. No me hagas reír".
"¿Por qué no? Recuerda lo que ha dicho Kim, ella era la única que sabía en donde él estaba trabajando".
Mi estómago se hizo un nudo. No quiero aceptar eso. No quiero.
"Pero recuerden que él también me dijo que no me odiaba. Que no era tan malo vivir conmigo".
"Kim, lamentó romper tus ilusiones pero; "te amo" o "me gustas", no es lo mismo a "no te odio"
Sé que debería sentirme mal por lo que Jenna y Savannah acaban de decir. Pero es que ellas no estuvieron ahí; ellas no escucharon el tono en que lo dijo. Los gestos en su cara o las palabras con las que estuvo acompañada esa sencilla frase "no te odio".

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Continuará
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Comenzó con un beso [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora