Capitulo siete "Hasta un genio tiene debilidades"

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En el desayuno no podía evitar seguir pensando en esa foto y en el pasado tan "oscuro" de Nathaniel. Una parte de mi no pudo evitar pensar que tal vez por eso él estaba tan amargado y era tan reservado en cuanto a sus cosas. Pero eso jamás lo podré saber.

Estaba tomando mi maicena de sabor vainilla cuando todos en la mesa lo saludaron y él regresó el saludo. En mi interior no puede evitar saludarlo con un tono de voz divertido.

Él me tiró una mirada fulminante.

Me comporté al instante.

Y aunque lo hice. No podía evitar seguir riendo por seguir pensando en lo que acababa de descubrir y ahí fue cuando mi idea apareció, solo necesitaba el momento preciso para echarla a andar.

En el instituto la hora del almuerzo la dejé para seguir intentado estudiar. Aunque escuchaba las voces de Jenna y Savannah preguntarme el porqué estaba tan rara, no respondía. Y para mi mala suerte el escandaloso de Kinich se acercó a mi y comenzó a hablarme.

"Kimberly Allar"

Esa voz era de...

"Nathaniel Ianson" dijeron todos a unísono.

Me paré tan rápido que ni siquiera tuve que pensármelo.

"¿Para qué vienes a buscar a Kim?" le gritaba Kinich.

"Kimberly ¿Puedes traer tu mochila un momento?"

Eso realmente fue una novedad para mi estaba tan sorprendida al verlo ahí en umbral de la puerta de la clase F.

Asentí en forma de contestación.

Y después de eso él se fue con las manos en sus bolsillos y con ese caminar tan perfecto.

Tomé mi mochila y caminé un poco más rápido de lo normal para poder alcanzarlo. Justo en le instante en el que dejaba el salón de clases escuché a Kinich decir.

"¿Puedes traer tu mochila? ¿Para qué demonios quiere eso?"

Minutos más tarde estábamos en el lugar más recóndito de todo el patio

"¿Qué es lo que sucede?" le pregunté inocentemente.

"Esto es lo que sucede" de su mochila sacó mi almuerzo "Mamá se equivocó al colocarlos"

"Oh... Con razón mi mochila pesaba más de lo habitual"

Abrí mi mochila y él aventó el mío con enojo mientras que después tomaba el suyo con serenidad.

"Sabes que si alguno de los raros de tu clase nos ve haciendo esto estaremos en grandes problemas" decía mientras cerraba su mochila "Solo este tipo de inconvenientes pueden ocurrir si vivimos en la misma casa y vamos a la misma escuela"

Y eso fue la gota que colmó mi vaso.

Respire profundamente y elegí cuidadosamente mis palabras.

"Creo que tienes razón..." él me miraba sorprendido "Tal vez algún día vengas a la escuela usando mi uniforme por error" le sonreí.

"¿Por qué usaría tu uniforme por error?" preguntó duramente.

"Bueno es que tú creciste usando faldas ¿No es así?" Sonreí otra vez.

Él me miro muy sorprendido.

Le sonreí por tercera vez mientras en mi mochila buscaba mi arma secreta.

"¡Aquí está!" le mostré la foto que su madre me había dado la noche anterior.

Comenzó con un beso [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora