Capitulo treinta y seis "El malentendido"

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Mientras estoy sentado en el parque esperando por Yosef me he puesto a pensar en Kimberly. Últimamente la he visto muy rara... pareciera que va en automático a todas partes. Con esa expresión de póker, ojos perdidos y esa tez tan pálida. Realmente me preocupa.
Hace unos días me la topé en las escaleras y pareciera como sí no me hubiera visto. Como sí fuera transparente. Eso realmente me irritó.
Suspiro tranquilamente mientras intento disimular mi sonrisa.
No sé porque, justo en este momento recuerdo lo ocurrido aquel domingo en mi "cita" con Meredith. Me da mucha gracia volver a pensar que estuvieron siguiéndonos todo ese tiempo sin siquiera pararse a pensar que alguno de nosotros se iba a a dar cuenta.
Bueno, si soy honesto. No sé porque rayos acepté esa absurda salida. Debo reconocer que me llené de mucho enojo cuando Meredith dijo esa gran mentira sobre Stephen y Kimberly y aún no puedo explicarme porque actué de esa manera tan impulsiva. Pero, sin embargo, justo en este momento estoy seguro que no cambiaría nada de lo que hice ese día.
Estuve tan cerca de ponerme al descubierto ese día que casi me puedo alegrar de que ella no lo entendiera. Comencé diciendo que mi vida antes del último año de instituto fue muy aburrida, pero que al conocerla todo cambió. Que ahora está llena de emoción... que me gusta más así.
Por poco y suelto una carcajada al recordar la forma en que ella lo interpretó.
"Está bien si no lo entiendes" recuerdo haber dicho.
Su cara de un momento a otro se tornó roja y una sonrisa extasiada apareció.
"Claro que lo entiendo" hizo una pausa antes de continuar "Estás diciéndome que... te quieres casar conmigo. Estás proponiéndome algo".
Hice una mueca.
"¿Cómo eres tan estúpida para llegar a una conclusión así? Lo único que quiero decir es que..."
Realmente quería decir que me agradaba. Pero después de pensármelo mejor, lo primero que solté fue...
"Sólo digo que no me molesta vivir contigo bajo el mismo techo..."

"¡HERMANO!" Escuché la voz de Yosef a lo lejos.
Dejé que todos los pensamientos acerca de Kimberly se esfumaran. Mientras miraba a mi hermano pequeño corriendo hacia mi con el rostro sonrojado. Realmente me da mucho gusto verlo, nunca habíamos pasado tanto tiempo separados. Jamás. Pero sé que esto era necesario.
Cuando llegó a mi, me abrazó con todo el cariño que sabía que nos teníamos el uno por el otro.
"¿Cómo te va?" Preguntó extasiado.
"Bien, ¿Cómo van las cosas en casa?"
"Muy bien. Aunque no sé que es lo que le sucede a la tonta de Kimberly..."
Él me miró extrañado y después continuó.
"Últimamente va como sí estuviera ida. Tiene esa horrible expresión de zombie en su cara. Es realmente tenebroso. Ya ni siquiera es gracioso molestarla. Me pregunto qué le habrá pasado".
Estuve con mi hermano como más de una hora charlando y riendo sobre cosas sin sentido como lo hacíamos en los viejos tiempos cuando sólo éramos nosotros. Después disimuladamente consulté el reloj. La práctica del club de tenis comenzaba en media hora y si me daba la suficiente prisa podía llegar a ella y seguir indagando el porqué Kimberly está actuando de esa manera extraña.
Me despedí de mi hermano y sé que esta pequeña reunión quedará en secreto.
Nos despedimos con un gesto de manos para después cada uno tomar su camino.

**********

Es el último periodo del día. Todo el salón de clases está hecho un barullo mientras yo como de costumbre estoy leyendo mi libro de bolsillo. Pero esta vez no es por el gusto de leerlo, sino para quitármela de la cabeza.
Desde el momento que pise las canchas de tenis el día de ayer, supe que algo andaba mal. No se sentía su presencia, no se escuchaba su risa tan ruidosa. Simplemente ella no estaba ahí. Fui con la simple excusa de que quería hacer un poco de ejercicio y sudar un poco, lo cual a Stephen no le pareció extraño ya que soy un miembro eventual del club de tenis.
"Kimberly no se pierde ni una práctica y hoy se reportó enferma. Me pregunto qué le habrá pasado" comentó él de la nada.
Y esas palabras siguen repitiéndose una a una en mi mente. Tengo que saber que fue lo que le sucedió a Kimberly para que esté así. Leí el último párrafo del capítulo y para cuando lo iba a cerrar un par de ruidosas irrumpieron el salón.
"Nathaniel Ianson" gritó una.
Las dos se apresuraron a mi encuentro y yo como sí fuera lo más normal del mundo me levanté serenamente de mi asiento mientras comenzaba a guardar mis cosas.
"¿Quienes son ustedes?" Era obvio que sabía de quién se trataba eran las torpes amigas de Kimberly.
Las dos me miraron en forma de asombro.
"No puede ser que tengas un IQ de 200 y no puedas recordarnos. Estuvimos contigo tres años de preparatoria" contestó de manera exasperada la chica de cabello castaño claro.
Quería reír. Por supuesto que las recordaba... sabía exactamente quiénes eran. Sólo las estaba bromeando.
"Perdónenme, pero no recuerdo las cosas sin importancia".
Sus rostros se tornaron rojos de ira.
Okay, ya era suficiente.
"Oh... creo que ya sé quiénes son.... Son amigas de Kimberly ¿cierto?" Las miré a las dos. Quería seguir divirtiéndome con ellas "Tú eres... Savannah" apunté a la chica de cara redonda y cabello negro muy corto "Tú eres... Jenna".
Las dos se tiraron una mirada que no estoy seguro si pueda entender.
"Al revés, yo soy Savannah y ella es Jenna" dijo la chica de cabello castaño.
"Y no venimos a presentarnos" comentó la chica de cara redonda "vinimos porque algo le acaba de suceder a Kim y todo es tu culpa".
La miré con indiferencia.
¿A qué demonios se refería con "todo es tu culpa"? Justamente por eso me fui de casa.
"¿Mi culpa?" Repetí serenamente "¿Cómo podría yo ser el culpable si no la he visto, ni he hablado con ella desde hace tiempo?"
Ambas se quedaron mudas.
"No nos referimos a eso" comentó Savannah "Es el hecho de tus acciones...."
"El que te hayas ido de casa para vivir junto a la persona que amas es un gran paso. Y nosotras entendemos el hecho de que quieras comenzar a vivir tu vida..."
"Pero... debiste ser más cuidadoso"
"Kim los vio entrar a su departamento. Por favor, si eres un hombre pondrás en claro las cosas con ella".
"Okay. Entonces lo que ustedes quieren es que le diga a Kimberly... Que estoy viviendo con una mujer con la que tengo un romance ya estable y que no me interesa nada de lo que ella siente por mí".
Ambas se miraron de forma avergonzada.
"En esencia eso es lo que tienes que decir".
"Pero te agradeceríamos sí se lo dices de una manera muy suave. Ya sabes cómo es, tan sensible".
Estaba más que atónito. Así que era eso...
Las dos me sonrieron antes de irse.

Comenzó con un beso [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora