Habia quedado, como ya acostumbraba a hacer, con Kenma para hacer los deberes. Sus padres y los míos eran muy amigos. E íbamos juntos a la escuela, Nekoma.
El camino desde allí hasta su casa era un poco aburrido, él siempre estaba con el móvil, jugando o escuchando música. Pero me encantaba cuando compartíamos cascos, era muy mono cuando se sonrojaba. Esta vez veníamos escuchando la banda sonora de Zelda, un videojuego que nos encantaba a ambos. Veía como movía su cabeza al compás de la música mientras escribía un mensaje. Iba tan metido en su mundo que le tuve que coger del brazo para que no se chocase con un poste de luz. Cosa de la cual pareció no darse cuenta.
Llegamos a su casa sin ningún incidente y fuimos al patio a hacer los deberes en una pequeña mesa allí situada. Sacó los libros y cuadernos para empezar. Me senté a su lado, como hacía siempre, e hice lo mismo. Disfrutaba cuando nuestros brazos se rozaban de vez en cuando, creando un toque eléctrico, por lo menos para mí. Siempre que aquello pasaba él se ruborizaba y se apartaba inmediatamente. Todo esto suena como si estuviera completamente enamorada, y no lo voy a negar, el colocador de Nekoma me volvía loca.
-Kenma...podrías explicarme esto, que no lo entiendo...- tiré levemente de su manga. Él solamente asintió y se acercó a mi para ayudarme. Su proximidad me incomodaba, pero a la vez me gustaría que se acercase más. Era realmente un buen profesor, lo explicaba todo con mucha calma, ayudándote en cualquier duda o problema que tuvieras. A su lado yo parecía una completa inútil.- Gracias, no soy buena para esto...en comparación contigo.
-No, es cierto que esto es un poco complicado
-Ah!? Ves, has dicho un poco, entonces tú también piensas que no sirvo para esto! No mientas.- dije de broma mientras inflaba mis mejillas. Cosa que le hizo reír.- Oye! No te rias encima! Que malo eres conmigo...
-Lo siento, eres de las pocas personas que me hacer reír, aparte de ti solo creo que está Shoujo-Eso era nuevo. No sabia que él no se reía a menudo, conmigo lo solía hacer siempre. Es cierto que es muy callado, pero no es una persona muy seria. Le sonreí de vuelta a lo que él volvió a su cuaderno convertido completamente en un tomate. Cosa que me hizo reir.
Debieron de pasar unas dos horas hasta que terminamos todo. Si, dos horas, no siempre que intentas hacer los deberes con un amigo estás haciendo realmente los deberes. Guardamos todo y dejamos las mochilas en su habitación.
Era extraño, pero aquel lugar seguía poniéndome nerviosa a pesar de haber entado varias veces. Estuvimos buscando un videojuego que Kenma no se hubiera terminado ya, o que le interesase volver a jugar. aproveché para tumbarme en su cama y descansar un rato, cerré los ojos un momento, para poder disfrutar de la paz y tranquilidad del silencio. Sentí levemente como se movía la cama y como una mano acariciaba mi frente. Después caí en un sueño profundo.
Algo golpeó mi pierna y aquello hizo que me despertara. En cuanto abrí los ojos, me asusté. Kenma estaba encima mío, con los brazos a ambos lados de mi cabeza. Se apartó inmediatamente, sonrojado.
-Lo siento! No intentaba hacer nada raro, quería ir a coger un juego de esa estantería y sin querer los terminé derribando. Intenté que no despertases evitando que no te diera ninguno, pero al parecer no lo conseguí...- Sabia perfectamente que decía la verdad, con lo cual no pregunté mas sobre el tema.
-No es nada, tranquilo. Tu estás bien?
-S..si, creo que he parado algún que otro golpe con la espalda, pero todo está en orden.- Aséntí aliviada.
-Emm...antes, me acariciaste?- dije completamente roja.
-Lo siento si te ha molestado....
-No, tranquilo, está bien. Podrías hacerlo mas a menudo, me relaja bastante.-sonreí
Bajamos de nuevo al patio para poder disfrutar de los últimos rayos de luz. Kenma accedió ya que ahora se podia jugar con la consola fuera, antes, por el sol, no. Fuimos a un banco y nos sentamos. Yo le observaba mientras el jugaba, era realmente bueno. Cosa que no me sorprendía, realmente debe de pasar más tiempo con esa Nintendo que sin ella. Había decidido contarle hoy mis sentimientos, con lo cual no esperé más. Mis intenciones eran darle un pequeño beso en la mejilla.
-Kenma...- justo cuando dije eso él se giró, con lo cual, mis labios en vez de ir a parar a su mejilla, llegaron a sus labios. Me aparté rápidamente, sin poder mirarle a los ojos, mientras él seguía parado pero ahora completamente ruborizado. En su consola se escuchó un "game over". La dejó a un lado y miró al suelo. Los dos estábamos completamente embobados mirándolo, como si fuera la cosa más bonita del mundo. A todo esto llegó su padre.
-Kenma! Ya he llegado!- dijo saliendo al patio.
-Te he escuchado, papa.
-_____! Todavía estás aquí? Llamaré entonces a tus padres para decirles que te quedas a cenar.- me autoinvitó a la cena.
-No te preocupes, ya me parece a mí que he causado mucha molestia- dije refiriéndome a lo que había pasado momentos antes.
-Que va! No es nada, de todas formas yo siempre hago comida de más. Kenma, hoy hago yo la cena, díselo a tu madre- no dejó que yo me negase y fue directo a la cocina mientras que Kenma tecleaba algo en su móvil.
-No te querías quedar?- dijo sin apartar la vista del aparato.- Es por lo de antes?
-No, osea, si! pero...no?- me había puesto tan nerviosa que ni yo sabia lo que hacia.
-No quieres repetirlo?- me miró fijamente a los ojos.
-Si qu...- no pude continuar, mis labios estaban sellados por su mano.
-Entonces calla.- apartó su mano rápidamente, a la misma velocidad que posó sus labios sobre los mios. Apoyó sus brazos alrededor mío para evitar caerse y así poder profundizar el beso.
-Kenma, ____! a cenar!- él se separó de mí.
-Este será nuestro pequeño secreto....-dijo volviéndome a besar, pero esta vez en la mejilla- Ya vamos papa!
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One-shots anime
FanficAquí encontrarás one shots de los personajes anime que más me han llegado al kokoro, disfrutad