Yato x _____(noragami)

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Calor, era lo único que sentía en ese momento. Mi vista estaba un poco borrosa, quizá por el sueño,quizá por los efectos secundarios del alcohol. Había un chico tumbado en el suelo, abrazado a mí. ¿Qué había pasado anoche? Él empezó a despertarse, sus ojos azules se movían curiosos por la habitación hasta toparse con los mios, mientras que su pelo azabache, despeinado, intentaba resistirse a ser colocado de nuevo en su posición.

-Quien eres?- la pregunta salió de mis labios sin previo aviso. Él se quedó paralizado.

-No...no me recuerdas?- su voz temblaba, era tan rato no recordar a alguien después de beber hasta caer dormido?

-Lo siento, pero mi memoria no es buena en noches de borrachera- pareció respirar. Mi cuerpo se movió solo y traté de colocar aquel pelo reverle de su cabello. A lo que él reaccionó sonriendo.

-Me parece raro, a mí nunca me ha pasado...-parecía no creerme del todo-Bueno, será otra de las diferencias entre los dioses y los humanos- no pude aguantarme la risa- Ayer cuando te lo dije parecías muy encantada de conocerme- dijo con aire de superioridad.

-Ayer por la noche no sabía lo que hacía, podías haberme dicho que eras un mendigo, una chica, o un unicornio y yo te hubiese creído.

-Como puedo hacer que me recuerdes?-parecía hablar con él mismo- Ah! Ya se!- aprovechó nuestra proximidad para besarme en el cuello. Se apartó y sus ojos brillaron en cuanto se cruzaron con los míos. No lo había detenido porque realmente se sentía bien. Parecía que encajábamos y empezaba a recordar vagamente esos mismos labios rozando mi piel la noche anterior- Hasta te ha gustado.

-No puedes saber si me ha gustado!-dije completamente roja

-Claro que si! Tú "teóricamente"-hizo énfasis en esa palabra- no me conoces. Si no te hubiera gustado me podías haber apartado, no?

-No es eso! Solo...me parecía que ya lo habías hecho antes... Solo por eso!

-Pues, puede que no te acuerdes, pero-se acercó a mi oreja- anoche llegamos a más. -Le aparté rápidamente mientras sentía como todo el calor restante de mi cuerpo subía hasta mi cara.

-Yato!-dije intentando expresar toda mi indignacion. Él sonrió.

-Ves? Te has acordado tú solita de mi nombre.- dicho esto me tendió una pequeña tarjeta.- Yato, dios adomicilio, las veinticuatro horas del día. No siempre estaré allí, tengo muchos trabajos, pero por ti haré un esfuerzo.-realmente sentía que no podía llegar a un tono más rojo en mi cara, debía de parecer una cereza o un tomate.

-Yato!!!-alguien le estaba llamando. Esa misma persona entró al bar segundos después. Morena, de pelo largo y ojos rosáceos. Realmente era una chica muy mona, sería su novia? -Ah! Aquí estás, menos mal, pensé que tu rastro me había llevado a otro lugar equivocado. -Le ayudó a levantarse cogiéndole de la mano, cosa que hizo que me enfadara un poco.

-Gracias. Hiyori, te presento a _____ otra medio ayakashi como tú. - me señaló y también me ayudó a ponerme de pie. Después de aquella noche mi equilibro no se había recuperado con lo cual él me sujetó un poco para evitar que me cayera.

-Medio... Que?- dije en cuanto recupere el equilibrio.

-Medio ayakashi, mira tu espalda. Hablamos de esto anoche, por ello me puedes ver...-Me giré para intentar ver mi espalda, pero una especie de ala verde me impedía ver. Solamente había una, y parecía de pájaro, pero en ella había plumas que parecían estar afiladas, aunque al tacto fueran muy suaves.

-Te recuerdo que no sé nada de lo que hablamos anoche.-no le di mayor importancia al ala, estaba segura de que todo esto era un sueño, un bonito, pero extraño sueño.

-Ah, sí! Qué bien- dijo Hiyori. Se notaba a kilómetros el sarcasmo en su voz- Nos tenemos que ir. Despídete de ella y hasta nunca!

-Tu mejor que nadie debes de saber que es vivir así. No aguantará mucho tiempo si no la explicamos todo. -contestó él apretando mi brazo.- Me comprometo a ser su tutor en esto de la otra orilla.

-Eso no lo hiciste conmigo...-bajó su cabeza- yo no te importaba...

-No es eso, ahora sé cómo tratar estos temas, no quiero que alguien pase por lo mismo que tú pasaste. Y sabes que hice todo lo posible con mis conocimientos anteriores.- la acaricio la cabeza.- de todas formas, creo que con una clase corta valdrá. Tiene pinta de ser una chica muy lista...-me guiñó un ojo.

Hiyori se fue dejándonos a Yato y a mí solos otra vez. Me explico todo sobre lo que ellos llaman la otra orilla, que están buscando una forma de evitar que surja más gente como nosotras y muchas más cosas sobre su vida cotidiana. Cómo había sido formada aquella noche en una pequeña pelea, los shinkis y todos los clanes, como saber cuál era el indicado... Yukine me parecía una persona muy agradable, ojalá algún día pueda conocerle. Después de toda aquella charla alguien le llamó al móvil y él contestó. Me abrazó rápidamente y desapareció como si el móvil se lo hubiera tragado. Decidí que era momento de llegar a casa. Por muy triste que me pudiera.

Yo vivía sola y nadie me iba a echar en falta. Abrí con mis llaves y me dispuse a ver una película. Prepare palomitas, y apague las luces para crear ambiente. Pero en cuanto puse la peli sentí que me observaban, empecé a escuchar voces que provenían de todas partes, sin un emisor fijo, como si todas estuvieran en mi cabeza. Me agarré a mi cojín e intente alcanzar el móvil, para llamar a la única persona que sabía que podía ayudarme. Esta apareció de la nada y se lanzó a abrazarme desesperadamente.

-Yukine! Enciende las luces!-chilló. Las voces pararon en cuanto estas se encendieron y yo me tranquilice un poco. Seguía temblando y alguna lágrimas resbalaban por mis mejillas.- Hey...ya pasó...no hay nada que temer, Yato está aquí para protegerte.-le abrace mientras él se dedicaba a acariciarme la espalda. Cuando me hube tranquilizado me soltó. Proteste un poco interiormente, porque realmente estaba muy cómoda entre sus brazos, pero no lo quería molestar más.

-Gracias.-fue lo único que salió de mis labios antes de ser tapados con otros. Unos que encajaban tan bien con los míos que parecía irreal, un sueño, una fantasía, la cual realmente deseaba que no tuviera fin.

-No sabes cómo me has asustado, pensé que realmente no te volvería a ver...- y de aquellos hermosos ojos azules salieron un par de lagrimas que yo con mis manos aparté.

-Lo siento....

-No pasa nada, hará falta mucho más que esto para apartarme de ti...

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Imagen extra porque Yato es sexy:

----------Imagen extra porque Yato es sexy:

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*nosebleed*

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