Cuarto día: Fotos.

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Narrador POV'S

-Más abajo.- susurraba Rubén con cansancio.

-He pasado por ahí unas diez veces, es la mejor posición y sigues queriendo otra, joder.- jadeaba Angel, quien también estaba agotada.

-Es que, ahí no me gusta tanto.-insistió.

-Shit, se esta bajando.- Angel rió fuertemente.

-Jalalo con más fuerza.- decía agitado.

-Es imposible, esta muy mojado.

-¡Madre mía Angel! Es un soporte de cámara, ¿cómo es que no puedes acomodarlo bien, lo subes demasiado y solo se verán mis cejas, joder.- decía exaltado Rubén.- Además, ¿cómo puede estar tan mojado? ¿te sudan tanto las manos?

-¡es tu trabajo! Yo solo te trato de ayudar, pero es imposible, esto esta más viejo que tú.- Rubén rió.

-Mejor dime cuál debo usar, es un vídeo importante.- Rubén señalaba sus gorras.

-Pareces un elote, es muy raro mirarte, aunque sinceramente, me gusta más el rubio que el rosa.

-¿por qué?

-Porque yo era TeamAzul. Aparte el rosa es de pasiva, y me recuerda a wattpap.- Rubén la miro confundido, pero se carcajeó al instante.

-Yo también era TeamAzul, y sí, se que el rosa es de pasiva, pero sabes bien que no.- Angel rodó los ojos y sus mejillas se ruborizaron, ¿este tipo no tenía filtro en lo que el decía?

-No lo se. Ni quiero averiguarlo «Bueno».

-¿cómo me veo?

-Bien, de hecho te queda guay.

-Deberías de pintarlo también.- dijo él, mirando el castaño cabello de la chica.

-Para eso haría una apuesta primero, pero no contigo.- Rubén levanto el dedo medio y ella sonrió, se estaban llevando muy bien.

-Apuesto a que cuando lees wattpap te pajeas.- soltó Rubén.

-No leo ese tipo de cosas, asqueroso «Por Dios, ¿Quien no lee ese tipo de cosas?» pensé.

-Bueno, pero te apuesto a que no te gusta verme tanto tiempo tumbado en la cama, jugando como vago.- el río muy fuerte ante la mirada de incredulidad de Angel.

-No. Y tampoco me gusta que me uses como fotógrafa. Esta bien que estudie eso, pero joder macho.- Y de nuevo reía, y eso era encantador.
Y sí, Angel le tomaba las fotos que el colgaba en sus redes, pero, a veces también le gustaba hacerlo mientras el no se daba cuenta, porque literalmente era arte.
ERA ARTE.

(✨)

-Al final a todos les ha gustado la camisa que haz escogido.

-Obviamente. Siempre te pones lo mismo, no me sorprende.- Angel miro la camisa de su compañero de piso, una «rara» pero linda águila coloreada sobre la tela.

-¿me dejas tomarte una foto?- Rubén la miro extrañado, pero asintió.

Tomo tantas fotos, pero él nunca fue serio. Su sonrisa era simplemente encantadora, imposible de ignorar, le gustaba sonreír porque sabía lo que causaba, y él era así. Sus ojos verdosos brillaban, las líneas en su rostro eran perfectas. Su cabello ahora rubio caía con delicadeza por su frente, al costado de su mejilla, y eso era fascinante para ella, para ella que sabía apreciar cada cosa.

 Su cabello ahora rubio caía con delicadeza por su frente, al costado de su mejilla, y eso era fascinante para ella, para ella que sabía apreciar cada cosa

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-¿Mujer? ¿Qué te pasa?

-Nada. Me siento sola, solamente.- susurró sin aliento.

-¿solamente?- él chico sonrió frustrado.

-A veces me siento así, no te angusties.

-No esta bien. Se que nos conocemos nada prácticamente, pero tu puedes confiar en mi, que lo sepas, vives conmigo, me siento mal cuando dices que te sientes sola.- sonrió con cansancio, quería ayudar, él sabía perfectamente como se sentía Angel.

-No lo digo por ti. Tú eres un gran compañero, siempre me haces reír. Pero como me dijiste, no siempre puedo sentirme bien.

-Yo puedo ayudarte.- finalizó Rubén, levantándose de su lugar.

30 días con Rubén Doblas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora