No me jodas.

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Lo chistoso de todo era que ni siquiera conocía al chico, pero ya todos en mi clase me habían pedido llevarles dónde él,  no me jodas, pues con razón no ha querido decirme quien era.

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Las clases pasaron después de todo aburridas, nada me interesaba de ahí que no fuera la clase de artes. Todo sobre el mismo tema, lo "genial" que  seria graduarse y tener un titulo, pero eso para mi no era importante si lo que valía la pena no tenia un titulo para clavar en  la pared, y recordarte todos los días lo miserable que seria tu vida trabajando en algo que no querías.
Valería y Jade me han dado las redes de Rubén, y lo que ha puesto en twitter esta noche me ha dejado con la boca abierta:

"chica del súper, no se hacer pasta, ayudadme por favor"

No supe que hacer, me quede sonriendo, ante todos los comentarios diciendo que en el súper había muchas chicas y que no solo esa chica sabia hacer pasta, pero no, yo sabia que se refería a mi. Decidí comenzar a ver algunos de sus vídeos, "elrubiusomg", hací me dijeron que lo encontraría, cantidad de vídeos se mostraron en la pantalla, con miniaturas coloridas, caras graciosas y títulos llamativos. Seguí bajando y me encontré con uno que llamo mucho mi atención, esta vez no era la miniatura colorida, ni las caras graciosas lo que me hizo abrirlo, si no el nombre del juego, "Outlast".

Outlast era mi juego favorito, no sabia bien si tenia una obsesión o simplemente es que me encanta de una manera inhumana, pero si, al empezar a ver sus vídeos sobre outlast quede encantada,  por todo, por su forma de ser, por su forma de hablar y ese acento español que me fascinaba, porque sí, yo no era de Madrid, pero siempre me había gustado como aquí hablaban, su pronunciación, todo. Después volví a twitter, otro twitt más:

"Decirle por favor a la tía del súper que me he quedado su pulsera, se la ha dejado en una de las bolsas de la compra y no se como coño devolvérsela"

Y me di vuelta mirando mi muñeca, efectivamente, la pulsera había resbalado por mi mano y no me había dado cuenta, me llego un mensaje de Jade, quien me decía que era una suertuda, que Rubén me estaba dedicando twitts y que yo ni siquiera lo conocía. Aquello me desconcertó un poco, como con 21 millones de seguidores el seguía acordándose de mi, lo veía anormal, casi imposible, pero bueno, alguien que te hace la compra no se olvida muy fácil, ¿verdad?

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-¡_____!.-me gritaba Jade desdé el otro lado del pasillo.

-Hey, buenos días.-le dedique una sonrisa, pero ella me abrazó, sentí sus brazos rodear mi cuello, era muy cariñosa, lo cual me hacia sentir bien, no conocía a muchos y eso me hacia sentir parte de algo... De alguien.

-Eres el tema principal de todos en la clase.- me decía mientras sacaba mi libro de literatura del casillero.

-¿Aja?.- respondí mirándole, ella me sonrió y se apoyo del casillero junto al mio, mientras yo cerraba este.

-¿y por qué?.- le cuestione, obviamente sabia porque.

-¿como que por qué? No me jodas, si ayer Rubius te ha mandado indirectas en twitter.- me daba pequeños golpes en la costilla con su codo, sonriendome.

-Ah, sí, las vi.

-¡Pero que parece que te ha hablado el niño raro del fondo del salón!.- Me gritoteo Jade, a lo que rei fuerte.

-No lo tomes tan a pecho si, solo fueron dos twitts, y no creo que lo haya dicho con otro fin que no fuera una broma.- le conteste. Porque de verdad eso sentía, que solo era una broma.

-¿y tu pulsera? ¿se la has dejado a propósito no?.- se burlaba, pero no, no la había olvidado allí por puro placer mio, se había resbalado.

-Jade, dejala ya, madre mía, pareces policía con tantas preguntas.- Jade rió ante las acusaciones de Valería, quien nos alcanzaba justo antes de entrar a clases.

El silencio se hizo presente cuando entre al aula, todos mirándome fijamente, murmurando bajo. Recorrí el pasillo de bancas hasta llegar a la mía, sentándome rápido, como si sirviera de algo, aún me miraban.

Rubén.

-¡me han dicho donde vive la chica!.- le grité a Alex cuando vi la mención.

-¿y de verdad te crees que ahí vive? No seas gilipollas Rubius, si ya te la han hecho antes tío.- le Sonreí amargo, era un capullo.

-joder macho, que me dejes, ella dice que la conoce y yo quiero verle.

-¿Solamente por una pulsera quieres verle? Yo creo que te ha flechado.- Y si, era estúpido pensar que solo por una pulsera quería verle, pero era enserio, no buscaba más.

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-¿Que hiciste qué?.- le gritaba a Jade, quien corría por toda la sala de mi departamento como perrito asustado.

-!QUÉ LE HE DADO TU DIRECCIÓN A RUBIUS!.- me contestaba riéndose, lanzándome los cojines del sofá.

-¿Por qué?.- le respondí sentándome en el suelo, con el ceño fruncido.

-Habéis visto que quiere verte, no puedo dejar que se te pase la oportunidad, _____, ¡es Rubius!.- al fin y al cabo sólo me reí, el no saldría de su casa para buscar a alguien que había visto solo una vez, ¿oh si? No, definitivamente no, era muy importante como para hacerlo. Suspire aliviada, mis pensamientos se habían relajado.

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Pasaron semanas, necesitaba dinero, lo que mis padres mandaban ya no me alcanzaba, shit, necesitaba trabajar. Eran las 12:30 pm, veía televisión, aun no me ponia mi pijama, todavía no terminaba mi tarea. Escuche tres golpes en mi puerta, me altere, era muy tarde.
Mire por la rendija, no distinguía, había muy poca luz.

-¿si?.- pregunte, mi respiración se alteraba. No me respondían, así que me dispuse a regresar a mi sofá, pero volvieron a tocar.
Abrí, no lo podía creer.

-Buenas noches.- Me sonrió, era Rubén.

-Hola.- me limite a decirle, no sabía que hacer.-¿Quieres pasar?.- me hice a un lado y el entro, se sentó en mi sofá.

-Disculpadme la hora, si no lo hago así...

-Te encontrarían y pararían ¿no?.- le interrumpi, el sonrió.

-Si, definitivamente.- metió su mano al bolsillo del pantalón, sacando mi pequeña pulcera azul que había olvidado.- la he encontrado en una de las bolsas, supongo que es tuya.

-Si, lo es, gracias.- Sonreí, a lo que respondió también con una sonrisa.

-Están muy lindas.- me decia cuando miro mis fotos.

-Gracias, ahora no me da el presupuesto, pero pronto tendré más.-respondi al alago.

-¿necesitas trabajo? Yo podría darte.- ¿De qué? ¿camarografa personal?.- necesito una persona que haga mi comida.

30 días con Rubén Doblas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora