séptimo día; donde sus teorías no son tan malas.

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Rubén POV'S.

Toque mi rostro como reflejo de recién estar despertando, me sobresalte sintiendo la herida a un costado en la mejilla que me había hecho hace unas horas atrás, mi mano subió hacia la ceja, donde se encontraba una más pequeña.

Tomé el móvil, bajando un poco el brillo ya que mis ojos estaban adormecidos aún, "9:43am", y junto la bandeja de mensajes uno de Angel.

Angel;

"Buenos días, he tenido que salir temprano, el desayuno esta en el microondas, nos vemos más tarde.
Pd; no te levantes tan tarde, por favor❤".
7:32am.

Repentinamente tuve pequeños recuerdos de todo lo que había sucedido con ella. Mi mente divagó mientras pasaba mis dedos sobre mis labios recordando los de Angel y sonreí.
Me levante hacia el baño tomando un ducha, mi cuerpo se sentía quebradizo a causa del frío intenso que se sentía esa mañana, lo cuál me hacía no querer permanecer bajo el agua por mucho más tiempo.

Me abrigué y tome el desayuno, no dejando de pensar en todo, absolutamente en todo.

-

-¿como ha estado tu desayuno? - Angel se acomodaba en la silla al lado mio.

- Bien - sonreí. Se veía muy tierna con ese suéter blanco gigantesco, (incluso aún más grande que ella).

Me miró atenta a las heridas en mi rostro, tocando estas con su dedo índice cuidadosamente.

- ¿cómo te sientes? ¿duelen mucho? - formuló un gesto de preocupación.

- No, no duele, bueno, solo un poco - me estremeci al tacto de su mano en mi mejilla.

- oh - sonrió serena - me alegra escuchar eso.

Dejamos de hablar. De pronto todo se torno en un silencio incómodo para los dos, su mirada estaba clavada en el suelo, mordía la cara interior de su mejilla de vez en cuando, la habitación estaba llena de tensión.

- escucha - habló. - sobre anoche... - sus ojos se trasladaban rápidamente de un lugar a otro.

-¿si? - Se centro en mi rostro ahora, se notaba nerviosa, preocupada.

- Si no quieres hablar de lo que sucedió esta bien, yo... -

- ¿por qué no quisiera hacerlo? - sus mejillas se tornaron rojas en segundos, mientras peinaba su cabello.

- No lo se. ¿por qué querrías hacerlo?

- ¿hablas sobre mi gilipollez o sobre como abusaste de mi? - abrió los ojos, riéndose divertida mientras cubría su boca.

- ¿por qué la cubres? Tu sonrisa es linda -

- recuerdo haberte dicho eso antes - jugaba con mis dedos sobre la mesa. - y sobre abusar de ti... - sonrió tímida haciéndome reír.

- Lo disfruté, si esa es tu duda - levanto su cabeza rápidamente, mostrándome una gran sonrisa formada en su cara.

- ¿Qué paso?

- No lo se - espeté, ni siquiera me había detenido a pensarlo, pero seguramente tampoco tendría una respuesta - ese tipo de cosas no tienen explicación.

- ¿por qué?

- joder, haces muchas preguntas ¿lo habéis notado ya? - coloco sus brazos en el borde de la mesa y escondió su rostro en ellos.

30 días con Rubén Doblas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora