Un día que no entra en el conteo.

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Angel POV'S







Generalmente nos referimos al amor como una de las sensaciones más interesantes en el mundo, una de las más hermosas, como una canción, pero no cualquier canción, cabe aclarar que seria una canción muy buena, seria la mejor de hecho, la mejor para ti.

Se refieren a el como algo egoísta también, como algo increíblemente complicado y extremadamente abstracto, la peor de las cosas que podría pasarte, si es que cuentas con tan mala suerte.

Pero en realidad, la simple palabra tiene tantos y tan variados significados que en si, ni siquiera podría contarlos y terminar si no hasta mi muerte.
Lo que tengo claro, es que nadie ha podido jamás decir la palabra amor, y no sonreír, o decirla y no frustrarse, porque son reglas, las de la vida, y para mi las reglas, y en especial de tal rango, me complican, me disgustan, es decir, la vida te obliga a encontrar a alguien asqueroso en todos los aspectos en los que se pudiera emplear esa palabra para enamorarte por primera vez, hermosa y jodidamente especial debo agregar, y te hace pasar largos periodos soportando entre quejosos lloriqueos y risas estúpidas que no cubren ni siquiera un 20% de todo lo jodido de la situación, te hace sentir completa y plena y al mismo tiempo vacía e insegura porque seguramente que todo acabara mal y terminaras llorando en tu habitación con el móvil en la mano izquierda, una taza de café en la derecha, leyendo cosas tristes para terminar de romper los pocos pedazos de esperanza que aún tenías y entonces tal vez llamar a tu mejor amigo en la madrugada y decirle que te sientes exhausta y de alguna manera alivida porque ya acabo, seguro que te dirá que estarás bien porque ese es el trabajo de un amigo, más si seguramente sean las tres de la madrugada y estaba durmiendo, «claro, si es que coge la llamada».

Y te quedas ahí pensando que todo es una jodida mierda y que tu corazón podría explotar y arde, te falta la respiración y tus ojos se mantienen fuertemente cerrados en un fallido intento de no llorar, pero sabes que es tarde porque le querías tanto que no tienes mas remedio porque si no jurarías que tenias un cronómetro en el pecho con una cuenta regresiva que no se detiene, y allí éstas, llorando por alguien que la vida te puso solo para que experimentaras tu primer concepto de amor.

Y cuando pasa el tiempo y te sientes bien, y no sientes que odias tanto a la vida, entonces lo ves, alguien que toma la atención de tu mirada fija y ardiendo por dentro. Miras su rostro y sus perfectas facciones, miras sus ojos y el largo de sus pestañas, lo bonita que es su sonrisa y lo dulce que se ve mientras sus mejillas se tornan rojas, tus piernas tiemblan y tus manos sudan, entonces escuchas su voz, tan ronca pero sutil al mismo tiempo, y que decir de su risa, algo que podrías escuchar todos los días y a cada momento y sentirte afortunada, apuesto a que estarás tan concentrada que no te darás ni cuenta que ha sonreído gentilmente para ti, y cuando lo hagas, todo se tornara en silencio y solo vas a escuchar tu corazón latiendo fuerte y nerviosamente, tal vez rías ante lo estúpida que te estarás viendo y ni lo notabas, luego se conocerán más y querrás saber que te pasa porque jamás habías tiritado cerca de alguien, y es tan simple la respuesta que sonreirás porque pensaras que era patética, y que estaba mal en casi todos los sentidos, casi.

Sabrás que es amor, o que seguramente eres alérgica ha la colonia que siempre usa, pero sabrás que no estará mal si fuera alguna de esas dos porque sabrías que en cualquier opción sufrirías.

Estará la etapa de la negación por supuesto, luego te sentirás culpable y no sabes porque, para finalmente descubrir que no tienes remedio, y así es como conoces al amor de tu vida. Si, suena dolorosamente complicado, pero yo creo que valdrá la pena.

Y sabrás que es el amor de tu vida porque deseas escuchar sus risas todos los días, tu pulso se acelerará cuando estén a centímetros, incluso a metros porque solo su simple silueta te hará temblar y sonreír. Sabrás que lo es porque no te imaginarás sentada al lado de alguien más, nunca otra vez.

 Sabrás que lo es porque no te imaginarás sentada al lado de alguien más, nunca otra vez

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30 días con Rubén Doblas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora