Lo único en común

Capítulo 10

¿Alguna ves han visto un documental?

Esos sobre animales carnívoros en los cuales se muestra como cazan.
En el cual se ve a la presa que inocentemente va caminando, sin saber que su vida está a unos minutos o incluso segundos por culminar. Ya que caería en las fauces de un depredador.

En esos documentales en los cuales los depredadores pelean por la presa, para que solo uno de ellos la pruebe por completo.

¿Si?

¿No?

Si ya lo has visto, seguro que ya te puedes dar una idea de la situación en la que se encontraba Ichigo, ya que él, es la tierna y deliciosa presa.

Si no lo has visto, ahora leeras algo parecido.

Ichigo iba de un lugar a otro atendiendo las mesas, lo cual era algo incómodo para él, ya que la mayoría de los clientes (por no decir todos) pedían ser atendidos por el chico para poder estar cerca de él y coquetearle.

Ichigo se cansó de todas las miradas insistentes y pervertidas que sentía y notaba que posaban sobre su cuerpo, al igual de que le llamaran a cada rato para atender las mesas, así que le pidió un descanso a Kisuke. Él no dudo en otorgarselo, era consciente de la situación en la que se encontraba Ichigo, la cual, era divertida a su parecer.

Rukia igual pidió un descanso y acompañó a su amigo a la habitación que había sido proclamada (por lo mismos empleados), "La habitación del descanso". Kisuke no puso objeción alguna por eso, con tal de que no se pasaran de vivos.

Ambos muchachos se tiraron sobre dos de todos los sofás que estaban distribuidos por el lugar.

-Ugh, estoy exhausto-.murmuró Ichigo mientras cerraba sus ojos.

-No vayas a quedarte dormido- le dijo Rukia viendo como Ichigo se acomodaba en él sofá.

-No.

Estuvieron así un rato, tranquilos, descansando. Ichigo estuvo a punto de dormirse varias veces pero Rukia siempre le gritaba evitando que se durmiera. Pasados unos 15 minutos, Kon entró a la habitación.

-¿Qué haces aquí?- gruño Ichigo.- Se supone que solo los empleados pueden entrar.

-Bueno, digamos que soy amigo del dueño- comentó divertido mientras les guiñaba.

Ichigo le miro levantando una ceja.

-Eso no importa ahora- agregó Kon-. Ya es tiempo de que salgan, está como una jungla y la mayoría pregunta por ustedes.

Ichigo y Rukia intercambiaron miradas asustadas. No querían salir y que todos los atiborraran de pedidos.

-Es broma.- les dijo Kon divertido-. Sí está como una jungla pero sólo la mitad pregunta por ustedes, no casi todos.

Rukia e Ichigo contuvieron las ganas de propinarle unos buenos golpes y salieron para seguir trabajando.

Para su lamentable suerte, al parecer habían llegado más comensales; hasta los mismos empleados se preguntaban cómo es que mucha gente había llegado al lugar.

-Pff... Gracias a los dioses que volvieron mis queridos empleados estrella.- bromeó Kisuke.

-Si, si, cierra la boca jefe, que empieza nuestro sufrimiento.- le dijo Ichigo mientras veía a los empleados ir y venir de mesa en mesa.

-Vamos.- le dijo Rukia mientras caminaba en dirección a una mesa.

Ichigo se acerco a otra y con una sonrisa preguntó.

-¿Qué se les ofrece?

En la mesa se encontraban cuatro muchachas las cuales se sonrojaron al verlo.