Lo único en común

Final Alternativo III: Ulquiorra

Ésta parte no tiene mucho de un capítulo, sin embargo empieza en una pequeña situación que llevará al final con Ulquiorra.

Empieza en el capítulo 14 cuando Ulquiorra está en el sillón con Ichigo.

Hasta ahora es el más largo.

Nel ya había desaparecido de la cocina, yendo a la sala para ver tele un rato.

Ulquiorra e Ichigo la siguieron, sentándose los dos, juntos, en el sillón grande. En ese momento fue cuando Ichigo pudo tener su tiempo de relajación, tanto, que sin importarle la incómoda situación de hace una hora, se acostó en el sillón, colocando su cabeza en el regazo de Ulquiorra.

Ulquiorra esbozó una pequeña sonrisa, la cual no fue notada por nadie más que él. Sutilmente colocó su mano sobre Ichigo, en algún punto de su cintura.

Sin embargo, mientras se relajaba con el pelinaranja, no pudo evitar pensar en lo mucho que había cambiado con el hecho de estar con Ichigo.
Su personalidad se había vuelto relativamente más cálida, y había empezado  a comprender y vivir aquello que las personas gozaban y presumían.

Sentimientos.

La palabra le llegó fugaz en la mente y no pudo apartarla.

Desde pequeño había sido diferente, un niño con una personalidad fría y distante.
De pequeño no recordaba haber llorado, ni siquiera haber reído con mucha frecuencia.

Su expresión facial era neutra y no sufria muchos cambios, sin embargo, no era alguien malo.

Sus padres aprendieron a tratar con aquella personalidad fría, y Ulquiorra podía decir firmente que los quería demasiado.

A pesar de eso, no sentía ninguna emoción hacia personas externas, sin contar su  admiración hacia Sousuke Aizen.

Ichigo había cambiado todo eso.

Aquella personalidad libre, espontánea y admirable, aquel deje salvaje que reflejaban sus ojos, el extravagante pelo naranja que iba perfecto con su personalidad... todo su ser lo había atraído. Todo él había logrado que poco a poco dejara de ser el chico frío al cual parecía no importarle nadie ni nada.

Se había descubierto pensando en aquellos ojos ocre; la sensación que debería tener besar aquellos labios carnosos y rojos que se veían exquisitos cada vez que el pelinaranja los humedecía con su saliva...

Nunca le había pasado eso, al principio se había sentido abrumado por esa infinidad de sentimientos y el estrés de sólo pensar en el de pelo naranja.

El mismo que ahora descansaba en su regazo.

-¿Qué hacemos ahora?- Rukia apareció después de terminar su labor en la cocina.- Apúrense- apremió a quienes estaban en la cocina.

-Ah... Yo realmente me quiero quedar aquí.- Soltó Ichigo, mientras removía su cabeza, acomodándose mejor en Ulquiorra. -Me voy a quedar dormido.

Ulquiorra quiso reir por lo tierno que Ichigo se veía, pues había cerrado sus ojos y parecía reacio a que lo quitaran de ahí.

-Me quejaría de tu actitud floja, pero la verdad yo también quiero descansar.- La respuesta de Rukia fue dada mientras se iba retirando de la sala.

Uno a uno, los demás se fueron de la sala, incapaces de poder soportar la forma en la que Ichigo y Ulquiorra estaban acomodados.

Sólo quedaron ellos y Nel, demasiado floja como para levantarse.

Con el tiempo, Ichigo había quedado plenamente dormido y Ulquiorra, confiado de que Nel estaba distraída con el teléfono, aprovechó la oportunidad para acariciar el cabello del contrario.