Pretty Boy Across the Hall ☆ JiCheol | [Traducción]

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—¡Hola! —Seungcheol lo saludó de inmediato. No necesitó bajarse de su asiento porque Jihoon rápidamente saltó al que estaba a su lado.

—¡Hola! —Jihoon estaba radiante de emoción y apenas podía contenerlo ahora que estaba con Seungcheol otra vez—. Lamento haberte hecho esperar. Jeonghan me dijo que te fuiste hace un rato.

—Oh, no hay problema—, dijo Seungcheol, todavía mirando fijamente a Jihoon mientras se ponía cómodo y se asentaba. Dejó su teléfono a un lado y solo le sonrió mientras el otro no estaba mirando. Un flujo de buena energía llenó su cuerpo mientras lo observaba—. Lamento eso. Sé que no teníamos una hora exacta para que pudieras haber estado aquí o yo para que llegara...

Mirando por la ventana, Jihoon rió entre dientes.

—O podrías haber caminado los cinco pasos de tu casa a la mía y haber preguntado a qué hora querías que nos reuniéramos.

Seungcheol rió y giró su taburete para que sus rodillas se enfrentaran las de Jihoon.

—Podrías haber hecho eso tú también, sabes.

—¡Lo intenté! — Insistió Jihoon.

—¿Cuándo? — le desafió Seungcheol, mirando y sonriendo intensamente, pero, como ayer, se negó a mirarlo directamente tan luego en el encuentro.

—Esta mañana...

—Bueno, entonces creo que es seguro decir que ninguno de nosotros hizo lo que podía haber hecho —dijo Seungcheol.

Jihoon sonrió contra su pecho mientras se apoyaba con sus antebrazos en el mostrador.

—Bien, es justo.

Seungcheol se tomó un momento para admirar de nuevo a Jihoon. Se veía muy lindo ahí mismo, incluso más lindo que ayer si eso era posible. Su camisa abotonada y sus pantalones vaqueros oscuros lo hacían parecer limpio y ordenado, como si fuera a una cita. Por un segundo hizo que Seungcheol evaluara su elección de camiseta negra, abrigo gris y vaqueros azules.

Pero a Jihoon le encantó. Pensó que lo hacía ver casual y sencillo. No sencillo en una mala forma, sino sencillo como en alguien con quien puedes llevarte bien fácilmente. No lo miraba ahora, pero cuando lo vio desde fuera, su atuendo parecía perfecto.

Seungcheol podía sentir sus entrañas moverse de emoción mientras se sentaba al lado de Jihoon. Podía sentir que iba a ser un buen día.

Jihoon dio unos golpecitos en la mesa y finalmente se giró hacia Seungcheol. Sonrió e inclinó la cabeza de la manera más adorable.

—¿Debería ordenar?

—No, no es necesario —dijo Seungcheol, agitando la mano en el aire.

Jihoon miró por la ventana un segundo antes de regresar a Seungcheol.

—¿Qué? ¿No puedo comprarte algo? ¡Está bien! ¿Qué quieres? Lo compraré.

Pero Seungcheol seguía sonriendo.

—No, en serio no tienes que hacerlo.

Jihoon se movió para que sus rodillas estuvieran con las de Seungcheol. Casi se estaban tocando. Casi, muy al pesar de Seungcheol.

—Vamos, ¡déjame comprarte algo! ¿Cuál es tu orden?

—En serio no tienes que hacerlo—, Seungcheol se rió, ahora obligándose a mirar por la ventana y no al adorable muchacho sentado frente a él.

Jihoon alzó las cejas y se inclinó un poco hacia adelante, tratando de recuperar la atención de Seungcheol.

—¡¿Por qué no?!