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CAPÍTULO QUINTO

   Era viernes. Por fin era viernes.

   Viernes, ese magnífico día de la semana el cual indica que, por un par de días, puedes relajarte y hacer básicamente lo que te de la gana sin que nadie te diga la típica frase de "tienes que estudiar", la cual todo estudiante odia.

   Ese viernes era especialmente llamativo para Even porque, por fin, iría a la fiesta de Eva, donde pensaba pasárselo como nunca, emborrachándose, bailando, hablando, y, ¿por qué no? ligando. Pero no ligando con Isak, pfff, ¡qué tontería! Isak ya estaba con Emma. Even quería ligar con alguien para estar un día y olvidarse. Pasaba del amor, era una mierda.

"Heeey, podrías comprar tú el alcohol para esta noche?? Ya sabes, porque tienes 19 y eso ;)"

   Even leyó ese mensaje de Vilde en Instagram cuando llegó a su casa después de un aburrido día de clases sin ninguna novedad. Había visto a Isak, eso sí, hecho que le alegró por dentro, aunque no lo quisiera reconocer. Pero también había visto a Isak con Emma, hecho el cual le ponía enfermo y lo reconocía.

"Cuenta con ello :)"

   Le respondió él en seguida. Salió de su casa al supermercado más cercano, y compró cerveza, vodka y ron. No sabía que le gustaba al grupo del 99, pero sabía que le gustaba a él y, como su plan era ponerse ciego, no dudó en comprar lo que a él le gustaba. Pagó y fue de nuevo a su apartamento, donde pasó la tarde viendo la tele y jugando a videojuegos.

   Cuando fue la hora de irse, se arregló y cogió un bus el cual le llevó a la calle de Eva. Llegó a su puerta y, sin saber por qué, se sintió nervioso. Podía ser que fuera porque iba a ver a Isak, pero era poco probable. No. Era improbable. Su plan era ligarse a alguien, así que ¿por qué iba a estar preocupado o nervioso por Isak? En fin, que, entre todos sus pensamientos, llamó a la puerta.

-¡Even, que bien que hayas llegado! -le recibió en seguida Eva con un abrazo. -Nos estábamos muriendo de sed.

-Solo me queréis para eso, eh. -le contestó él riendo y entrando con la chica a la casa.

-Sabes que no, nosotros te amamos mucho. -dijo Eva formando un corazón con las manos.

-Claro, claro... Será eso.

   Eva le sacó la lengua, y ambos se dispusieron a preparar varios vasos con mezclas de alcohol, y otros vasos vacíos por todo el salón, para que así la gente pudiera beber más fácilmente.

-Even... -comenzó a decirle ella sirviéndole un vaso de vodka con fanta. -Siento mucho lo tuyo con...

-¡En absoluto! -contestó cortándola Even. No quería hablar de eso. Era lo último de lo que quería hablar en esa noche de alcohol y chicas. -Estamos en una fiesta, aquí no se habla de gilipolleces ni de cosas malas.

-Oh entonces... ¿estás bien? -le preguntó ella bebiendo de su vaso. Se mostró un poco dudosa, porque de todos era sabido la cantidad de obstáculos que habían pasado para estar juntos.

-Perfectamente.

   Y dicho esto, se alejó de ella para tantear el ambiente. Con el vaso en la mano, empezó a caminar por el salón, donde vio a algunos chicos y chicas de su curso, a los que saludó rápidamente con la mano, a Emma, sola de momento, y a Vilde y Sana hablando en un rincón de la sala.

-Hey chicas. -les saludó Even. -Buena fiesta eh.

-Bueno, acaba de empezar, la verdad...

-¡Sana! -le dijo Vilde un poco molesta. -Tú y tu habilidad de contestar tan bien a la gente. -al decir esto, Even rio, mientras que la chica musulmana le dedicó una mirada fría a su amiga.

-En verdad tiene razón, acaba de empezar. Pero no entiendo qué hacéis sin alcohol.

-Yo tampoco lo entiendo. -le dijo Vilde riendo.

-Eva y yo hemos dejado algunas mezclas por ahí, podéis ir a...

-¡Ahora mismo volvemos! -le dijo la rubia tirando del brazo de su amiga. A Even siempre le habían parecido rarillas. Geniales, pero rarillas.

    Even observó que se dirigían a una mesa donde había varios chupitos, y rio. No era el único que pretendía pasárselo demasiado bien esa noche. Entonces Even miró al sillón el cual estaba al lado de la mesa.Fallo. Fallo grave. Vio a Isak sentado hablando con Emma, muy juntos, demasiado. En ese momento su cerebro hizo click, y Even se bebió todo su vaso de golpe. Su proyecto de alcohol y chicas empezaba ahora.

   Fue a por otro cubata, y luego a por otro, y cuando ya había perdido la cuenta, se dio cuenta de que estaba bailando entre toda la gente con las chicas del 99 ¿En qué momento había pasado eso? Se quedó parado un momento, y observó a Eva, Noora, y las demás bailando sensualmente entre sí, divirtiéndose como nunca. Vio más allá a Jonas hablando con una chica, a la cual, seguramente, terminaría llevándose a la cama; cerca de ellos estaban los amigos de este, los cuales no recordaba cómo se llamaban. Y, entre la multitud de gente bailando vio a Isak de nuevo. Con Emma. Besándose.

   Even no sabía por qué le afectó tanto, se había concienciado de que Isak ya no estaba en su vida. Pero de lo que no podía librarse era de la batalla que se estaba librando entre su corazón y su cerebro: el primero no paraba de decirle "Isak, Isak, Isak", mientras que el segundo repetía constantemente "Sigue adelante, no va a pensarse nada". Ese día, Even decidió hacer caso a su cerebro.

   El muchacho alargó el brazo y cogió a una chica, a la cual, sin mirar mucho, comenzó a besar. Al ver que ella le seguía el beso introdujo la lengua en su boca, acción que recibió una respuesta recíproca.

   Even no sentía nada mientras hacía eso, era como si estuviera comiendo un plato de comida exquisita, pero él no tenía gusto, por lo que no podía sentir su gran sabor. Pero lo cierto es que lo necesitaba. Necesitaba hacer ver a Isak que él también podía conseguir a quien quisiera.

   En medio del beso, Even abrió los ojos, los cuales dirigió directamente a Isak. Bueno, seguramente sería Isak, no veía muy bien, pues estaba bastante borracho. Este le estaba mirando, mientras Emma le besaba el cuello. Eso le llevó directamente a una de sus primeras fiestas, cuando estaba con Sonja, pero se imaginaba que a quien besaba era Isak. Sentimiento mutuo, suponía Even, porque se miraron de la misma forma que ahora, cuando su ex novio estaba besando también a Emma ese día.

   Tras unos momentos, vio que Isak se despegaba de Emma y, tras decirle algo, se fue de la casa.

   Even 1, Isak 0. -pensó Even.

   Él seguía besando a esa chica a la cual no se había dirigido en ningún momento, pero entonces paró ¿De verdad estaba haciendo todo aquello para molestar a Isak? Hace unos días era la mejor persona del mundo para él, y ahora todo se había dado la vuelta. Sintió unas ganas de vomitar enormes, pero se contuvo. Entonces, en medio de esa borrachera, se puso a pensar en Isak de nuevo, en su amarga situación amorosa, y el cerebro volvió a ser más fuerte que el corazón. No se le ocurrió otra cosa que volver a besar a esa chica, cuyo rostro le resultaba familiar, pero no veía nítidamente. Puto alcohol.

   A la mañana siguiente, Even se despertó, y notó un dolor de cabeza impresionante. Era como si tuviera una orquesta en su cráneo, tocando los tambores sin cesar, matándolo. Cuando quiso darse cuenta, vio que no estaba en su casa. Le entró un pánico repentino, el cual solo había sentido cuando Isak y él tuvieron la charla.

Por favor dime que no va a haber nadie a mi lado cuando me gire. -pensó en seguida.

   Pero, al girarse, la vio.

-No puede ser. -dijo Even , haciendo que la chica se levantara.

-¿Even? -dijo ella mientras le miraba atónita.

   Eso no estaba planeado por ninguno de los dos. Y Even había llegado demasiado lejos con su juego de ganar a Isak. De nuevo, puto alcohol.