VI

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Fernweh:
De nada sirvió que Dios me pusiera dos trozos de cielo como ojos, el primer rayo de luna como nombre y el último rayo de sol del verano como pelo, si no puedo escapar de este horrible sitio por el cielo, si no tengo una sonrisa radiante, si no te elevo con mi mirada, si sigo atrapada en este lugar, en esta prisión  de cristal.
Porque escucho las sombras, las sombras y la ceniza.
Porque necesito escapar.

Porque si paso más tiempo aquí, probablemente acabe volviéndome más loca de lo que estoy ya

Mi último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora