XXI

24 8 0
                                        

Razljubit:
Apago mi risa impaciente por seguir escuchando a mi amiga en la orilla y te escucho llamarme.
Estoy de espaldas a ti y realmente lo agradezco, no quería que vieras mis ojos abiertos y mi cara en una mueca de miedo.
Entre todas las personas de nuestro hogar, ¿tenias que estar tú allí? Mis amigas lo notan y llaman tu atención dándome tiempo para recuperar la compostura.
Me giro armándome de un valor que carezco y te miro.
Tú pelo rebelde y rizado.
Tus ojos color café que tantas noches me han quitado el sueño.
Tú.
Fuiste mi primer amor y nunca te he olvidado, pero, cariño, si pensaste que te iba a buscar, te equivocaste, no eres el cargador de mi cámara.
—Yo quería...—Empiezas rascándote el brazo derecho. Como haces cada vez que te pones nervioso.
Sonrío y te hago callar con mi sonrisa, te estoy dando una sonrisa enorme, pero te estoy sonriendo desde mi dolor y eso la hace más grande.
Te sientes culpable, lo sé.
Te arrepientes, lo sé.
Estas asustado, lo sé.
¿Estas mirando detrás de mí? ¿Acaso te incomoda mi sonrisa? LO SÉ.
¿Qué como lo sé?
Cariño, lo sé todo de ti.
Sin embargo tú no sabes nada sobre mi.
Me despido y yo y mis amigas nos vamos por donde vinimos, dejándote a ti con las palabras en la boca.

Mi último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora