XIII

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Kairosclerosis:
Trato sin éxito de dejar de reír y recuperar mi aliento.
Cuando pudimos respirar mordimos nuestro trozo de pizza sonriendo.
Sacaron aquel estúpido tema.
—Cambiemos de tema por favor—esas palabras se escaparon de mí sin yo poder retenerlas.
Todo había ocurrido muy rápido y no me había dado cuenta a reaccionar.
—Sabemos que no hiciste nada—Dice él apretándome bajo su brazos.
—Si hermana, no estarás creyéndote todo lo que te dijeron ¿verdad?—Dice  mi hermanito. Yo le doy mi sonrisa más falsa que tenía, tan grande y falsa era mi sonrisa, como mi dolor es.
—Estamos contigo y por cierto yo...—Todo reímos ante ese gesto y comentario y sonrío, viendo cómo empieza una discusión  con billones de bromas, y lo entendí todo, da igual cuánto tiempo pase, de igual que pase, da igual todo, ellos seguirán ahí para mí,

En ese momento exacto yo era feliz.

Mi último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora