XIV

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Laotong:
Las semanas han pasado.
No me hablo con nadie, salvo con ellos tres.
He  pasado de fingir estar feliz siempre , mostrar una sonrisa, fingir que no pasaba nada, estar ahí para todos y tratar de complacer y caerle bien a todos, hablar mucho y muy alto y ser extremadamente abierta,  a estar callada, siempre seria, y murmurar.
Ella nunca me deja sola, me habla y no espera respuesta, aunque sí que ha logrado sacarme alguna sonrisilla, pero me he  prometido no mostrar mi sonrisa delante de aquella gente tan hipócrita nunca más.
Ella me levanta el ánimo, no me deja sola nunca, siempre me sonríe  y cada dos por tres me abraza, quizás para ella es cómo cuidar de una enferma, pero eso me ayuda  más que cualquier otra cosa.

Es mi mejor amiga, hoy, mañana y siempre.

Mi último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora