XXIV

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Alba:
Me desperté gracias a mis amigas, quienes me sacudieron como si fuera una maraca.
—¿Que?—Dije viendo que estaba casi de noche.
—Este es nuestro regalo de despedida—Dice la morena ayudándome a levantarme.
Tantos años juntas, tantos recuerdos compartidos y todo se evaporará como la noche.
Nos sentamos a ver el amanecer y no pude evitar pensar que habría pasado si ellas hubieran estado allí.
¿Me habrían defendido?
¿O simplemente habrían mirado?
Sacudo la cabeza espantando eso pensamientos.
¿Qué importa eso en este momento?

Importaba esto, este momento, este día.

Mi último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora