Skeleton's love (Nico Di Angelo)

Monstruos y demonios

Si hubiera sido un poco más lista, jamás lo habría intentando.

El día que Scarlet conoció a Ayperos el clima era perfecto; un cielo completamente celeste, con tan sólo unas cuantas nubes, totalmente blancas y, un brillante sol.

Se encontraba en el parque con su hermano, el pequeño Kurt corría de un lado a otro disfrutando de la aparente tranquilidad. La chica dormitaba bajo la sombra a de un viejo árbol.

Llevaban media semana escapando de monstruos inimaginables y de la policia que veía en ellos nada menos que a un par de asesinos. La pelirroja retuvo las lágrimas al pensar en eso, su madre se había sacrificado para lograr que escaparan de un monstruo y ahora solo ellos conocían la verdad.

Se levantó del césped y abrió su mochila, sacando uno de los libros que había robado de la biblioteca local. Su hermano y ella se habían refugiado allí hacía a penas dos días y habían aprovechado la oportunidad para informarse sobre su situación actual. Después de todo, su madre solo le había dicho que Kurt era hijo de un Dios griego, que los monstruos en la mitología eran reales y que había un campamento donde estaría a salvo... al menos él.

"La sangre y la magia a través de la historia". Pasó su dedo sobre la tapa del libro, el título no era muy agradable. Encontró un viejo mito que llamó su atención.

Según una vieja leyenda, existía un demonio llamado Ayperos, quién gustaba de gastar crueles bromas a los humanos y engañar a las almas para coleccionarlas. Pero a pesar de sus crueles actos, era recordado por ayudar a muchas personas. A cambio de entregarle el alma, el demonio protegería a un humano durante toda su vida.

- ¿Qué lees? - Le preguntó Kurt.

Scarlet dio un pequeño brinco sorprendida. - Nada - Le respondió cerrando el libro. - ¿Crees que los demonios sean reales? Quiero decir, si los monstruos y los dioses lo son... quizá... -. Se detuvo al ver el rostro contraído por el miedo de su hermano.

- ¿Hay peores cosas? -.

- No, tal vez, no lo sé - Le dijo la mayor. - Pero eso no importa porque yo siempre te protegeré, recuérdalo bien -. Abrazó a su pequeño hermano con cariño, sí la vida le había puesto una prueba tan difícil, invocar a un demonio no parecía lo peor del mundo.

Esa misma noche, refugiados en otra biblioteca, la pelirroja buscó todo libro, nota y referencia sobre Ayperos.

- ¿Por qué tenemos que dormir aquí? - Le preguntó su hermano.

- Porque dormir rodeado de tantos libros te hará crecer como un chico inteligente - Le dijo y se acomodó el par de gafas de marco rojo que solía usar en todo momento. No quería explicarle al pequeño lo fácil que era colarse en las bibliotecas en lugar de buscar otros refugios, tampoco quería contarle sobre su talento para robar comida de las máquinas expendedoras de aquellos lugares, y mucho menos contarle sobre lo desagradable que podría ser bañarse en un río; al menos allí podían acceder a un aseo medianamente limpio.

En cuanto Kurt se quedó dormido, Scarlet puso a prueba todos y cada uno de los rituales para invocar demonios que había logrado encontrar en libros e internet. Incluso aquellos que eran completamente ridículos. Para cuando dieron las 4 am, se encontraba exhausta y frustrada.

- Oh, vamos... Ayperos, si de verdad existe, aparece de una maldita vez - Le reclamó a la soledad que la rodeaba.

- Tranquila, niña, no tienes porque enojarte - Le respondió una voz desde su espalda.