Skeleton's love (Nico Di Angelo)

Chicos de las sombras

Antes de comenzar quiero pedirles una disculpa por el tiempo en que subo el final de esta historia y explicarles mis razones.

Poco antes de subir el capítulo final descubrí que un grupo de personas estaban copiando mis historias, tanto ésta como "Por lo menos una vez". ¡Solo cambiaron los nombres de mis pjs originales! Espero comprendan que esto me molestó y entristeció mucho.

Pensé en dejar Wattpad y no darles más material a copiar pero ustedes siguieron apoyando y votando mis historias. Siento que las personas que me apoyan (siendo la fuente original de las historias) no merecen que les deje botados sin final, así que con esa nueva mentalidad... volví. Y para las personas que copian mis historias, ojalá recapaciten y dejen de hacerlo.

Espero sigan apoyando mis historia, pienso subir todas aquellas en las que trabaje en este tiempo que no estuve activa y recuperar algunos proyectos.

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Podía sentirse flotando, como si una nube espesa la estuviese ahogando lentamente. Sus pulmones clamaban aire pero su cuerpo se sentía pesado y frío.

- ¡Scarlet! - una voz familiar llegó hasta ella, rodeándola, la hacía sentir cálida pero no logro a identificar de dónde venía. - ¡Abre los ojos, vamos! - volvió a escuchar.

"¿Quién eres?" se preguntó, cada vez se sentía más pesada, más cercana a algo que parecía ser "cálido", no podía describirlo de otra forma. Sentía como si todo su ser estuviese siendo arrastrado a través de espuma hacía algo profundo.

- ¡Scar! -. Escuchó con fuerza, era la voz de su hermano. Sus ojos se abrieron de golpe, la diferencia de luz le impidió ver lo que la rodeaba, su cuerpo se dobló en contra de su voluntad y sintió cómo líquido escapaba de ella, por su nariz y boca. Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a toser.

Nico miró a la chica preocupado pero al mismo tiempo feliz, estaba viva. Incluso si no era la escena romántica que le hubieses gustado, algo como un beso que la hiciera volver en si como una princesa. Pero eso era de cuentos de hadas, en la vida de todo semidiós ese tipo de eventos emotivos eran casi imposibles de conseguir.

Kurt se avanzó contra el pelinegro y su hermana, las lágrimas corrían por sus mejillas y una sonrisa enorme le adornaba la cara. Leo tampoco pudo evitar soltar un grito de victoria.

Los tres chicos ayudaron a Scarlet a sentarse y se aseguraron de que respirara; Nico se negó a soltarla y a pesar de la sonrisa santurrona de Leo, la pareja continuó abrazada mientras los otros dos se movían en busca de una forma de pedir ayuda del campamento. Sabían que aún necesitaban atención médica y una forma de volver.

Mientras ambos hijos de Hefesto se ideaban una forma de comunicación, Scarlet por fin tuvo la suficiente fuerza para hacer algo más que sonreír y asentir con la cabeza.

- Gracias... me salvaste - susurró a penas, con el cabeza apoyada en el pecho de Nico. El calor de su cuerpo era casi como un somnífero, su cuerpo estaba intentando adaptarse a la sensación de tener un alma dentro de nuevo.

- ¿Gracias? - le preguntó en tono burlón el chico. - No, no, yo no soy ningún héroe que va salvando almas por que sí. Solo espera a que te recuperes, te haré pagar por esto -. Ambos rieron por lo bajo.

- Oh... ¿puedo pagar el favor de a poco? - le siguió la broma ella.

- ¿Hablas de mensualidades?  Porque un par de citas muy lejos del inframundo no me parecerían mal -.

- Algo por el estilo - le respondió antes de separarse un poco de él, lo suficiente para besarlo.

Los labios de ambos estaban fríos y sin embargo les hacían sentir una calidez fulminante en el pecho. El peligro había pasado, estaban juntos. Nico pasó sus manos por el cuerpo de la chica, ya no tenía la sensación de que desaparecería; apretó su cuerpo contra el de ella, una mano en su espalda y la otra en su nuca. Su beso continuo lento, tranquilo... vivo.