Capítulo 2 "Descontrol"

570 31 2
                                    


Llegó el fin de semana. Mis padres aún no llegaban de su viaje y pasé esos días en la casa de Kora. Su mamá me consintió alimentándome hasta el punto de aumentar como 3 kilos más. Estaba igual de paranoica que Milla.

-Kora, por favor, nada más arriba de las rodillas.- le ordené.

-¿Eres cristiana ahora?- dijo con diversión mientras buscaba en su armario.

-No seas tonta, ya sé como eres. Si te digo por las rodillas, buscarás uno por los muslos.-objeté.

-Eso es correcto.-me dio la razón.-...Este es perfecto.-dijo mirando la prenda.

Colocó en la cama un hermoso vestido de encaje, rojo como la cereza. Era hasta los muslos y de mangas cortas. Sacó unos tacones de aguja negros, que seguramente besaría el suelo en microsegundos. Era demasiado para mí. Y Kora me leyó la mente, porque enseguida mi cara lo demostró.

-No vayas...a decir que no.-me ordenó con los dientes apretados.-Te lo pondrás, enloquecerás a todos y te divertirás por ser sexi.

********

-Me siento desnuda.-dije por milésima vez.

-¡Supéralo Sully!-gritó Kora. Ya estaba estresada.-Eres a veces insoportable. Estás hermosísima. ¿No puedes entenderlo? Y no estás desnuda, eso solo te lo repite tu cabeza y tú te lo crees. No estás acostumbrada. Eso es todo.

Michael llegó en su auto para recogernos. Casi no podía creer lo que veía cuando me subí al auto. Condujo hasta la dirección de la casa. Era enorme. Tres pisos, balcones, un gran jardín delantero, faroles y luces de colores iluminando el lugar.

-Justin, me dijo que había una gran piscina en el jardín trasero.- me informó Kora.

Sí, era perfecto para una fiesta descontrolada.

-Hola, guapas.- dijo Justin cuando entramos a la casa. Tomó a Kora por la cintura y la devoró, literal, en besos. Se separó de ella y me miró con incredulidad de arriba abajo.

-Y ¿a ti qué te dio?- preguntó.

-¿Por qué?- pregunté confundida.

-Por vestirte así.- respondió, señalándome completa.

Inmediatamente miré a Kora para responder, era totalmente obvio. Esa chica corrompía a cualquiera.

Justin la miró y negó con diversión

*******

Ya eran las 2am y ya por todos lados se veían chicos borrachos, cuartos llenos de drogas o incluso sexo sucio. Éramos adolescentes ¿no? De eso se trata todo. Eso, según es lo mejor, lo indispensable, en la vida de cualquier joven.

Bailamos mucho, mis pies dolían y sorprendentemente no me caí y perdí los dientes.

Kora, Hanna y Amanda ya estaban ebrias y Lucy iba por el mismo camino. Afortunadamente mi recaída al alcohol era alta, así que por ahora no estaba ebria.

-¿Cómo es que somos los únicos consientes?- preguntó Michael, que estaba acostado junto a mí en el sofá.

-No lo sé.- respondió el tal Gred, que era muy guapo ( y no es que ya le había echado el ojo)- Es genial.- rió.

-¿Dónde está Lucy?- pregunté.

-A...aqu...aquí estoy.- dijo Lucy apareciendo, hablando con dificulta entre hipidos.- Y...ya n...n...no lloren p...por mi.- y se arrojó en el sofá junto a nosotros.

-Una menos.- informó, Mike con decepción.

-Y ¿cómo es que tú no estás borracha?- preguntó Justin con voz irritante.

Ya empezó éste.

Justin a veces era un corroncho irritante (no sé de donde salió el insulto, pero era perfecto para describirlo). Él y yo no éramos muy amigos que digamos.

-Llevas como diez cervezas y ya perdí la cuenta de los vodka.- dijo.- Eres anti ebriedad o ¿qué?

Mal nacido exagerado.

-¿Te afecta?- pregunté enarcando una ceja.

-Solo preguntaba.

-Cierra el pico.-ordené.

Ya estaba aburrida. Me dirigí a buscar a las chicas para irnos, arrastré a Lucy conmigo a pesar de sus protestas, fuimos al patio trasero y estaban metidas en la piscina.

Las vi divertirse y no quise ser aguafiestas.

-¡Aburridas!- gritaron al unísono con voz graciosa dirigiéndose a Lucy y a mí.

-Niñas, entren en la piscina.- dijo Kora.

Lucy no titubeó y se lanzó con todo y zapatos.

-¡Sully!- gritó Kora.-Vamos.

-¡Me iré a casa, chicas!- informé acercándome al borde.

-¿Por qué?- preguntó Amanda acercándose junto a Kora al borde.

-Nos vamos entonces.- dijo Hanna con puchero.

-No, quédense.-las detuve.-No se preocupen, llamaré a casa para que me recojan ahora mismo.

-¿Segura?- preguntó Kora.

-Segura.- y le sonreí para tranquilizarla.

-Escríbeme cuando llegues.-dijo nuevamente.

-Cuídate ¿eh?- dijo Amanda.- No manejes como mi hermano.

-Tú no tienes hermanos, Amanda.- reí.

-¿No?-preguntó confundida-¿Quién soy yo para empezar?

-Que tarada eres.- la reprendió Lucy propinándole un golpe en la nuca.- Tu eres Lucy y yo soy Amanda.

Reí de nuevo, estaban demasiado ebrias en la vida.

-Yo creí que era Nemo.- dijo Amanda con tono de niña de 5 años.

¿En serio, Amanda? Matate.

Me despedí de los chicos y salí de la casa. Busqué en mi teléfono el número de Ralph, el chofer y marqué, aclamando al cielo a que contestara...2 pitidos, 3 pitidos.

-¿Hola?-dijo una voz ronca y adormilada al otro lado de la línea.

-Hola Ralph, disculpa la hora. Necesito que vengas a buscarme.-dije.

-Señorita Sully.- dijo al reconocer mi voz y se escuchó un largo bostezo.-Ahora mismo voy.

-Gracias.- le di la dirección de la casa y corté la llamada.

*****

Y por fin llegué a casa, subí a mi habitación y me tumbé en la cama sin siquiera cambiarme. Le envié un texto a Kora, informándole que ya estaba en casa y cerré los ojos.

¿Saben lo que pienso de eso? ¿Pensaran que estoy loca? Muy a pesar de que fueron lindos momentos, divertidos y todo eso, luego entendí que eso no llena y hace plena la vida. Seamos sinceros: solo beber, divertirse y ¿nada más? La vida no solo se trata de divertirse, también se trata de superarte a ti mismo, pensar más allá que fiestas y alcohol.


Problemas adolescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora