Capítulo 16 "Vulnerable"

135 10 1
                                    

Existe cierto conflicto cuando ya has sido lastimado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Existe cierto conflicto cuando ya has sido lastimado...El temor de caer nuevamente en lo mismo es tan fuerte que te impide a toda costa ser feliz. Pero todo es peor cuando no tienes ni idea si confiar, al menos un poco, o tirar todo por la borda.

El miedo, en vez de disminuir, crecía cada vez más y más. Detestaba sentirme así. No sabía cómo definir mis sentimientos. Y es más horrible cuando no sabes qué sentir o qué es lo que sientes. Yo no sentía ni frío, ni calor, no estaba molesta, pero mucho menos feliz. Me sentía vacía. Otra vez.

Créanme, mostrarle mis brazos a Ezra, fue demasiado para mí.

Sentía que si solo conocían una microscópica parte de mí, eso sería suficiente para que el sufrimiento volviera. No quería eso. Con Ezra, actué sin pensar. Y en el fondo, me arrepentía de haberlo hecho. Pero mi subconsciente me decía que él nunca me juzgaría, me pedía a gritos que le diera una oportunidad. Ese era mi mayor conflicto. No sabía a quién demonios hacerle caso, a quién creer.

-¿En qué piensas?-me pregunto Ezra, me miraba con ternura.

No quiero darte todas mis piezas...No quiero entregarte todos mis demonios.-recordé una canción de Twenty one pilots-Porque tal vez te decepciones...No deseo que esperes en mi algo que nunca seré, aunque quisiera.-pensé.

-Nada.-aparté la mirada de esos ojos que me hipnotizaban.

-No tienes que mentirme.

-...Sé que no está bien ocultar lo que siento, pero yo sé porque lo hago.

Al terminar la oración, Ezra dejó de mirarme y soltó una risa ahogada.

-Lo que no decimos se nos acumula vez tras vez en el cuerpo, Sully. Se convierte en insomnios, en nudos en la garganta, en nostalgia, insatisfacción...tristeza. Lo que no decimos no muere...nos mata sin piedad ni consentimiento.

Yo lo sabía muy bien. Simplemente quería ignorarlo.

-Ya estoy acostumbrada.

-Si...-suspiró.-Muchas veces nos acostumbramos a las peores cosas..."somos adictos a lo que nos destruye".

Me encantaba que utilizara frases de libros.

*****************

-¡Dios, Sully! Quiero arrancarte la cabeza.-exclamó con frustración mi padre, sentado en el sofá con una mano en la sien.

Llegó sin previo aviso al hotel, como encantaba hacerlo, y no tuve la decencia de ponerme un suéter antes de abrir la puerta. Tenía puesta una playera negra, me llegaba hasta los muslos, que había sido de Tobías. Y un short bajo esta.

-Tú también te tatuaste a mi edad.-dije en defensa.

Me refería a un pequeño alce, situado en su cervical.

-Es completamente diferente. Sully, tienes 17 años. Ahora no hay vuelta atrás. Y tendrás que vivir con eso toda la vida.

-Lo sé, papá.-obviamente ya había pensado en eso.-Pero esto va más allá de un acto de rebeldía.-estaba segura que pensaba eso.-No quiero seguir viendo mis brazos en este estado.

Aun Josh (el tatuador) no había cubierto por completo mis brazos. Faltaba otra sesión, pero tendría que esperar unos tres días. Por ahora tenía una especie de envoltorio transparente en ambos antebrazos.

Pero había un detalle. Mi padre nunca llegó a conocer ni ver el estado al que me refería, por eso me observaba confundido.

-Llegué a hacer cosas de las que ahora me arrepiento ¿De acuerdo? Por ello, siempre cubro mis brazos y cuido que nadie pueda verlos pero quiero acabar con eso...Los tatuajes son para eso.

Muchos dicen que no debemos sentirnos avergonzados o arrepentidos de lo que nosotros mismos nos hemos hecho. Que deberíamos estar orgullosos. He visto a una gran cantidad de chicos subir fotos de ellos en las redes sociales, de sus extremidades, cortándose con cualquier cosa filosa. No les importa que se visualice esa sustancia sanguinolenta, para ellos, mientras más sangre, mejor. Otros más les comentan, alabándolos, diciendo que ahora son un orgullo para su "sociedad". Están los que ven eso como una locura, incluso critican esas imágenes, diciendo que los adolescentes de ahora son unos dementes que, de cualquier forma, imploran atención, incluso sienten asco. No los culpo. Yo también, siendo otra clase de persona, opinara lo mismo. Pero yo siento todo menos orgullo. Soy de ese pequeño porcentaje que esconde a toda costa lo que realmente es, su verdadero yo y que jamás se atrevería a subir a internet una foto de ese carácter. Soy esa chica que nadie espera que se autolesione, o lloré. Ante muchos soy alguien fuerte, indiferente a todo lo demás que no me importa. Pero para unos pocos soy alguien sensible, capaz de sufrir a gran manera...soy vulnerable. Y esa parte de mí no la puedo eliminar fácilmente, porque aunque por fuera parezco de hierro, por dentro soy de cristal. Es inevitable.

Mi padre pareció entender mis palabras y asintió pero había dolor en sus ojos. Sabía también que él no estaba contento y que mi argumento no era una excusa.

Pero más que las heridas externas, las que estaban dentro no las haría desaparecer tan rápidamente, aunque implorara por ello cada segundo de mi existencia.

Me acerqué a él, me arrodillé y apoyé mi rostro de sus rodillas.

-Quiero ser fuerte papá. Quiero demostrar que no me hirieron...

...A pesar de que sea mentira.-terminé la oración en mi mente.

Mi padre me acarició el cabello y comenzó a cantar la canción que cuando era niña me cantaba en las noches para dormir. Y sentí que mi corazón se arrugaba, que envejecía, que nunca podría devolver el tiempo y haber crecido tan rápido, que Tobías estuviera conmigo, haberme ahorrado esta basura de vida.

-"Como me apena el verte llorar...toma mi mano, siéntela. Yo te protejo de cualquier cosa...-cantaba. Lo miré y de inmediato mi visión se volvió borrosa. Me subí a sus piernas y escondí mi rostro en su pecho, y él me abrazó.-No llores más, aquí estoy...siempre."-lloré en silencio hasta que terminó la canción.

Patch Cipriano tiene razón:

"Los humanos somos vulnerables porque son capaces de ser heridos."

Y eso apesta.

24/10

"Aborrezco sentirme como alguien inservible. Ni siquiera como alguien, más bien, como algo. Algo sin valor, sin importancia, algo que debe ser exterminado porque estorba y deshace en esta sociedad podrida. ¿Por qué demonios me siento así? ¿Cuándo va a parar esto? Ezra...Sara... ¿Serán las personas correctas? ¿Debo de verdad confiar? Mi memoria ahora está vaciando cualquier información clasificada por daño, tormentas, lágrimas, cosas que pasaron, aquellas que me dolieron y me siguen doliendo a mil demonios...aquellas que nunca pasarán, con las que solo podré soñar con todas mis fuerzas, las que desearía con cada parte de mi cuerpo que no hubieran pasado...y, por último, las que tienen posibilidad que suceda solo si yo lo permito, pero ¿qué pasará después de eso? Tengo un intenso terror a ser lo mismo dos veces. Tengo mucho miedo. Hay cosas que duelen por dentro y nadie las puede notar. Pero no sé si quiero que sepan lo que me duele. Ahora no sé si quiero que me conozcan. No siento que esté viviendo de verdad, siento que simplemente estoy viviendo solo por vivir, porque no queda de otra...Pero quiero lograrlo. Quiero caminar con la frente en alto delante de los que me hacen llorar cada día. Quiero tapar esas malditas bocas que dicen que no lo lograré. Sé que lo haré."

Pero no, no es cierto. Porque cada vez, más de prisa estaba en mi autodestrucción total. Me estaba engañando: seguir así, y no atreverme a algo mayor, algo que realmente resolviera mi conflicto, no iba a solucionar nada. No son los demás, es la gravedad de lo que yo misma estaba haciendo. Porque no me estaba decidiendo, porque no era de un lugar ni del otro, ni blanco ni gris. No estaba más que tanteando el terreno. Debía tomar acciones radicales, pero no me atrevía. Iba por lo lento, por seguro. No era el entorno, ni nada igual, porque todo erradicaba y partía de mí.

Es la intensidad y la altura del precipicio del que decidimos, sin darnos cuenta, arrojarnos.Y lo peor, del que, al tener una mano que desea ayudarnos a salir, no queremos salir.

Problemas adolescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora