Firma el pacto y deja de hacer bullying a los Ravenclaws :v
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El Torneo de los Tres Magos era de lo que más se hablaba en los pasillos de Hogwarts. Pues, era unos de los acontecimientos más importantes del Mundo Mágico. Muchas chicas hablaban de los detalles para sus vestidos del baile, que se llevaría acabo en la mitad del Torneo. Mientras que los chicos planeaban como burlar la línea de edad dibujada alrededor del Cáliz de Fuego.
- ¿Entonces no vas a felicitarme?- preguntó el tejón sentándose en el pasto junto a la rubia.
- ¿Por qué debería?- preguntó la Ravenclaw sin despegar la vista de su, al parecer, entretenido libro.
- Por que tu amigo va a ser el ganador de tan maravilloso torneo - respondió exagerado, quitándole el libro de las manos lo cual ella respondió con un gruñido.
- ¡Bien!- suspiró. - Te felicito por haber ganado en el torneo, cuyos participantes aún no han sido elegidos. Pero ¡Por Merlín! ¡Eres Cedric Diggory! El mejor alumno en Adivinanzas ¡Sabes todo el futuro!- terminaste sarcástica. Tomaste el libro de entre sus manos, y te paraste dispuesta a irte a la Torre de Astronomía, donde nadie interrumpiera tu lectura.
Mas no pudiste caminar más de diez pasos, cuando alguien te jaló del brazo.
- ¿Ahora que Hufflepuff?- le preguntaste sin siquiera darte la vuelta a verlo, porque en estos 17 años que se conocen, sabes perfectamente que su sabor favorito de goma de mascar, es cereza. El mismo olor que tiene su aliento, todos los malditos días.
- Y-yo me preguntaba si...- respondió rascándose la nuca, notablemente nervioso, luego de haber soltado suavemente tu brazo. Pero aún manteniendo ese poco espacio que había entre ustedes.- ¿Me acompañarías a poner mi nombre?- preguntó mientras sus mejillas pálidas tomaban un color carmesí.
Negaste con una sonrisa tonta, mientras el te hacia señas para que lo siguieras.
No podías soportar la idea de que Cedric vaya a participar en tan peligroso torneo. ¿Qué tal si algo le pasaba? ¿Si ya no estuviera ahí para ti? Como siempre lo estuvo. Pero si sale vivo, tu mismo lo matarías por haber participado, y por no haberte dejado terminar de leer.
. . .
- ¡Melanie!- Cedric abrió paso entre los alumnos, hasta donde estabas, hablando con Michael Corner.
- Disculpa, ¿Luego hablamos, si?- te disculpaste un tanto avergonzada.
- Claro,- respondió con una sonrisa de oreja a oreja,- ¡Piensa en la propuesta!- te gritó caminando de espaldas, para luego perderse entre la avalancha de alumnos.
- ¿De qué propuesta habla?- refunfuñó Cedric, un tanto celoso.
-De ninguna- mentiste.
- Bueno, si no te hizo ninguna propuesta, yo vengo a hacerte una- te sonrió, ahora aliviado.
Frunciste el ceño.
- ¿Qué tipo de propuesta?- preguntaste entrecerrando los ojos.
- Que tal, si me acompañas a la biblioteca, para ayudarme con la primera prueba.- te sonrió angelical tratando de convencerte. Formaste una guerra de miradas, pero al final cediste.
- Esta bien- resoplaste.- ¿Cuál es la primera prueba?
-Shhh- dijo cubriendo tus labios con su dedo. A lo cual lo miraste incrédula.
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- Son temas secretos.- respondió mirando a todos lados.
- Idiota. - respondiste.
Cedric hizo un puchero, lo cual lo hizo ver mucho más adorable. - Potter me dijo que son dragones- respondió encogiéndose de hombros.
. . .
- Vamos, no seas mala amiga- habló Cedric.
- La última vez que fuimos a la biblioteca para la segunda prueba, te quejaste ¡por dos horas! de que tu trasero te quemaba. Ni loca te vuelvo a acompañar- te negaste rotundamente, pero el te mostró una sonrisa ladeada.
. . .
- Disculpe, ¿me puede recomendar una libro de criaturas acuáticas?- le preguntaste a la bibliotecaria, enojada ya que Cedric al final logró convencerte.
. . .
- Bien, ultima prueba, última vez en la biblioteca. Tu puedes, Melanie, solo es buscar un libro acerca de los laberintos- murmuraste para ti misma, mientras revisabas los estantes en busca de algún texto que sirva.
- Prueba con los estantes de arriba- sugirió Diggory desde el otro pasillo.
- Maldito- murmuraste al notar que ese comentario fue dirigido a tu metro cincuenta. Trataste de buscar en los estantes de arriba, página tras página. Tomaste un libro de aspecto viejo, con las inscripciones en hilo dorado. Lo tomaste y abriste el índice.
Un papel cayó de este. Al parecer era una anotación antigua, ya que la hoja tenía un color amarillento y estaba toda arrugada.
Trataste de plancharlo contra tu pecho, para al menos notar que llevaba escrito.
- ¿Quieres ir al baile conmigo?-
- ¿Quieres ir al baile conmigo?- Una voz detrás tuya habló al mismo tiempo que leías la notas.
Te diste vuelta encontrándote con una mirada avellana. Frunciste el ceño con una apenas notable sonrisa.
- Tomaré eso como un si- Cedric te guiñó un ojo, para luego besarte.
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