-¿Oye papá a dónde vamos?-preguntaste apenas salieron de la Madriguera.
-¡No tengo idea!-respondió desde el otro lado del grupo. -No se separen...-
-¡Arthur, ya era tiempo de que llegaran!-exclamó una voz aguda luego de unos minutos de caminata hacia el norte.
-Lo siento Amos, pero hubo algunos que se quedaron dormidos...-explicó tu padre. ¿Amos? Cedric me comentó que su padre se llamaba así, o algo parecido, pensaste y una sonrisa se formó en tu rostro al recordar a tu novio. Todos se dieron vuelta hacia ti, que ibas a lo último. Solo levantaste los hombros y largaste un bostezo.-El es Amos Diggory, muchachos...-En el medio del bostezo te empezaste a atragantar, y todos te miraban, en especial Ginny y Hermione que te lanzaban miradas picaronas.
Ginny retrocedió hasta quedar a la par tuya y te susurró burlona mente:-Conociendo al suegrito...-rió levantando y bajando las cejas rápidamente. El color escarlata subió a tus mejillas antes de que alguien diga Quidditch. Tomaste una botella de agua para ocultar cualquier rastro de sonrojo, y te hacías la distraída mirando a cualquier lado mientras bebías el contenido.
-Trabaja conmigo en el Ministerio...-comentó Arthur que se acercó hacia tu "suegro", pero de repente un chico saltó del árbol que se encontraba arriba de ellos.-Y este joven debe ser Cedric...-
¡Splash! Todo el agua que iba a recorrer tu garganta terminó escupido en la cara de tu hermanita.
-Cedric...-murmuraste sorprendida.
-¡_____!-chilló Ginny limpiándose el líquido de la ropa y su cara. Le sonreíste lo más inocentemente que pudiste. Cedric giró hacia ustedes y también se sorprendió al verte. Solo lo miraste de reojo, y notaste que llevaba el pelo despeinado como a ti te gustaba.
-Sí señor...-respondió Cedric estrechando la mano de tu padre, pero su mirada estaba clavada en ti. -Por aquí...-dijo y todos volvieron a andar hacia donde él los guiaba amablemente.
Hermione y Ginny se miraron entre sí coquetas, pero las fulminaste con la mirada.
-Es MI hombre...-dijiste celosa pasando a su lado. Ellas solo rieron, habían logrado su objetivo: Ponerte celosa (más de lo que solías ser).
-¡Por Merlín!-escuchaste a tu suegro. Mierda, ya me contagiaron lo de suegro, pensaste.-¡Tú debes ser Harry Potter!- aparentemente le estaba hablando a tu amigo.
-Sí señor...-respondió.
-¡Es un placer!- Debías admitir que la voz del Señor Diggory era muy diferente a la de Cedric.
-El placer es mío...-sonrió Harry.
Caminaron por todo un campo lleno de flores, y muchas colinas. Por lo cual quedaste exhausta. Tu respiración era entrecortada y estabas a punto de explotar como regadera de tanto sudor.
-Cuando entremos devuelta...-comenzó George que se acercó a ti junto a su gemelo.
-a Hogwarts...-continuó Fred.
-Te anotaremos en Quidditch...-
-Necesitas ejercitarte-
-Hermanita.-finalizaron ambos gemelos para luego sacudir tu pelo e irse devuelta al principio del grupo.
-¡Si, es justo por acá!-exclamó Amos al llegar a la cima de otra colina.
-¿Comenzamos?-preguntó Arthur y Amos asintió.