Capitulo 8

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- Hay una vieja oficina espeluznante en la planta baja de nuestra residencia- dijo respuesta

Sus mejillas debían estar encendidas, lo sabía, sintió que todo el rostro le ardía cuando Lucy y Sting dejaron de hablar bruscamente, se volvieron al mismo tiempo para mirarlo.

- ¿Disculpa?- preguntó Sting, frunciendo el ceño.

- En Fairy Tail cerca del vestíbulo- no quería parecer demasiado entusiasmado, pero al menos Lucy se veía interesada; había inclinado la cabeza hacia un lado y estaba mordisqueándose el labio pensativamente.

- creo que pasé por ahí. Pero parecía cerrada. Como en cuarentena —dijo Lucy

- Leo, mi compañero de habitación, estuvo adentro. Dice que estaba abierta. Por lo que me contó, sería interesante investigarla, ¿cuando todos duerman, quizá? —al terminar de hacer la pregunta, se dio cuenta de lo extraña que sonaba la propuesta.

Los estaba invitando a merodear en la oscuridad y apenas los conocía...

Sting pareció leer su mente y comenzó a sacudir la cabeza mientras jugaba distraídamente con su pañuelo, la actitud fanfarrona que había mostrado antes había desaparecido.

- Creo que va contra las reglas. No quiero sonar patético, pero no deseo que me expulsen, al menos no el primer día. En realidad, nunca, pero definitivamente no el primer día

- Dijo que estaba abierta, Sting No parece prohibido- aportó Lucy y le sonrió a Nat- Creo que suena interesante... y siempre estoy en busca de inspiración, apuesto a que debe haber todo tipo de antigüedades increíbles escondidas ahí.

- Hay fotografías- dijo Nat, antes de que Sting pudiera desalentarlos otra vez- Leo dijo que había muchas.

- ¡Genial! Me fascinan las fotos antiguas en blanco y negro- dijo Lucy codeando a Sting, quien seguía sin estar demasiado entusiasmado con la idea.

- ¿Estaba abierta? ¿Seguro?- preguntó.

Nat asintió.

- al menos según mi compañero de habitación, lo estaba, y no me dio la impresión de que fuera la clase de persona que exagera. Dijo que había un candado, pero que estaba roto.

- Eso sí que es descuidado- dijo Lucy.

- Y raro- agregó Nat, frotándose los codos como si sintiera frío- No estoy seguro. Lucy, creo que es más tu estilo. No soy fan de lo macabro.

- No vas a quedarte afuera de esto- respondió ella con firmeza- ¿No es verdad, Nat?- sus ojos brillaron.

- Claro... ¡claro que no! Tienes que acompañarnos- por un momento, se había ilusionado con la idea de ir solo con Lucy a investigar la oficina.

- No lo sé...- Sting pateó una piedrita invisible en el suelo- Parece arriesgado.

Tenía razón, a pesar de lo que Nat había dicho sobre el candado roto, estaba bastante seguro de que la entrada a esa oficina estaba prohibida y si los atrapaban y los expulsaban, como Sting temía, Nat nunca se lo perdonaría, además de arruinar su propio verano, sería culpable de echar a perder también el de sus nuevos amigos.

Eso sí que causaría una buena primera impresión, pero sentía que había abierto una caja de Pandora, que las posibilidades que había desatado un viaje a la sección antigua del manicomio se le habían escapado de las manos.

Además, la verdad era que realmente quería saber si había más fotos como la que había encontrado en su habitación.

- Vamos- instó Nat, señalando la figura desgarbada de Leo, que se movía entre la gente que seguía adentro- Él estuvo ahí. ¿Qué tan malo puede ser?

Sting echó un vistazo discreto y resopló.

- ¿Qué dicen siempre sobre la presión social? ¿Si tus amigos saltan de un puente, etcétera, etcétera?

- Bien, Nat y yo iremos, con o sin ti, ¿no es verdad? —dijo Lucy con una seguridad que lo dejó admirado.

- ¡Está bien!- rio Sting, dando empujoncitos a Lucy- Ustedes ganan, vamos a saltar de un puente.

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