Capítulo 1

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Nat tenía ganas de vomitar.

La estrecha calle de grava que había empezado a recorrer unos ocho kilómetros antes hacia que su taxi se sacudirá violentamente y a eso se le sumaban los nervios típicos del primer día de clases.

El conductor no dejaba de quejarse de los posibles pinchazos y abolladuras que el camino le causaría al automóvil.

Nat sólo esperaba que el taxista no pretendiera que el pagará los daños; el viaje desde el aeropuerto ya era bastante caro.

Aunque todavía era temprano en la tarde, afuera la luz era tenue a causa del denso bosque que bordeaba el camino.

"Sería fácil perderse en estos bosques" pensó el pelirosa

Finalmente llegar a un claro en el bosque y todo se iluminó con el sol de verano.

Ahí estaba... la Universidad de Sabertooth donde, pasaría las siguientes cinco semanas, este curso de verano había sido como una luz al fina del túnel de todo el año escoltar.

Ahora pasaría tiempo con chicos que tenían ganas de aprender, que hacían su tarea de antemano y no apoyados contra su  casillero, de forma descuidada y a toda prisa antes de que sonara el timbre, no podía esperar a estar ahí.

Por la ventana, reconoció edificios que vio en el sitio web de la Universidad, se restaba de pintorescas construcciones coloniales hechas de ladrillo, situadas alrededor de un jardín con hierba verde esmeralda, impecablemente recordada.

Nat sabía que estos eran los edificios académicos, donde se dictaban las clases, ya habían algunos estudiantes divirtiéndose con un frisbee en el jardín.

¿Como se habían echó amigos tan rápido?

Tal vez en este lugar era así de  fácil.

El taxista se detuvo en una intersección sin saber hacia donde avanzar, en diagonal hacia la derecha había una iglesia, bonita, sencilla, con un campanario alto y detrás una hilera de casas.

Nat se inclinó hacia adelante y vio que el conductor encendía la direccional a la derecha.

- en realidad, es a la izquierda- dijo Nat de repente y volvió a hundir en su asiento

El taxista se encogió de  hombros.

- si tu lo dices... está estúpida máquina no se decide- dijo el conductor mientras golpeaba el GPS en el centro del tablero.

El camino que el apartó había trazado parecía terminar allí.

- es hacia la izquierda- repitió Nat, con menos seguridad esta vez

La verdad era que no estaba seguro de como sabía el camino; no lo había investigado de antemano, pero había algo acerca de esa iglesia inmaculada que evocaba en el un recuerdo o un resentimiento.

Tamborileó con los dedos sobre el asiento, impaciente por ver donde viviría, la residencia habitual estaría en reubicación durante el verano, así que los estudiantes del curso se alojarían en un edificio más antiguo, llamado Fairy Tail, que los folletos con la información para matricularse describían como una "Instalación dedicada a la salud mental en desuso y un sitio histórico"... en otras palabras un manicomio.

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