Capítulo 5

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- mira, Natsu Dragneel- ordenó Leo, obligándolo a detenerse cuando llegaron al vestíbulo, señaló hacia el otro lado de la puerta principal, dónde había estudiantes caminando por él jardín- chicas suficientes para ambos

Nat soltó cuidadosamente su brazo de la mano sudada de Leo y se dirigió hacia la puerta, el día mejoraría... tenía que mejorar.

- me siento muy adulto, ¿y tu?- Nat tomo otra cucharada de helado de menta con chispas de chocolate

Leo lo miro sin comprender

- no estoy seguro de entender lo que querés decir- le dijo el castaño

- me refiero a esto- Nat levantó el pequeño bote de cartón que contenía el helado y lo balanceó de un lado a otro- todo este asunto de la fiesta y el helado, parece... nosé, cómo si fuéramos niños en una fiesta de cumpleaños- miro la pequeña cuchara de madera que había venido con el bote, solo lo hizo sentirse más ridículo

Se encontraba en el enorme salon Wilfurd, un enorme comedor convertido en sala de fiestas, ubicado en uno de los edificios que rodeaban el jardín, arriba un tragaluz abovedado permitía entrar los últimos vestigios de luz, el atardecer le daba un matiz violáceo al salón, mientras afuera la niebla se posaba con del suelo.

- no relaciono el helado con mi niñez- dijo Leo

"Seguramente porque nunca ibas a fiestas de cumpleaños" pensó Nat pero se reprendió inmediatamente

Debía tratar de ser más amable, pero la conversación hasta ese momento había sido un desastre.

- en lo personal, estaba esperando tener la oportunidad de obtener asesoramiento acerca de que clases de biología tomar, pero no veo a ninguno de los profesores... ¡espera! creo que ese podría ser el profesor Rufus, leí su tesis acerca de la evolución de los patógenos microbianos...

Nat no escucho el resto de lo que Leo estaba diciendo, feliz de verlo alejarse abriéndose paso entre la gente en dirección a un hombre mayor que se encontraba al otro lado del salón, sin embargo, a pesar del alivio que sentía por librarse un rato de Leo, ahora estaba plenamente consciente de que se encontraba solo en medio de una multitud.

Esperando no lucir tan incómodo como se sentía, tomo otra cucharada de helado derretido, tenía un sabor arenoso, como a medicamento, un desagradable olor a cigarrillo entró a través de las puertas que daban al exterior y sintió que el estómago de le revolvía.

"Cálmate Nat estás bien... estás bien" pensaba el pelirosa

Comenzó a sudar frío y sintió un hormigueo en la nuca, estaba mareado y el tragaluz empezó a girar, todo el salón en realidad giraba, intento sostenerse en la mesa que tenía detrás, pero trastabillo, en cualquier momento caería al suelo... una fuerte mano lo tomo del brazo y detuvo su caída.

- ¡epa! ten cuidado, campeón o terminarás con ese helado de sombrero- le dijo una voz

Nat parpadeo y empezó a ver con más claridad, frente a el, todavía sujetándolo del brazo, había una chica menuda con grandes ojos achocolatados, piel cremosa y blanca como la nieve, su cabello era rubio, llevaba puesta una camiseta sin mangas debajo de una camisa grande manchada con pintura, sus jeans estaban rasgados y traía un par de botas de combate negras.

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