¡Pepe! - Jalonso Villanela

Cuatro

CONOCIENDO LA CASA DE TU AMADO.

— ¡Conseguí una cita con Pepe! ¡Este es el mejor día de mi puta vida!

— ¿Pero no dijiste que era solo para el proyecto?

— ¡Callate Alfredo! ¡Déjame soñar! —golpeó su hombro.

El trio de amigos se encontraban en el receso comiendo tranquilamente, por suerte ellos habían conseguido su comida rápido y encontrado una mesa, porque todo el comedor ya se empezaba a llenar y ni hablar de la fila para la comida.

Alonso volteo a su alrededor, nop, Jos no se encontraba sentado en ningún lado. Era tanto el empeño que tenía por buscarlo a su alrededor, que no se percató de Bryan detrás de él caminando hacia su mesa con una mirada que no significaba nada bueno para Canela, quien lo seguía como perro faldero.

Si, Mouque se sentó en aquella mesa, junto a su novio, espantando y emocionando a Camarena, a quien le había fallado el olfato y no los había visto venir. Pero su emoción se fue al ver a el pelinegro sentarse con Alan de intermedio entre el y su hombre.

Oh vaya, parece que Alonso tendrá que volver a empujar a un amigo, ni modo.

— ¡Ni madres! Yo si quiero comer, mejor me quito antes de que me tumbes como a Alfredo —y como si le hubiera leído la mente, Navarro tomo su bandeja y se levanto dejando el espacio junto a Canela libre— Orale pues Alonso, no tengo todo el día.

Y la emoción volvió.

(...)

— Muy bien Alonso, tu meta el día de hoy es conquistarlo, trata de ser lo menos insoportable que puedas...

— Pero yo no soy insoport...

— Shh, calla, si lo eres. Como decía, trata de ser lo menos insoportable que puedas, concéntrate un poco en el trabajo, debes de entregarlo a menos que quieras reprobar, se gracioso y gánate su confianza poco a poco y ya no te odiara...

— Pero el no me odi...

— Bueno no, pero tampoco te ama, y esa es tu meta.

— Buh, ¡aburrido! Invítale unos buenos tacos y ya la armaste papá

— Alfredo callate, tu no sabes nada de este tema.

— Al menos, yo tengo novio

— ¡Uhh!

— Te conseguiste un Bryan, tampoco te sientas el muy muy, pinche Britany.

— ¡Uhh!

— ¿ah si? Pues... Pues, al menos no soy, eh, ¡una tabla!

— ¡Uhh!

— ¡Seré tabla pero no estoy gordo como otros!

— ¡Uh...!

— ¡Ya cállate!

— Ay, amagados —el timbre que marcaba la hora de salida sonó, todo el mundo comenzó a recoger sus cosas— ¡Chin! Ya no entregamos el trabajo

— Este bimestre nos va a ir muy mal

— Y es por eso que debes aprobar el trabajo con Jo..