¡Pepe! - Jalonso Villanela

Dos

PRIMERA CITA.

— Y... Llegamos —Jos estacionó el auto.

Después de unos cuantos minutos conduciendo, llegaron a aquella dichosa feria. Había gente, cierto, sin embargo no era tanta como para no poder moverse o que choquen al caminar. Al menos eso era bueno.

Después de apagar el auto, el pelinegro bajó y rodeó este para abrir la puerta del copiloto mientras hacia una reverencia. Alonso rió bajito y salió del auto.

— Compremos los boletos —le dijo con una sonrisa mientras cerraba la puerta.

— Vale —asintió y, tímidamente, se tomaron de las manos.

Juntos comenzaron a caminar hacia la taquilla, la fila no era nada larga por lo que en menos de cinco minutos ya se encontraban atendiéndolos.

— ¡Buenas tardes! —saludó amablemente el hombre del otro lado del vidrio.

— Buenas tardes —Jos fijó su vista en el letrero donde se encontraban todos los precios por cada pase. Leyó algo que lo hizo fruncir el ceño.

Viernes 2x1.

¿Por qué tenían que haber ido en miércoles?.

— ¿Me da dos pulseras vip? —preguntó, mientras metía su mano a su bolsillo en busca de dinero. El hombre asintió.

— Yo pago... —murmuró en el oído del menor en el momento en que notó que este hacia un ademán de querer sacar su dinero.

— Pero...

— Aquí tienen —interrumpió, entregándoles ambas pulseras. Jos dio el dinero— ¡Que tengan linda tarde!.

Una vez que se alejaron de la taquilla, ambos se detuvieron para ponerse las pulseras.

— Deberías dejarme pagar la mía, ¿cuánto te debo? —preguntó el rubio.

— Nada, peque —le restó importancia con su mano— Yo te invite ¿no?, yo voy a pagar.

— No puedes pagar todo cada que salgamos —hizo un pequeño puchero.

— ¿Quieres apostar? —elevó una ceja, divertido— Préstame tu mano —el menor frunció el ceño, pero obedeció.

Jos tomo delicadamente la muñeca de Alonso y alzó ligeramente la manga del suéter blanco que llevaba, colocando a su alrededor la pulsera que recién habían comprado, sonriendo inconscientemente al rozar con aquel brazalete.

— G-gracias —sonrió ligeramente, viendo como el pelinegro terminaba de ponerse la suya. Este, se acercó a él, tomándolo de la mano.

— ¡Vamos!, antes de llegue mas gente —y riendo, corrieron juntos hacia el interior de la feria.

Recorrieron un poco esta, lo suficiente como para ver algunos de los juegos que había. Una vez que revisaron completamente lo que había,se detuvieron en medio de esta.

— ¿Cuál quieres que sea el primer juego? —preguntó el pelinegro.

— Hmm... —Alonso fingió pensarlo mientras miraba a su alrededor. Un juego, el cual tenía demasiadas luces y la música en alto llamó su atención de inmediato.

El nombre que aparecía en el gigante letrero era avalancha.

— ¡Vamos a ese! —exclamó, antes de jalar del brazo al pelinegro y correr juntos hacia ese juego.

Y entre risas, ambos chicos al fin se subieron después de esperar en la fila. Sin duda fue muy divertido para Alonso, quien no paraba de reír cada que el juego aumentaban velocidad o iba en reversa, todo lo contrario a Jos quien sentía que se caería en cualquier momento.