Capítulo 35: ""San Cristóbal, el gran cerro"

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Ser diferente solo por creer en un mundo mejor

- No sé quién seas, pero hasta ahora no has actuado para nada, o eres un miedoso, o eres el fortachón del grupo, viendo tu apariencia, parece que si

- No actué por temor, pero ahora ¡Haré que pidas disculpas!

- ¿Pedir disculpas?, eres muy formalito niño

- Solo pide disculpas y no te haré daño, a pesar de que lo merezcas

- ¿Has visto todo lo que hecho?, si rompiste mis huesos de los dedos, es por simple cansancio, en realidad...

Antes de terminar de hablar, un golpe en el rostro causó un gran sonido en toda la cúpula, un sonido de dientes rompiéndose, como si fuese un cascanueces destrozando hasta la última semilla de la nuez. Este repentino golpe la envió al extremo derecho de la azotea, causando un rompimiento en la pared seguido del derrumbe de este pedazo. La protección y el cuarto blanco de la azotea desapareció, y todo volvió a su total oscuridad, solo iluminando a ambos contrincantes las luces de Lima.

La mirada de Luis era desafiante, no mostraba la típica timidez, sino, una furia desencadenada por ver a sus amigos caer ante la reina de los muertos. Ella se levantó con algo de lentitud, tal golpe causo que su armadura se destrozara, salvo por la cabeza, que aún mantenía la calavera cubriendo su cabello oscuro.

- Carajo... ese fue un buen golpe... hahaha – seguía riendo, pero demasiado agitada

- Este solo fue el segundo golpe, el tercero, será directo a tu corazón, si ¡No pides disculpas ahora!

- Hehehe si... hace un tiempo que no me divertía! – dijo con total entusiasmo

Su armadura volvió a recubrirle el cuerpo, pero pronuncio un nombre antes

- ¡Ahora te mostraré a todos mis amigos! ¡Yahuar...!

- ¡Basta Milady!

- ¿Eh?

- ¿Es... el señor Ariano?

El dueño de la empresa "El Porvenir Azul" apareció con un pijama de rayas u un gorrito con forma de helado, apareció deteniendo con un grito esa palabra que Milady iba a decir.

- Se terminó la pelea Milady, ahora ve a tu cuarto

- ¡Pero...!

- ¡Nada de peros! Destrozaste mi azotea, dejaste mal heridos a tus compañeros de equipo, y ahora querías usar tu poder especial en contra de un niño ¡Vete a tu cuarto ahora!

- ...

- Y tu Luis... lo lamento, esta niña exageró en el entrenamiento básico, lo siento mucho

- ... ¿Entrenamiento básico? – preguntó Luis totalmente desorientado, pero calmado

- Ayúdame a llevar a tus amigos a la enfermería, te explicaré todo en la sala de espera del piso 30. Ya llamé a sus padres, les dije que estarían en una investigación marketera que durara toda la noche, así que no habrá que preocuparse

Cielo de Almas, Kay Pacha: "Al rescate de la Princesa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora