Capítulo 52: "La Legión del Cóndor"

1 0 0
                                    


Por la patria, el amor y nuestro justo Dios

Una figura prominente apareció bajando las escaleras de metal, una cabellera larga conmocionando a quien lo mirase, no como el corte típico de los policías, color rojizo, suave y sedoso; capaz hasta le llegaba debajo de la cintura rozando sus perfectas posaderas, un rostro muy fino con ojos prometedores de lucha, fuego y el aura de una guerrera sin miedo ¿Quién es ella?

- ¡Ahora si verán! Ella es la general Laura Llanos y es conocida como...

- Cállate, ellos ya no necesitan más información – habló con seriedad la señorita Laura

- Pero...

- Basta de huevadas, tenemos que volver al "nido", tenemos una reunión urgente, y tú perdiendo el tiempo con estos... sujetos y niños, que vergüenza para nosotros – se volteó y se dirigió a la puerta de salida

- Pero, solo me derrotaron porque son cinco, dah, si hubiese utilizado todo mi poder realmente... – intentó justificar su respuesta, el derrotado teniente

- ¿Y qué? No lo hiciste. Pronto nos enfrentaremos a los demás y tú con estas tonterías, que niño por Dios – suspiró de forma seria Laura

- ¡Hey! ¿Quién eres tú? – vociferó Sylvana

- No te metas en asuntos de adultos, niña grosera

- ¿A quién le dijiste niña tía fea? – respondió con ira

Y con la ira que caracteriza a Sylvana, fue directo a golpearla con sus guantes eléctricos, que generan poder y control sobre el misterioso don de rayos que posee, e intentó golpearla sin miramientos; pero, no pudo hacerlo al primero intento, otra vez quiso golpearla, fallando nuevamente. La general Laura, ni se inmuta con esos golpes que a cualquier ser humano le hubiesen volado los sesos, esquivaba cada ataque recordando el pan que es cortado con mantequilla, al hacerlo, paralelamente hablaba con el teniente.

- Vámonos ahora, ésta niña se volvió pesada

- ¡Está bien... nos volveremos a ver Soulos! – dijo el teniente sacándose su casaca de forma jocosa - Y cobraré mi venganza contra ese enmascarado estúpido

- ¡Huye de la luz insolente! – habló el enmascarado mientras se levantaba

- A eso no, no permitiré que escapen – dijo Carlos mientras succionaba el color azul de su polo formando un hacha grande, e intentando detener al teniente en su huida

- Dos contra una bella dama, bien – afirmó con su cabeza la teniente, y vio a sus objetivos con una fría sonrisa en su rostro moreno

Entre ambos, Carlos y Sylvana, atacaban sin dar paso al tiempo; sin embargo, ninguno podía atinarle, ninguno, era demasiada rápida para sus ataques, y ella hablaba a la misma vez, todo era en cuestión de segundos con ella ¿Quién diablos es ella?

A ambos, la teniente los sujetó de las manos y los arrojó con suma fuerza contra los paneles publicitarios del túnel, causando dolor en ellos, pero no lesiones graves. Ambos se pusieron de pie y querían empezar la batalla nuevamente, afortunadamente se les avisó que era mejor salir de ese lugar, la policía no tardaría en llegar y que llevaría a un arrasamiento definitivo, con regañadientes, Sylvana ayudo a Carlos a levantarse e irse con nosotros.

Cielo de Almas, Kay Pacha: "Al rescate de la Princesa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora