Cielo de Almas, Kay Pacha: "Al rescate de la Princesa"

Capítulo 48: "Luna Norabuena, La Dama de la Oscuridad"

El sol cae cuando la luna crece, el imperio desaparece, cuando el pueblo se levanta

Viernes, fin de semana; y con una alta recompensa en alto, recibo la mañana viendo las noticias en la televisión. "Valerosos jóvenes rescatan a la Luna Norabuena, quien se encontraba secuestrada en un edificio abandonado... informado por el canal cuatro, cambiamos de canal, y lo mismo; otro canal, y de nuevo la noticia, solo hay videos luego del rescate, nadie nos grabó los rostros felizmente, pero si una breve y fugaz foto de nuestra huida, solo eso, bueno, algo es algo, como siempre digo o mejor dicho ¡Es genial!

La mañana transcurre normal, y lo que paso ayer, realmente me quito la idea de tristeza de la cabeza, por el fallecimiento de mis padres, pero, no sé, muy dentro de mí, algo egoísta me dice, "no es tan malo, después de todo, no siento que fuesen mis padres", algo dentro me hizo recordar esas palabras que retumbaron en toda mi cabeza mientras tomaba leche y comía pan con mermelada.

Mi abuelo me saluda y me dice que comprará el pan, hoy no tengo que dar examen de inglés a las siete de la mañana, una tremenda sacudida de buena suerte, hoy faltaré, por lo tanto, sin embargo, el entrar al comedor, una visita inesperada sorprende mi día ¡Luna está tomando té y comiendo pan en mi mesa! ¡¿Es que mi casa ahora es casa de todos?!

- ¡Buenos días Jerouu! – me dice alegremente

- Ah... ¡Hola Luna! ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu casa? – pregunté tratando de guardar algunos panes antes que se acabasen

- La verdad sí, pero, las cosas han estado movidas en mi casa, y con las cámaras de televisión interrogando por doquier, decidí venir aquí, claro, antes avisé a mi madre de que venia

- Oh bueno, entonces, a tomar desayuno, supongo que a mi abuelo no le importara una invitada muy linda... ¿Y ese gato? ¿¡De dónde salió!? – señalé a un gato echado en mi cama

- Ah... estaba afuera viendo tu casa, y lo recogí, ojalá no te importe, no me gusta ver animales varados en la calle

Luna es una chica delgada, bien delgada, con un estilo de ropa única, de colores y una falda larga roja, unos lentes delgados junto con un ojos algo decaídos y soñolientos, el cabello negro oscuro corto, salvo por un mechón pintado de verde claro, que la identificaba desde lejos, una flaquita con fascinación de salvar animales.

- Claro... no me importa, también me gustan los gatos, hehe – dije sonriendo sin parecer asustado, los gatos también atacan

- Bien, vine para agradecerte personalmente el que me hayas rescatado, junto a tus amigos, son verdaderos héroes, y pues, te entrego esto... - me dio una carta escrita a mano describiendo su gratitud al rescate de anoche

- ¡Oh!, no era necesario ¡Solo hago mi deber como Soulo! – dije mientras guardaba la carta en mi bolsillo con el color rojo en todo mi rostro

- ¿Soulo?, creo que hablaban de eso en el auto donde regresábamos, ¿Qué significa eso? ¿Es una secta? – preguntó con su tierna mirada decaída

- ¡No, claro que no! Es una especie de ONG que ayuda a los jóvenes y niños de todos lados ¡Y combatimos la corrupción! A claro, también tenemos poderes extraños, como el tuyo