En las peores situaciones, es donde no podemos gritar
- ¡Aquí se acaba todo Milagritos! – un gran salto en el aire junto a un hacha gigante de color rojo, todo perfecto para cortarla en dos
Carlos siempre imaginó que una chica debía de ser decente, buena de mente y muy buena de cuerpo, pero nunca imaginó que tomando una chela bien helada cerca al padre océano le costaría la vida, y mucho menos al lado de una hermosa chica de cabello lacio color marrón con poderes sobrenaturales iguales a los de él. Eso ningún chico lo esperaría tan pronto, y ahora estaba a punto de terminar esa rara fantasía.
Con el gran salto que dio en el aire, impulsándose de un banco de madera que se encontraba por el lugar, pudo hacer crecer mi arma a un tamaño superior a un árbol, no le importaba que destruyese parte del acantilado ni que hubiese lanzado esa roca a lo profundo del mar, pero si le jodía hasta el alma que lo haga solo por demostración en lugar de beneficio de la misma naturaleza.
Un diseñador gráfico siempre debe ser creativo, y para serlo, necesita estar en armonía con la misma naturaleza, si no tienen un bosque cerca de una casa, entonces basta con ver las pequeñas áreas verdes de tu ciudad. Cuando estuvo hablando y reflexionando sobre el mar y sus ganas de surfear en las pequeñas olas es donde, uno puede analizar y comprender el sentido de un verdadero genio en el diseño; todo aquellos que pintan paredes, murales, edificios y pisos, nunca lo hacen en jardines ¿Por qué? Solo una sencilla razón, ellos si son diseñadores de la naturaleza, y Carlos ¡Planea hacerlo también!
Y para lograr ese cometido, si es necesario, acabará con toda persona que maltrate a la poca naturaleza que aún queda en esta podrida ciudad, al igual que todo gobierno que lo haga, y si lastima a sus nuevos amigos, Carlos no lo dudará ¡igual les caerá varios golpes y uno será bien duro!
- ¡Toma esto! – dirigí con toda mi alma este ataque
- Muy tarde – ella gritó volteando a ver una roca gigante que se dirigía a mí con mucha velocidad
Ella volteó a ver una roca gigante que estaba flotando en el aire, una roca voladora en pleno acantilado de Costa Verde, para seguidamente fijar la mirada hacia el hacha que sostenía Carlos, y con una velocidad increíble la lanzó contra su cuerpo. El lanzamiento destrozó la roca en segundos y causó una gran nube de polvo, ella dio dos saltos atrás, para cubrirse detrás de otra banca.
El choque entre el cuerpo de Carlos con la roca gigante generó un gran sonido intenso a los alrededores, cosa que despertó a todos los vecinos, la alarma de los serenos y la policía probablemente, pero, a Carlos le daba igual todo ese ruido, todavía seguía de pie, con hambre de pelea y deseos de saber la verdad.
- No... ¿Cómo pudiste sobrevivir a ese ataque tan mortal? ¡Deberías de estar muerto o muy mal herido! – maldijo su suerte la hermosa Milagritos
- Yo igual Milagros, pero, ya sabes, un buen diseñador nunca muere sin dejar su obra maestra frente a todos – sonreí a pesar de algunos cortes que tenía en mi rostro
La nube de polvo se disipó totalmente del lugar, reapareció de entre las nubes, sano y salvo; libre del polvo, causando la sorpresa ingenua de Milagros, pero el hacha gigante de color rojo desapareció. En su lugar, en el brazo izquierdo, apareció un escudo grande color marrón, un escudo que parecía estar hecho de metal o de una especie de mineral resistente a las rocas, todo de un color marrón muy presente. Y en el medio, no estaba escrito un símbolo o una estrella, sino, un nombre en particular, un nombre que lo representaba como algo más, que un diseñador surfista cualquiera, el nombre de "Soulo".
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Cielo de Almas, Kay Pacha: "Al rescate de la Princesa"
Ciencia FicciónLuego de incluir nuevos miembros al grupo, luchar contra chicas que reviven muertos y lanzar rayos, conocer de un plan maléfico para conquistar al Perú; ahora han secuestrado a una chica y será su misión ¡El rescatarla a como de lugar! pero... en s...