Diario de Una doctora, الدكتور بيوسا

Dra Buesa en camino

Cogí el carruaje de paseo y se dirigui,a la aldea.
Mientras marchaba hacia allí observaba como la gente que vivía allí estaba como deshabitada.
Me pare en un pequeño comencio que había de plantas y remedios artesanos,dirigido por un hombre de origen árabe.
No entendía al tendero,pues poseía un mal conocimiento del castellano.
Cuando me disponía a comprar casi toda la tienda,un hombre entro alterado.
-Araf,necesitamos tu carro.Pepe se ha herido la cara.Esta en la huerta.
-Hora mis voy.
-Rápido
-Lo siento por lo atenderla,es urgente.
-Voy con ustedes,soy doctora.

Salimos de la estancia y nos dirigimos a las huertas a por el enfermo.
El herido estaba tendido en el suelo, presentaba una herida grande que le cogía el ojo.
-Tenemos que trasladarle al pueblo de al lado.
-Mi consulta se encuentra en el castillo.Soy la esposa de Don Adriano Ikereño.
-Pero como una mujer le va a currar.
-Es eso o que tu compañero se desangre durante el traslado.
-Esta bien
Lo tendi en una cama que seria mi consulta.
Le supuraba,le corte la emoriajia,se lo cosí con el hilo que utilizo para los regidos y se lo tape con gasas.
-Nuestro amigo esta bien,tiene que descansar y tener reposo.
-Muchas gracias doctora Buesa y lo siento por haber dudado de su profesionalidad.

A partir de ese día me venían enfermos de toda la región.Se finalizo la creación de la consulta ,y unos pocos meses después tuve que reformarlo para aumentar las asistencias.