El enmascarado

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El 16 de febrero de 1357 por fin pude volver a la civilización,pues a finales de 1356 terminó la guerra,muchos soldado,pero sobre todo hijos,maridos y hermanos murieron en el campo de batalla.
Los Reyes decidieron marchar a Castilla, y Laura y yo con ellos,después volveríamos a nuestra tierra natal,pero algo sucedió.
Los condes de Madregat celebraban una fiesta de máscaras en su palacio.Los Reyes fueron invitados.El rey me rogó que fuese con ellos a la fiesta, pues quería presumir de tener los mejores médicos en todo el Reino.
Yo no tenía nada de gala para la ocasión,pues la única ropa que conserve fue el uniforme de campaña,así que mientras pensaba en como apayarmelas me las se me ocurrió una gran idea,cogí un mantel de la cocina de flores estilo árabe,lo corte para hacerme una capa y con los botones de la chaqueta del uniforme un cinturón elegantisimo.

Llego el gran día,no pude llevarme a mi niña con migo a la fiesta así que la dejé con la madre de llaves,le di un beso antes de que se fuera a dormir. Marche en una espectacular carroza,los Reyes delante nuestra en una carroza de oro brillante.
Cuando llegamos,en la puerta había un hombre muy trajeado,cada vez que pasaba una persona decía su nombre,para presentarle.Yo era la única que no tenía título todo eso esa nuevo para mí.Llego mi turno y el hombre me pregunto que como quería mi presentación,yo no sabía que hacer pues cuál es la forma adecuada para estos casos.
-Zafra...
Él dio dos golpes con un bastón gigante en el suelo y digo:
-Señoras y señores,Zafra.
La sala era enorme,el suelo era de plaquetas donde podías ver tu cara reflejada en el suelo;había columnas de mármol;en cada rincón había colgados retratos de los antepasados de la familia y cuadros de grandes maestros que son ahora en la actualidad.
La orquesta empieza a sonar y los hombres sacan a las mujeres para danzar.Yo me senté en una silla que estaba al lado de un gran grupo de mujeres.Los hombres invitaban a las damas y cada vez en esa especie de Sala de espera éramos menos.
Se acababa la velada cuando un hombre fornido y enmascarado me invitó a bailar.Yo me sentía una princesa,pues estaba bailando en un gran salón y con príncipe enmascarado.
Danzamos toda la noche,al alrededor del salón.
Después él me tiro del brazo y me sonrió,nos marchamos al jardín del palacio,yo le preguntaba que adónde íbamos y él sólo sabía sonreír.Habia una puerta vieja de madera,la abrí y descubrí un lago precioso y cristalino,en el medio de él un arco de plata y diamantes.Entre asombrada de la majestuosidad,me senté en el borde del lago y veía nuestros rostros como cuando se juntan la estrellas con su madre.El misterioso hombre se puso de cuncliyas a mi lado,me cogió de la barbilla y me beso de tal forma que el mundo se paro.
-¿Quién eres? Dije.
Le quite la máscara, no me lo podía creer era él,mi magnífico talador,Adrián.

Diario de Una doctora, الدكتور بيوسا Donde viven las historias. Descúbrelo ahora