Chapter eleven

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 Alonso era una persona que sonreía ocasionalmente a cualquier ser vivo que se encontrara en la Tierra.

A veces solo necesitaba un momento para parpadear y darse cuenta que todo a su alrededor cambiaba.

En algunos momentos se quedaba quieto, sentado contra su árbol favorito, mientras observaba avanzar a sus compañeros de instituto; veía, algunas veces, como las personas que se querían mucho se besaban, juntando sus labios mientras sonreían entre estos. Él siempre deseo encontrar a alguien para darle de aquellos besitos.

Algunas veces simplemente observaba a Jos; veía como las chicas trataban de acercarse a él pero el ojimiel siempre las alejaba, frunciendo el ceño y pareciendo ofenderlas. Le gustaría decirle que no debería ser así con ellas, tal vez solo querían ser sus amigas. Para él todas las personas merecer amigos.

En tu inocente mente no entra la idea de dañar a alguien, sin importar que haya hecho, porque todos merecen una segunda oportunidad; una brisa de verano puede destrozar a la más linda flor. El sol puede quemarla, pero ella lo necesita para sobrevivir.

Pensaba, últimamente, en que su lugar favorito para saludar a las personas sería la espalda de Jos. Soltaba breves risas junto a la oreja del mayor, deleitándolo con tan dulces sonidos. Satisfactorios para sus sentidos.

—¡Hola!—chillo alegre hacia una pelirroja, esta lo miro y sonrió un poco, moviendo su mano levemente de un lado a otro.

—¿Qué clase tenias hoy, pequeño?—pregunto Jos, ahora dando vuelta en una esquina para continuar caminando con Alonso en su espalda.

—Uh—frunció el ceño, recargando su barbilla en el hombro de su novio—No recuerdo—formo un puchero, mirando ahora al ojimiel—¿tú recuerdas?

—En verdad no, pero estamos cerca de tu casillero, podemos ir y revisar tu horario—asintió, contento con la decisión.

Jos lo sujeto mejor de los muslos, caminando más rápido ya que no quería que Alonso llegara tarde a sus clases.

Dos cuerpos hicieron presencia frente a él; frunció el ceño, mirando después a ambos rubios con las cejas elevadas.

—¿Necesitan algo?—cuestiono, miro de uno a otro.

—Queremos a Alonso, entrégalo—refunfuño Max, recibiendo un pellizco por parte de su novio—Ay, bueno. Alonso ira con nosotros, puedes irte, Jos—suspiro, rodó los ojos sabiendo que no podría discutir con Max; aunque le agradaran, en verdad Max podía ser un grano en el culo cada vez que se lo proponía.

—Bien, bien—murmuro, bajo con cuidado al ojiazul de su espalda, tomando su rostro entre sus manos para robarle un pequeño beso—Te esperare en mi práctica, no lo olvides, ¿sí?—Alonso asintió, abrazando a su novio para después verlo partir.

—Es tan difícil verlos crecer—escucho a sus espaldas—¿Cómo ocurrió esto? Hace unas semanas este enano quería estar con él mastodonte, y ahora están juntos. ¿Qué haremos ahora?—Max fingió llorar un momento para después aparentar que nada ocurrió.

—¿Con quién molestaremos a Alonso?—suspiro Will, posando sus manos sobre su pecho.

—Son unos tontos—Alonso les saco su pequeña y rosada lengua mientras ambos rubios pasaban sus brazos sobre sus hombros, los tres riendo.

[...]

Alonso observaba como su novio se encontraba sin playera frente a él, arrematando contra el saco de boxeo, y ocasionalmente lanzando fugaces patadas que no pasaban desapercibidas por él.

Se preguntaba si a Jos le dolerían aquellos golpes en sus manos; él recuerda que cuando se golpeaba sus dedos muy fuerte estos sangraban enseguida y su mami debía tranquilizarlo mientras limpiaba sus heridas.

También paso por su mente todas aquella porristas mirando a su novio, haciéndolo sentir un cosquilleo incomodo en su pancita, no como aquel que causaba Jos.

No. Ese era uno amargo que no le agradaba.

Así que, cuando Jos se acerca hacia él, dejando todos sus tatuajes al esplendor de cualquiera que pasara. Quería abrazarlo para dejarles en claro a aquellas chicas que Jos era solo suyo, pero los planes del mayor eran diferentes, por lo tanto se sentó a un lado de Alonso y lo atrajo a su regazo, besando sus labios mientras sonreía.

Frente a todos, sus amigos y enemigos, reclamando y mostrando a su pequeña pareja. Dejando una cosa en claro.

Nadie se acerca a mi chico.

0ONݔ6

Pretty Innocent [Jalonso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora