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Las estrellas fluorescentes en el techo parecen moverse y titilar, brillan fuerte como si estuvieran a cinco centímetros de su rostro, como si pudiera alargar la mano y tomarlas, parpadea repetidas veces y cuando abre las ojos las estrellas lucen incluso más cerca, se talla los ojos con los dedos desesperado, gira sobre sí mismo, quedando de cara al colchón, "quizá debería levantarme" piensa, pero siente el cuerpo tremendamente pesado, las extremidades le cosquillean entumecidas, después de esa noche no ha salido de su cuarto, lo mas que ha hecho es pararse al baño para después regresar a su cama y volver a dormir, aun así no ha llorado, de hecho no ha pensado mucho en el tema, alarga las piernas, estirándolas y poniéndolas fuera de la cama, hace fuerza con los brazos  quedando sentado, cuenta hasta tres y se levanta, la habitación da vueltas, siente que sus pies no tocan el suelo y busca desesperado un lugar donde sostenerse, cae de espaldas sobre la cama y bufa molesto, la habitación ha dejado de girar pero el mareo sigue presente, con esfuerzo estira la mano para tomar algo de la bandeja de comida que ha traído su madre, su brazo débil coge el vaso, en camino a su boca derrama un poco de jugo y maldice, el líquido dulce recorre el camino hacia su estómago que gruñe en respuesta, aun así siente un poco de nauseas pero piensa que puede retenerlo, es lo primero que ha tomado en días, se recuesta de nuevo sobre la cama y cae dormido.

En algún punto del día su madre entra con una bandeja nueva de comida, se lleva la anterior que no ha sido tocada a excepción del vaso con jugo que ahora estaba vacío y cambia la sabana que lo cubre con una limpia, después de terminar su tarea se sienta a su lado, lo ha estado haciendo todos los días desde su exclusión autoimpuesta, no le dice nada, solo se sienta ahí a su lado, algunas veces peina su cabello con delicadeza, le toca la frente y las mejillas en busca de signos de fiebre o le tararea una canción, su padre también lo hace, se recuesta a su lado y le palmea la espalda rítmicamente, incluso su hermana, aunque ella solo lo vigila durante un rato recargada en el marco de la puerta para después irse.

Ese día su madre se acuesta completamente a su lado, con su regordete brazo le rodea el cuerpo, su otra mano peina su cabello hacia atrás, con voz dulce le tararea una canción, inconscientemente Yuuri se pega al cuerpo cálido de su madre que desprende ese olor dulzón y hogareño que tanto le gusta, a pesar de que a Yuuri le incomoda que sus padres se preocupen tanto por él y de querer estar solo, no les dice nada, acepta silencioso su compañía y cuidados, después de todo sus padres siempre habían sido tan buenos con él.

Al día siguiente cuando despierta las cortinas de su habitación están corridas, el sol otoñal entre molestándole un poco en los ojos, la bandeja con alimentos descansa en la mesa de noche junto con sus lentes, desperezándose se los coloca y mira la comida, hay un poco de huevos revueltos y fruta, los huevos cocidos le provocan nauseas por lo que termina tomando el plato con fruta, encontrando pequeños pedazos de melón cortados en forma de corazón y sonríe pensando en su madre.

Después de desayunar decide salir a correr, toma una ducha rápida y se coloca la ropa deportiva, el pans le queda holgado por sus días sin comer, sale de su habitación y camina lento por el pasillo, casi al llegar a la sala escucha voces hablando más alto de lo normal, como molestas, es bastante temprano para que los huéspedes estuvieran despiertos así que agudiza el oído pero aun así no puede reconocer lo que dicen, se detiene unos cuantos pasos antes, vacila apretando las manos en puño, cree distinguir una voz y el corazón se le acelera, ¿podría ser él?, se adentra rápidamente en la habitación, todos los presentes le observan sorprendidos, desliza sus ojos por la sala, pero él no está ahí, en cambio encuentra la voz que creía reconocer.

En medio de la sala Yuri está mirándole con sus grandes ojos verdes, lleva el cabello rubio un poco más largo, alejado de la cara en una media coleta, no lo ha visto en un tiempo y piensa que está más alto, a su lado esta Otabek con su acostumbrado semblante serio, Yuuri está demasiado desconcentrado como para siquiera asombrarse con su presencia.

There and back again [Otayuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora