Tocó timbre. Espero que este. Solo me fui por unas horas. No creo que se haya ido. O eso espero. También podría haber pedido las llaves a la mujer de recepción. Llaves es una forma de decir ya que aquí hay tarjetas. Son de alta gama. Aunque no creo que me las diera. Sólo me ha visto muy pocas veces. Tal vez ni me vio. Siempre esta con la computadora. Debe tener mucho trabajo.
Se abre la puerta dejándome ver a él adormilado. ¿Estaba durmiendo? No se interesó en mi. Maldito. Ya me quiero ir.
Me mira sorprendido.- Pensé que no volverias.- Dice corriendose para que pase.
-Pensaste mal.- Entró y voy directo al sillón. La televisión esta prendida. Estaba mirando alguna película antes de dormirse.
El se acerca y se sienta a mi lado. Suspira pesadamente y me mira. ¿Espera que empiece a hablar? No lo hare. Que lo haga el. Además no se que decirle.
-Lo siento.- Susurró sin pensarlo dos veces. Mi mirada esta en el piso. Se suponia que no debía decir nada. Pero nada me sale bien.
El se acerca y toma mi cara para que lo vea.- No hay nada que perdonar.- Se acerca lentamente hasta que une nuestros labios. Es un beso suave y lento. Nunca tuve un beso tan lento. Bueno digamos que con el único que me beso fue el. Pero este tiene algo diferente. Es mágico. Es hermoso.- Cada dia te necesito más.
Sonrió ampliamente.- Deja de ser cursi.- Me alejo.
-Pensé que me darías un beso por decirte eso.
-¿Lo dijiste para que te de un beso?.
-Sólo dije lo que pienso.
-¿No se supondría que yo debería ser la cursi?
-Dentro de los estándares de la sociedad, si.
-Tienes razón.
-¿En que?.
-Estamos fuera de lo normal.- Digo negando.
-Siempre tengo razón.- Habla levantando consecutivamente sus cejas. ¿Ego? ¿Dónde?.- ¿Tienes hambre?.
-Siempre tengo hambre.- Respondo divertida. Cruzó mis piernas como indio.
-Cada día me sorprendes más.- Comenta levantándose.
-Soy una caja de sorpresas.
-Eso ya me di cuenta.
-¿Cocinaras?.
-¿Tengo cara de que cocino?.
-Vives solo, deberías.
-¿Y como sabes que no tengo alguien que me cocine?.
- Mientras que sea fea y vieja, no hay problema.
-¿Quien te dijo que no me gustan las ancianas y feas?.
-En ese caso, te diria que tienes un pesimo gusto.- Comento arrugando mi cara.
El niega divertido.- Pediré pizza.
-Por mi no hay problema.
(...)
Abro mis ojos lentamente. ¿Qué hora es?. Tomó mi celular torpemente. Las nueve de la mañana. ¿Qué?. Es demasiado temprano.¿Por qué me desperté a esta hora?. Diablos. Lo último que recuerdo de ayer fue que estamos mirando la película y mis ojos empezaban a pesar. Y de pronto estoy en su cama. En ropa interior. Oh. Me saco la ropa. Me siento avergonzada y enfadada. ¿Por que me saco la ropa? No tenía derecho y es vergonzoso que me viera en ropa interior. Dios. No tendría que haberme dormido. Tendría que haber seguido mirando la televisión.
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El Chico Sin Nombre
Teen Fiction- Por favor.- Dice con carita de perro arrepentido.- Si me acompañas, te...- Me mira pensativa buscando algo que pueda convencerme.- Te compraré helado. Mucho helado. Aunque tal vez se podría negociar. ¿Por qué me chantajea con lo que más me gusta...