Cap 10.- No se trata sólo de dinero princesa.

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- No puede ser que lo hayas hecho.- Dice mi amiga prácticamente gritando.- ¿Esta loca? ¿Quiere que se entere toda la escuela?.

-Shh.- Digo mirando hacia nuestro alrededor para ver si alguien se dio cuenta. No. Parece que están sordos.

- Pensé que pasaría un tiempo más para que lo hagan. Mucho tiempo. Mucho. Mucho.- Dice acercándose para que escuche solamente yo.

- Yo también lo crei pero se dio en el momento.

-Bueno. Echó ya esta.- Dice sonriendo con malicia.- Que raro que tu hermana no esta con nosotras.

-Es verdad.- Comentó mientras miro la población estudiantil.- Hoy a la mañana estaba perfecta. Tal vez... no se. Seguro la veremos a la salida del colegio.

-Tienes razón. Y ¿Qué paso luego de que lo hicieron?.

- No mucho. Le dije que debía irme.

-¿Por qué?.

-Porque me dolía. Quería estar sola.

-Y el ¿Qué te dijo?.

- Me dijo que me entendía. Y por cierto, ya tengo mi celular.- Comentó con emoción la última oración.

- Y ¿Dónde esta?.

-Lo dejé en mi casa, cargando.

-Bueno. Entonces... ¿Seguimos sin saber su nombre?.

-No.- Le digo con una mueca.- No se como descubrirlo.

- Fácil. Le tomas el celular o buscas papeles.

-¿Papeles?.

-DNI, facturas, etc. Ahí debe figurar su nombre.

-Es verdad.

-O lo puedes dar sexo desenfrenado cosa que este tan cansado. Así podrás buscar con tranqulidad.

-¿QUÉ? NO.- Digo alto. Diablos todos me escucharon. Siento mi cara caliente. Que vergüenza. Tengo algunas miradas sobre mi. Ahora parece que si escuchan. Malditos. Sofía dijo más palabras y ni la escucharon.

-¿Qué tiene? Si ya lo hiciste, no eres más virgen.

- Pero no voy a ir al otro día devuelta para tener sexo.- Digo frunciendo mis cejas.

- Entonces, drogalo.

-¿Cómo lo voy a drogar? No conozco nada de fármacos.

- Ya lo tengo, emborrachalo.

-Menos. ¿Piensas que tengo dinero?.

-Entonces haz la primera y ya está.

-No.

-Bueno, quédate con la duda de como se llama tu amado.

-Pues me quedaré con la duda.- Digo levantando mis cejas. Suena el timbre. Demonios. Devuelta a ese salón horrible. Cada vez que empieza a hablar el profesor siento el sueño que cae en mi. Las clases son muy aburridas.

-Volvemos a la tortura.- Dice mi amiga bufando.

-Que dramática.- Digo sonriendo a la vez que me levantó para poder irnos al salón. Bien que recien lo estaba pensando.

(...)

-Al fin salimos.- Dice mi amiga con emoción. Miro hacia todos lados. Nada de nada.- ¿Qué pasa?.-Dice observando a su alrededor.

-¿Me prestas tu celular?.

-Si.- Dice sacandolo de su bolsillo y tendiendomelo. Lo tomó.- ¿Qué pasa Cat? Me estas asustando.

El Chico Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora