28.- Y... ¿Cómo has estado?.

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Miro la televisión tratando de entretenerme mientras espero a mi amiga. Una eternidad tarda en cambiarse. No se que hace en el baño. Yo sólo en menos de diez minutos ya estaba preparada pero esta chica parece que se está cambiando a velocidad ultra lenta. Ya van casi una hora esperandola. Sentada, mirando la televisión. Que por cierto no hay nada interesante, puro aburrimiento. Podrían poner una película de terror o accion o no se algo que sea interesante y no repetitivo ni esos programas patéticos. Encima no puedo tomar mi celular porque esta sin vida. No se como me olvide el cargador. Soy una idiota.

Se abre la puerta del baño dejando ver a mi amiga con un vestido ajustado. Su estilo. Es de color verde agua y tiene corte princesa sin mangas. Le llega con un poco mas arriba de la rodilla. Y por supuesto zapatos negros. Altos, muy altos para mi gusto. En cambio, llevo un vestido suelto. Es blanco con corte redondo y tiras. Más o menos por la parte de las costillas tiene una tira que deja ver parte de mi piel. Aunque esto suene bastante loco mi vestido es mas corto que el de Sofía y tiene terminacion redondeada. Por ultimo, zapatos negros altos pero no como los de mi querida amiga. Estos no son nada a comparación a lo de ellos.

-¿Por qué te dije que si?.- Me arrepiento.

-Porque me quieres y nunca dejarías a tu amiga sola. Además mañana nos iremos de aquí y nos merecemos una despedida.

-Claro.- Me paró rápidamente.- Vámonos antes de que me vaya corriendo.

-Imposible con esos zapatos querida.- Tiene razón. Apenas puedo caminar. Ya me imagino tirada en el suelo. Siempre haciendo papelones. Sólo debo mantener la calma y concentrarme en no caerme mientras voy caminando.

(...)

-Adiós papi.- Dice mi amiga cerrando la puerta.

-Adiós niñas.- Dice arrancando su auto.

Me doy vuelta para ver el lugar. Otra casa pero esta tiene más elegancia. Muy linda. Todos están vestidos muy bien. Estamos acorde a la fiesta. La música se podría escuchar desde dos cuadras antes.

-¿ De quién me dijiste que era la casa?.- Miro a mi amiga.

-No se.- Levanta sus hombros.- Sólo Fabricio me paso la dirección y me dijo como debíamos vestirnos.

-¿Qué quien te lo dijo? Sofía ¿Por qué no me dijiste?.

-Porque sino no ibas a venir.

-Sólo rogare en no hacer un papelón.

-No lo harás.- Dice caminando dentro de la casa.

Al entrar notamos que hay mucha gente. Genial. Están todos sudados y pagajosos.

-¿Y donde esta tu novio?.- Grito en su oido.

-Allí.- Dice levantando su mano para llamar su atención. Sonríe como nunca antes lo hizo. Guaw. Debo mencionar que nunca lo he visto juntos a ellos. Miro hacia el lado que indica. El la visualiza rápidamente y hace señales para que nos vayamos afuera. Menos mal. Estar aquí es un asco.

Salimos al jardín delantero.-¿Hasta que hora nos quedaremos?.- Le cuestionó a Sofía.

-¿Ya te quieres ir?.- Pregunta apareciendo por al lado Fabricio. Lleva unos jeans ajustados negros y una camisa bordo. Le queda bien. Lo hace parecer adulto.-No seas aguafiestas Cat.- Dice arrugando su cara.- Están muy lindas.- Se acerca a su novia y se besan. Que incómodo resulta estar en estos momentos. Me recuerda cuando estaba con el. Tranquila Cat. No lleves tu mente a esos lugares. Piensa en que bonito esta el césped.

-Yo iré por allí.- Les informó. Fue lo mismo que nada. Siguen con su beso. Pues ni que quería que me contestarán. Camino hacia la vereda. Esta repleto de autos. ¿No pasará nada si me apoyo en uno verdad? Sólo es un auto. Además la mayoría de las personas están dentro de la casa, no están vigilando su auto. Me apoyo lentamente en un auto negro y cuando terminó de llevar todo mi peso suena la alarma del auto. Es obvio que pasaria. Eso por no pensar. Doy un brinco y miro rápidamente el auto. No puede ser. ¿Ahora que hago?. Encima tiene una alarma aturdidora. Antes de que pueda tomar una decisión la alarma se apaga porque alguien lo desactivó. Que vergüenza. Se suponia que no haría papelones. Ya se fue todo por la borda.

-Lo siento.- Me disculpo dándome vuelta. Una tras otra. La vida me debe odiar. En realidad cupido debe ser el que me manda todo esto. Maldito.

-Catherine.- Habla sorprendido. Esta hermoso. Siempre lo esta. Lleva unos jeans al cuerpo negros y una camisa blanca que le sienta muy bien.  Le marca todos sus malditos músculos. ¿Por qué lo dejé? Ah si por idiota.

Lo miro sin saber que decir.- Hola... tú.

Se forma una sonrisa en su cara. Camina lentamente hasta mi.- Pensé que no te volvería a ver.

-Somos dos.-Concluyó.

Me mira a los ojos unos segundos.- Y... ¿Cómo has estado?.

-Eh... Bien.- Digo dudosa. Es una vil mentira. Estoy por el piso y no se si más abajo.

-Que bueno.- Muestra una media sonrisa. Pasa lentamente su mirada hacia mi cuerpo hasta llegar a mis ojos. Es incómodo estar así. Uno porque somos ex novios y no me gusta que me vean así. En realidad de el me gusta todo. Pero aún resulta incómodo que lo haga.- Estas hermosa.

Siento que me muero. ¿Por qué sigue siendo tan lindo conmigo? Argh. Lo odio. No, me odio. De el no se puede odiar nada. Se forma una leve sonrisa en mi cara y agachó mi cabeza.- Gracias.

El cruza por al lado mio y se apoya en el auto.- Ven. Prometo que no sonará la alarma.- Dice divertido.

- Idiota.- Digo sonriendo y me apoyo al lado suyo.

-¿Cuando te irás?.- Pregunta.

-Mañana.

-Vaya, que rápido pasa el tiempo.

-Ajam.- Asiento.- Te extrañaré.- Me atrevo a decirle. Total mañana me iré de cualquier forma con el corazón roto.

-Yo te extrañe desde el primer segundo que nos separamos.- Es imposible no quererlo. Despues de lo que paso sigue siendo tan... el. Cada vez me odio más.

-No se porque sigues siendo tan lindo conmigo.

-Porque aún te quiero. No puedo impedir que te vayas. Tienes que seguir tu camino Cat. Aunque eso incluya que yo no este.- Se me rompio el corazón no se si de amor o desamor. Creo que es mitad y mitad.

-Tu tambien debes seguir tu camino aunque no este contigo.

El entrelaza nuestra manos. ¿Qué hago? ¿Dejó mi mano o la sacó? Diablos. Disfrutaré del momento. Me quedaré así. Si es por toda la vida mejor.

-Es tan reconfortante tocarte. Me siento vivo devuelta.- ¿Por qué me dice eso? Cada vez me voy sientiendo peor por irme.- La malo es saber que te irás.

-Disfruta el momento. El ahora.

-Podría disfrutarlo de tantas formas contigo.

-¿Cómo cual?.

-Te haría tantas cosas que nunca terminaría de nombrarlas.

-¿Y por qué no lo haces?.- Lo miro levantando mis cejas.

-¿Tu quieres que las haga?.

-Es la última vez que nos veremos. Deberíamos darnos una despedida.- Bien. No se porque dije eso. Es culpa de Sofía y sus ideas. Y yo como tonta las pongo en funcionamiento.

-Ay Cat te arrepentirás de eso.- Dice apoyando sus manos a mis costado dejando sin escapatoria.

-Yo nunca me arrepiento de las cosas que hago contigo.- Sonrió. El provoca ese efecto en mi. Podríamos robar un banco y no me arrepentiria porque estaba con el.

- Eres tan traviesa pequeña Cat.- Dice tomando mi cintura a la vez que acerca su cara.- Y eso me encanta.- Apenas lo dice me besa con pasión. Llevo mis manos a su pecho y lo tiro más hacia mi. Mientras que el lleva sus manos debajo del vestido tocando mis glúteos con fuerza. Creo que este no es el lugar para hacer esto.

Separó nuestras bocas y hablo.- Debemos ir a otro lugar.

¿Continuará?

Lo siento por las faltas gramaticales y ortográficas 🙊🙊

El Chico Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora