Kamasutra (segunda parte)

CAPÍTULO 12

Me desperté bastante pronto porque estaba preocupada por Harry. Me senté a su lado y le cogí la mano.
- No te vayas - dijo en un susurro medio dormido.
- Tranquilo, estoy aquí - le acaricié la mano.
- No, a España - dijo igual que antes.
- Ya hablaremos de ello cuando estés mejor.
- Vale - dijo igual y se volvió a dormir.
Salí de la habitación y fui a avisar a una enfermera de que Harry se había despertado. Escribió unas cosas en el ordenador y volví a la habitación.

Varias horas después abrió los ojos.
- ¿Dónde estoy? - dijo nervioso mirando a su alrededor.
- Tranquilo, estás en el hospital.
- ¿Qué me ha pasado?
- Te pegaste con alguien y te caiste dándote en la cabeza y torciéndote el tobillo.
- Fue Daniel y sus amigos - dijo en un susurro.
Le abracé con cuidado.
- Tranquilo, vamos a denunciar, el hospital se encarga de una parte de lo papeleos.
- Anna... así lo fastidiaremos más - susurró.
- ¿Y si rehacemos nuestras vidas?
- No lo tenías del todo claro.
- Lo sigo sin tener del todo claro pero intentemoslo y si nos va mal pues cada uno por su lado.
- Vale - sonrió - tengo que pedir un cambio en el trabajo.
Sonreí y le trajeron el desayuno. Le ayudé a desayunar y luego bajé a la cafetería a por mi desayuno.
Volví a la habitación y Harry estaba vistiéndose.
- ¿A dónde vas? - dije parándole.
- Me han dado el alta.
- ¿Ya? ¿tan pronto?
- Sí, tampoco quiero estar aquí.
- Pero puede pasarte algo en casa, acabas de despertarte.
- Da igual, vámonos.
- Harry... - susurré.
- Estaré bien, tranquila - dijo con una sonrisa.
Salimos del hospital y volvimos a casa.
- No has conseguido mi ropa, ¿verdad? - dije mientras nos sentabamos en el sofá.
- No, lo siento.
- Da igual, así no tengo que hacer maleta solo recoger mis libros y 4 cosas de ropa.
- Lo siento, te compraré lo que necesites.
- No necesito nada, tranquilo.
- ¿Segura?
- Sí sí segura.
- Vale, ¿mañana te vas?
- Sí, a las 2 de la tarde sale el avión.
- Vale, te acompañaré.
- Gracias - sonreí.
- Yo iré cuando arregle las cosas en el trabajo y eso, espero que sea pronto.
- Tranquilo - le acaricié la mejilla.
- ¿Te puedo besar? - dijo algo tímido.
- Claro.
Poco a poco se fue acercando a mí hasta que juntamos nuestros labios y nos fundimos en un beso lento y cariñoso. Me encantaba el tacto de sus labios sobre los míos tanto que se me escapó un pequeño jadeo y los labios de Harry dibujaron una sonrisa pero sin separarse de los míos. Me puse de rodillas sobre el sofá para besarle mejor, esta vez en un beso más intenso y caliente. Ahora jadeabamos los dos mientras que a él le crecía por debajo del pantalón y yo me humedecía. Acabó por cogerme en brazos y llevarme a su cama. Me tumbó con cuidado y seguido se puso encima mío.
Centramos nuestros besos en nuestros cuellos y le hice un pequeño chupetón en él, y Harry se vengó con otro en mi cuello. Poco a poco nos íbamos quitando la ropa y rozando nuestros cuerpo como hacía mucho tiempo que no solíamos hacer. Pasó una mano entre mis piernas y jadeamos los dos. Me fue penetrando poco a poco hasta que entró del todo y empezó con las embestidas. Me fijé en cómo todos los múculos de su pecho se contraían mientras que ambos gemíamos. Nos estabamos acercando y le acompañé con movimiento de caderas. Al poco, se corrió llenándome y me corrí alrededor de su pene.
Se tumbó a mi lado y me abrazó fuerte haciendo que me apoyará en su pecho.
- No quiero que nadie te conozca como he llegado a conocerte yo - dije en un susurro.
- Nadie lo hará, solo he llegado a querer así contigo.
Sonreí y me puse a dibujarle los tatuajes con mi dedo.
- Te quiero, Anna.
Sonreí pero no le contesté, me seguía costando decirle 'te quiero'.
Al rato, me levanté y empecé a recoger las pocas cosas que tenía. Mientras Harry se fue a hablar con su jefe sobre lo de cambiarse de país.
Cuando volvió ya tenía la cena hecha y nos sentamos.
- ¿Qué te han dicho? - le pregunté mientras cenabamos.
- Que no es la mejor idea pero que intentará hablarlo, a ver que consigue.
- Vale, a ver si tienes suerte y sino este será nuestro fin Harry.
- Se puede mantener a distancia.
- No Harry, a distancia no funciona nada, lo siento.
- Bueno, tranquila.
Acabamos de cenar, recogimos y nos fuimos a la cama. Me quedé dormida entre sus brazos como otras veces.